jueves, 2 de mayo de 2024

¡Atención, sonrían y saluden!



Ha llegado la época de que un grupo selecto de personas nos tratan como si fuéramos sus conocidos, nos quieren hacer creer que ellos y nosotros llevamos una “hermosa amistad” desde siempre, tal parece como si su programación neurolingüística fuera la de Los Pingüinos de Madagascar: ¡sonrían y saluden muchachos, sonrían y saluden! Generan división entre la población tal cual sucede con los equipos de fútbol, ya no regalan camisas, ni mochilas ni termos, ahora discursos, vídeos trending topic, promesas y compromisos ante notarios de dudosa reputación firman y filman, con tal de hacernos caer, para después te des cuenta cual Daniela Romo en aquella ochentera canción, y digas: “Prometes y prometes y luego me prometes y nada, y naaaaadaaa”.

Cada seis años vuelve a empezar, ya se nos hace lo más natural, simplemente porque sus estrategias siguen siendo las mismas, y como ustedes saben, en gustos se rompen jetas. Con tanto movimiento social que generan las campañas, con sus personajes fugaces y memorables, con sus “expertos” analistas, quienes nos hacen creer que las moscas se matan a periodicazos y es más probable que maten a alguien de un botonazo antes de que se cumplan sus “predicciones” -creo que sobran analistas políticos y faltan dramaturgos-, olvidan que no es necesario su intervención, pues los candidatos son como un matrimonio de años, saben dónde hacerse daño.

Incluso en estos tiempos que gracias a los comicios la ciudad no controla los esfínteres morales, entre lo cómico y lo ridículo ya no sabemos si se trata de un Estado laico o Estado lacio, pues hasta a los representantes de las religiones los involucran. La reelección es una especie de chantaje narcisista, y lo pior, estamos constreñidos a si ves los defectos de un candidato, entonces eres de la oposición, por eso, no menciono ningún candidato ni ningún partido político en este texto, con tal de no hacerme enemigos que no esté a su altura.

Na´mas recuerden candidatos, que entre el sujeto y el predicado no se pone una coma, además, este país, en donde los indecisos hacen la diferencia del gane, siendo ellos a quienes les deben fomentar más sus disonancias políticas y, no olviden que la oposición no se crea ni se destruye solo se transforma con nuestros votos.

jueves, 25 de abril de 2024

Sin brújula.


¿Por qué nos fascina el engaño más que la verdad? ¡Corremos tras él o alegamos a nuestro favor ignorancia! Personas que a diario van a los casinos a gastarse en los juegos de apuesta 500 pesos -sí, ya sé que tú vas nada más a divertirte, a exprimir el estrés y la cartera también,
 wee-, el equivalente a cierto número de cervezas para el alcohólico, algunos gramos de cocaína para el adicto, los alimentos de una familia de un día, pero mientras para quien se divierte derrochándolos, son una nimiedad.

El que se gasta tres cuartos de su salario en que le echen las cartas con tal de saber su vida por otra persona o al que le practican limpias para triunfar en el trabajo, la persona que con tal de detener a su pareja va a que le realicen un “amarre”, quienes compran costosos amuletos con el fin de que los protejan del mal de ojo – ¿se acuerdan de Óptima, la súper pulsera, hasta El Santo la anunciaba? -, individuos que no salen a la calle sin antes leer su horóscopo, ¡no manches! Ustedes creen que algún habitante de cierto país que sufre crisis hambruna le interesa saber que hoy a Virgo los astros le deparan un día excelente.

Quienes se gastan una feria en hacerse una cirugía de nariz, dizque por tenerla de bruja de Blancanieves y terminan teniéndola como Lord Voldemort, los que no están de acuerdo con sus kilos de más y en lugar de ponerse a dieta o realizar ejercicio se compran carísimas fajas de yeso con las que vuelven a ser normales, es decir, pura pinche desorientación, señal de que estamos perdiendo la brújula cuando compramos guías que satisfacen nuestras jodidas inseguridades.

jueves, 18 de abril de 2024

Peatonitis.


