jueves, 13 de diciembre de 2018

Tu año en Facebook

El anoréxico calendario se nos está despidiendo de tanto día que ha perdido en el ayuno de las madrugadas que el Astro Rey le brinca como rana, dicen los compañeros de servicios generales y secretarial que el aire huele a vacaciones, a ponche de frutas, a compras de pánico gracias al abuso del aguilargo -hagamos changuitos para que esto si nos llegue gordo- y a berrinches por los chafas regalos del intercambio en la oficina.

Como cada fin de año surgen los recuentos de lo que más captó la atención de los amantes del ocio que inundan el internet, ¡uy, que de eso son un titipuchal! Si fuiste de los que por el simple hecho de que tus contactos subían fotos de Aretha Franklin, Dolores O´Riordan de The Cranberries y del genio de la ciencia Stephen Hawking, apenas sabiendo quienes eran, pero las compartiste como si en verdad también los extrañarías o sin saber nada del deporte del balompié te gusto el Mundial de Rusia 2018, gracias a que otros posteaban goles y marcadores, igual si participaste en el proceso electoral motivado por el bombardeo informativo o si vives con la zozobra que del guanabo baje ese duende Casanova, ten la plena seguridad de que el feis es tu segunda casa.

Entonces, ya te la sabes que este año también Facebook pondrá en tu muro un video personalizado que recopila el año de cada uno de sus usuarios, entre fotos, comentarios positivos, likes, videos, etc., podrás ver tus actividades a lo largo de los 365 días del año que pasaste en la citada red social resumida en un minuto con nueve segundos, ¡ah! Un poco más de lo que en mi adolescencia duraba cuando sudaba por darle gusto al cuerpo y tan cortito que no se llega a comparar con el desgaste intelectual que sufriste por tratar de mantenerte vigente entre tus “amigos” subiendo tontería y media.

Ni en balde el arriesgue de quedarte sin coche o sin vida en el peor de los casos al tratar de realizar el In my Feelings Challenge, que acá entre la mejinacada se llamó “La Chona Challenge”, ¡wee no manches, si hasta Thalía lo hizo! Entonces como blanco borreguito, pos uno también. A pesar de ello, valió la pena al ser incluido en el video del resumen pa´que tus conocidos le vuelvan a dar “me gusta” ahora que forma parte de tu News Feed. Por cierto, si no te agrada cómo te lo hicieron lo puedes editar e incluir eso que para ti vale la pena como aquella incógnita de que si el emoji cafecito es un chocolate Hershey’s o se trata una caricatura de la caca, ¡qué dilema tan existencial!

jueves, 6 de diciembre de 2018

Enseñanza de los muertos

Como buen colimote alfa, pozolero lomo plateado, alma chilaquilera y férreo defensor de las encaladillas y de la tuba compuesta, cuando escucho una ofensa hacia mi persona o a los que aprecio, me enojo; caso contrario sucede al oír elogios sobre lo que hice, que la neta son rete poquitos, pero de que me enorgullece, pos a wilford que me infla el ego.

Saco a colación esto debido a que el otro día sacudiendo libros, cómics, discos y películas del cuarto de máquinas, después de haber lavado y tendido la ropa – ¡sí, soy mandilón a mucho orgullo!–, encontré la biografía de Gandhi, la abrí experimentando aquella nostalgia de mis 25 años cuando lo leí, y en las páginas que puse la mano vi ese fragmento, tan lleno de sabiduría, que nunca he puesto en práctica, pero creo chido compartírselos.

En esa parte del texto preguntan al Mahatma cómo le hacía para reaccionar pasivamente ante las agresiones de los ojetes, al igual de no ser seducido ante los halagos de todos aquellos que intentaban darle cuerda -recuerda que quien cuerda te da, ahorcado te quiere ver-, su respuesta fue sencilla, que fueras a un camposanto, te colocaras frente a las tumbas y empezaras a gritar improperios hasta desahogarte, después de ello, deberás decir diversas reverencias sin importar a quién.

Pasado los minutos notaras que no hay respuesta alguna ni por lo uno ni por lo otro, ahí está la enseñanza de los muertos, date cuenta como a ellos les vale un comino lo que expresaste, así de indiferente debemos de ser y ten la plena seguridad de que nunca vas a guardar rencores ni responsabilidades de culpa por quien te dice algo. Espero que ustedes sí lleguen a practicarlo, pues yo por más que lo intento no puedo.