jueves, 7 de mayo de 2020

Diario de la cuarentena 3

Errare humanum est.

¿En qué nos equivocamos? Si somos los únicos mamíferos más desarrollados, esos que durante períodos de asueto realizamos turismo tóxico en donde dañamos flora y fauna, ¡al cabo ni se nota! Pero como cruel ejemplo de la globalización llega un bichito, con el cual el miedo es más contagioso que la enfermedad, a partir de ello un pesimista es un optimista informado por el torrente de datos que le hicieron llegar toda esa gama de semiexpertos vendedores de remedios tan eficientes como los de nuestros abuelos, y caemos redondito, todo por culpa de ese cabrón egoísmo que nos aferra a dejar este mundo y todo lo que planeamos para el mañana.

Entonces cual novela de Agatha Christie, sospechamos de todos, haciendo del prójimo un presunto enfermo —¡Ay Dr. Chapatín regresarme mi diabetes! —; creo que no hay porque temer, es un virus político del cual algunos quieren hacer proselitismo sanitario, si te sientes solo al quedarte en casa, recuerda que la peor soledad es la que llevamos en el interior, somos humanos y errar es humano.

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