Colima, con sus eslabones de semáforos, que supuestamente indican a la fauna de la selva de asfalto cuándo se puede cruzar una calle o avenida, y cuándo se detienen esas bestias de láminas y fierros que por ahí pululan a toda velocidad – ¡
éjele, ni es cierto que respetan los limites indicados! -, por cierto, ni te creas que con la luz amarilla le van a bajar, pues para ellos significa, ¡apúrate nango, que se va a poner en rojo! Recuerda que, si eres de los de a pie o vas en bicicleta y pretendes conservarte en una sola pieza, tomar tus precauciones, ahora que ya ni agentes de vialidad tenemos, lo más seguro es que si no lo haces te convertirás en un tope reductor de velocidad más.

El peatón cuenta con esa trinchera libre de coches que se llama banqueta, acá las encuentras desde unas muy parejitas, otras sinuosas por las raíces, unas con caries o de plano sin recubrimiento de cemento, pero con zacatito pa’l conejo, en donde puedes caminar tranquilamente, bueno, siempre y cuando no la invada una gandalla bicicleta que, al no contar con ciclovía, la convierte en ella para su seguridad. Por cierto, peatones no imiten esa absurda costumbre de otros en aventarse al llegar a la acera, aunque el semáforo siga en verde, mención especial a quienes caminan por la calle Madero.

Otra recomendación es evitar cruzarte la calle mientras vas en la lela con el celular consultando las redes sociales o en plena guáguara telefonómana, y también, si eres de esos que les encanta traer en las orejas los cordones umbilicales llamados audífonos, al menos quítate uno para que oigas los cláxones o la ñora del coche rojo sangre de pichón, refrescarte la memoria de tú santa jefecita. ¡Por piedad! Quítate esa costumbrita de cruzar entre coches o hacerle al deporte extremo atravesando a mitad de la calle, weee, para eso están los pasos de cebra o cruces, sí, esas rallas pintadas en el chapopote que supuestamente sirven para indicarles a los carros, motos y bicicletas que únicamente por allí los peatones se cruzarán, y que no es para que ellos hagan su alto sobre de ellas, pues terminarán arriba de algún transeúnte.

Si eres de los que a diario se echa su bocanada de esmog de la ruta 10, te pone de nervios la laringitis de los escapes o la sinusitis de las motos, no se te hace divertido torear coches, te da tortícolis de tanto fijarte hacia ambos lados antes de cruzar una calle, te acabas las suelas como consuelo de andar con peatonitis, y no quieres pagar media quincena en taxis, entonces, respeta las señales de vialidad si quieres ser respetados por la vialidad, pero por favor, nunca te bajes de la banqueta a media realidad.

jueves, 11 de abril de 2024

¿Oiga, doctor? ¡Devuélvame mi fracaso!

 


Siendo honesto la primera vez que escuche las palabras Spin Doctors, fue gracias a la canción “Two Princes”, que duró 4 semanas consecutivas en el primerísimo lugar de aquel agosto de 1991 en el American Top 40, que la verdad fue la única rolita que me gustó de todo el álbum llamado: Pocket Full Of Kryptonite, perteneciente al grupo de música alternativa -género tan de moda en la década de los noventas-, Spin Doctors.

Tiempo después supe que la expresión Spin Doctor hace alusión a una especie de sujetos que asesoran y se consideran expertos en comunicación política, quienes aconsejan a los políticos para que no la rieguen o si la riegan, les dicen cómo hacerle para juntarla bien y que casi no se note. Este término tiene su origen en el país de nuestros vecinos del norte, refiriéndose a ese spin que en el béisbol se hace para destantear al cácher o receptor y, este ni sepa dónde quedo la pelota. En 1984, el 20 de octubre, después del debate entre Reagan y Mondale, el New York Times, utiliza las palabras Spin Doctor, como referencia a los asesores que recibieron sus honorarios en la organización de ese citado enfrentamiento ideológico de los candidatos a un proceso de elección.

