martes, 5 de mayo de 2020

Diario de la cuarentena 1.

Un cincuentón en cuarentena.

¿Dónde hallar una coartada para este eclipse viral? Ese ictus que como excusa dio un mutis de encierro que nos enseñó que el infierno siempre ha estado allá afuera, mientras el aburrimiento vomita este beato calendario al que ninguna dieta le hace adelgazar los días. El porno que ayer me calentaba, hoy es cutre y casero como el sexo en el matrimonio, y la prostituta pandemia sigue dándome excusas de experimentar patéticos sintomáticos.

Mi cepillo dental clara muestra de que a pesar del encierro este hábito social se ha convertido en un simple egoísmo de mi cerebro a pesar del destierro, masa encefálica cruel que poco a poco empieza a solicitar a la empresa de mudanzas que se lleve los muebles de la cabeza, yo que siempre había querido pausar el ritmo de vida ajetreado y lleno de estrés, ahora desespero por encontrar el botón de play.

Por las calles se apagaron Las Series Navideñas, todas esas personas que como bulbos eléctricos que antes se encadenaban para darse cita en lugares públicos e iluminar con su presencia, hoy se desmembraron con tal de protegerse en sus casas del espectro letal que nadie ve, pero todos sabemos que es un asesino serial.

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