jueves, 5 de octubre de 2017

Dejarte en visto √√

Nos ufanamos de hablar y de escribir sobre un pasado glorioso, hoy, creo que es necesario abordar este presente, donde los diálogos más extensos e interesantes se han vuelto digitales, no como este análogo texto que tienes en tus manos, la palabra chat ya es tan común entre nosotros que incluso forma parte de los actuales diccionarios, además, se ha convertido en el medio de… pudiera ser comunicación, pero a veces en lugar de ello, aíslan a las personas, pues al concentrarse tanto en lo que intercambian chateando se olvidan del entorno inmediato.

No hay situación más angustiante para quienes lo utilizamos, como estar en plena “conversación” y observar a nuestro interlocutor a través de las letritas en color verde de “escribiendo…”, luego como que borra, lo vuelve a hacer, borra de nuevo, va de nuez las tiznadas letras y al último nada o simplemente envía un emoji. ¿Y eso qué? Claro que a uno nadie le ve la cara, bien sabemos que ese sujeto tenía otra cosa en mente, nada más que algo le orilló a omitir la idea o prefiere callar pues probablemente lo que iba a comentar pudiera ofendernos, generar polémica y en el peor de los casos desconfía de uno . Es por eso por lo que ahora un nuevo sinónimo de indecisión, falto de ideas (y desesperación) se suma a nuestro diccionario, cuando en un chat aparece: “escribiendo…” y nada.

Igual acontece cuando después de un ratón de escribir, escribir, seguir escribiendo de forma fluida, la pantallita de la caja idiota se queda quietecita, ¡ahí nomás! Luego uno piensa que hay cierta movida chueca, entonces la intriga crece como el frijol mágico de Juanito, pues las palomitas del mentado Whatsapp ya se pusieron color azul, o sea, con quien charlabas ya las vio, y el muy ojete te dejó en visto, pero le valió Wilson tu plática, a veces uno con tal de justificarlo, pos alude tal hecho a que tal vez se quedó sin batería – ¿neta? Es tan inocente como creer que en esos momentos no tiene celular–, se le acabaron los datos o el gacho del vecino apagó el guaifai.

Ni pez, se quedó sin la invitación a ingresar a un negocio denominado la flor de la abundancia, luego que no salga con la mamarrachada de que nadie lo toma en cuenta, pues cuando es importante, lo es. Entonces lector toma nota y cada vez que alguien te deje en visto, recuerda que es sinónimo de presencia o ausencia según conveniencia.

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