Y así, en nuestro México lindo y que Rigo… hemos visto cómo decisiones por emprender un proceso de modernización económica sin abrir el sistema político, redituaron una crisis de fines de sexenio, presidentes que reciben una economía parchada como las ruedas de mi bicicleta tísica y viuda, que a las primeras rodadas se poncha, discursos que nos vendieron de unas manos limpias, y que con el pánico de perder credibilidad pasaron a ser manos de pugilista, entre muchas más y las que se acumulen.

Gracias a la magia de estos politólogos, muy fácilmente se nos olvidan las regadas de nuestra clase política, quienes posiblemente alguna vez en sus ratos de ocio se atrevieron a cantar “Two Princes”, mientras contaban los billetes, pero como dijo el primero de los Spin Doctor que narra la historia, Quinto Tulio Cicerón (64 a. C.): “Por mucha fuerza que tengan por sí mismas las cualidades naturales de un hombre, creo que, en un asunto de tan pocos meses, las apariencias pueden superar incluso esas cualidades”, será por eso que los debates de acá, terminan anulando mi criterio o de plano la frivolización de la política que es evidente, se ha convertido en la politización de lo frívolo.

jueves, 21 de marzo de 2024

Juventud divino tesoro.


En redes sociales nos venden la idea de que los viejos debemos de fingir que somos jóvenes aún, pues si subes una foto al perfil como decían en mi época, sin retoque, simplemente te clasifican de enfermo, acabado o que en tú etiqueta la fecha de expiración se te está aproximando, pero qué no tiene fecha de caducidad en un mundo que nos hace creer bajo justificaciones sociológicas y de consumo que la plenitud de la vida es cuando se es joven.

Es que la juventud atrae porque los miramos sin preocupaciones, sin esa carcoma llamada estrés, que a los adultos nos hace ver intransigentes, preocupones, que siempre estamos en constante movimiento, pero, la verdad es que a mi edad sería muy indeciso confiar irreflexivamente en que los problemas se solucionan solos. Cuando se tiene por oficio la docencia y no la filosofía, uno no puede resbalarse en el error de decirle a los jóvenes que la educación no implica esfuerzo alguno; asistir a la escuela, conservarse en ella es aprender los esfuerzos con que cada profesor se las ingenió para hacer masticables todas esas teorías que no tienen aplicación en la vida real. Y lo más difícil, que esa juventud encuentre una recompensa en lo aprendido, es decir, una utilidad, si ya aprendió a leer, ahora debe saber que leer algún texto de Historia de México no es tan divertido como leer el TVNOTAS, más la información que logre asimilar del primero, le permitirá conocer sus orígenes.

Es más, creo que aun me falta mucho para ser profesor, los profesores son unos genios -no esos posers, que se creen dan clases en escuelas de cisnes-, por esos considero que hacen falta profesores, yo tan solo he sido un aprendiz de la docencia, con una vacante que le da la oportunidad de convivir con jóvenes, a quienes les replico esa hermosa idea de Fernando Savater: “Para poder pensar por ti mismo, necesitas tener una serie de conocimientos sobre los que pensar. Pensar es cómo ordenar una habitación. Tú puedes ordenar una habitación de diversas formas, lo que no puedes es ordenar una habitación vacía”. Respecto a la paupérrima idea de verte joven en las fotos de perfil de tus redes sociales, pues si eres de los que sufren por ser excluidos, no te queda otra que fingir ser un mozalbete hasta la tumba.

jueves, 14 de marzo de 2024

Las mañanitas Godínez.


Dicen que el origen de esta canción tuvo su eclosión en las juderías sefardíes -los judíos sefardíes fueron una rama del judaísmo que vivió en la península ibérica desde el Siglo I a. C. hasta finales del Siglo XV-, quienes la entonaban para alabar el santo de las personas, recuerden que antes los nombres de cada individuo se ponían de acuerdo al santo que se veneraba al nacer y no el de alguna celebridad de la pantalla chica o grande como en la actualidad se las gastan.

Con la llegada de los españoles a nuestro país, al colonizarnos se modificó la canción con tal de evangelizar a los aborígenes, así como el onomástico y fecha de nacimiento coincidían, se empezó a asociar con los cumpleaños, gracias a ello con el paso del tiempo fue que Las Mañanitas eran propias para homenajear a las personas por cada año que cumplían a diferencia de Las Golondrinas, que atañe sentimientos de tristeza, pues según eso, el origen de está fue que se cantaba antes de los fusilamientos o durante los sepelios.

Las actuales Mañanitas que muchos creen saberse la letra, pero en realidad ni se la saben, fueron escritas por Manuel M. Ponce, quien simplemente le puso música de vals -que, por cierto, esta palabra proviene del alemán “walzer”, que significa giro-, con un compás de 3 por 4, además, él agregó al Rey David -sí, el mismo de La Biblia, a quien se atribuye Los Salmos, esos hermosos cánticos al Creador- como una especie de recordatorio de que esta canción tuvo su origen en la judería sefardí, y no precisamente porque cantará Las Mañanitas, y claro las mexicanizó.

Entonces, si eres de los que cuando las estás cantando nunca llegas a la parte de “si yo pudiera bajarte, las estrellas y un lucero para poder demostrarte lo mucho que yo te quiero”, además, piensas que la canción es el equivalente al “Cumpleaños feliz” del grupo español Parchís o el “Happy Birthday” que canto Marilyn Monroe a su presidente, no cabe duda que eres un Godín lápiz plateado, folder dorado que se coopera con los demás para el crudelio pastel de cumpleaños del compañero de oficina, noleunque que ni te guste, el chiste es perder tiempo.

jueves, 7 de marzo de 2024

La tiendita de los honores.


Confucio, que en realidad se llamaba K’ung Fu Tse, pero que gracias al Jesuita Matteo Ricci, quien latinizó a este filósofo de la china feudal con el nombre que hasta acá lo conocemos y a quien por cierto ya me lo han dejo bien olvidado, pues son pocos los que recurren a citarlo en la actualidad. De acuerdo con el buen Confucio, la honestidad es uno de los valores y componentes más importantes de una personalidad saludable con tu entorno y con los demás. Concepto que al transcurrir de la canalla vida se volvió en una ilusión, más, en pleno Siglo XXI, existe una luz al final del túnel, no se trata de La llave menor de Salomón, con la cual invocó a un espíritu que corrige algunos de los males de la humanidad, es más bien, un ejemplo de humanidad que todos deberíamos poseer, lo que hace unos días viví.

Pero, la verdad no sé si escribir sobre ello, y es que siempre que alguien sobresale o tiene éxito, debemos acompañar la historia con algún tipo de infortunio, para que la envidia disculpe el triunfo, y este extraordinario suceso no creo que haya surgido a partir de alguna desgracia, considero que surge de oponerse a la indecencia siendo sensato. Resulta que el viernes pasado, por una hermosa causalidad del destino, al pasar por la Facultad de Psicología, enfrente de su auditorio observó unas mesas con golosinas y dulces, entre los que sobresale una exquisita cocada picuda etiquetada con el precio de $3.00 pesos, una vez que la tomo, noto que no había a quien pagarle, entonces descubro a 2 jóvenes que charlaban sentados en la escalinata, y les preguntó a quién se la puedo pagar, uno de ellos me indica que en el bolso de tela que se encuentra a un lado de estas deje el dinero, y si ocupo cambio de ahí mismo lo tome.

¡Qué confianza tan inocente! Tal vez para algunos la acción sería clasificada en estos tiempos como de inocente, casi, casi, cayendo en la estupidez. Pero no, se trata de un sano ejercicio ético que a muchos nos hace falta practicar, o sea, este sí que resulta un emprendedurismo moralizante y alentador de que los habitantes de este planeta no somos tan malaondes como aparentamos, que todavía nos queda honradez.

Lo que supe es que esta tiendita tiene el fin de generar dividendos a favor del estudiantado para cubrir sus necesidades a corto plazo y al mismo tiempo fomentar el valor de la honestidad con lo cual se afianza la confianza y el respeto entre ellos, esto me remite a una frase del gran filósofo Fernando Savater: “No hay asignaturas específicamente ‘humanistas’ sino un modo humanista de enseñar las asignaturas. Por eso lo importante es que sea humanista el maestro, no la materia que enseña”.