miércoles, 25 de septiembre de 2013

Los baches de mi casa, son particular

Ya tiene días que “Manuelito” nos dejó más húmedos que un pañal de recién nacido con cólico, sí, ese fin de semana cuando nuestros políticos ejercieron sus habilidades de meteorólogos vaticinando hasta cuando dejaría el Altísimo de derramar la copa de lluvia sobre nosotros, es más, creo que le importó un carajo nuestras fiestas patrias –aquí si me dan pena ajena esos poser ecológicos, que se la pasan moliendo al prójimo cuando tira agua a la calle, ¿A ver, ahora a quién van a demandar por desperdiciar durante cuatro días litros de H2O? –, también que nos fuéramos quedando sin ropa que ponernos, ¡bueno, nos dio el pretexto de ir a comprar nueva!

Después del aguacero, los vecinos de la Ciudad de las Palmeras, nos encontramos ante un panorama desalentador, las pavimentadas calles daban la impresión como si estuviéramos en una película de ciencia ficción, pues por cada tres o cinco metros había una especie de cráter lunar o como si hubiéramos sido invadidos por topos asesinos que en sus madrigueras acechan dispuestos a atacar al inocente peatón, ¡chanfle! ¡Qué no panda el cúnico! Era como si hubieran llovido baches, los automovilistas al esquivarlos se veían como un vulgar juego de vídeo, pero esta vez la adrenalina no era producto del Xbox 360, era la vida real.

La más publicista de mis vecinas, le platicó a miamá que por la Avenida San Fernando una Ruta 10 repleta de pasajeros cayó dentro de un enorme bache y hasta el momento se ignora su paradero, pero según reportes de un conocido canal de tres letras que repite cada hora las noticias, no se explican cómo en China de la nada surgió un camión de lámina oxidada y chacuaco integrado con gente cafecita y barrigona que nanguea a todo el que se cruza a su paso.

Como siempre la chiquillada le encontró el lado divertido, pues en los que se ubican cerca de la acera de la banqueta, le echan barquitos de papel o con sus navíos de control remoto los mueven de un extremo a otro. Unos traviesos adolescentes los transforman dependiendo de lo ancho en jacuzzi o alberca, y se acercan con sus toallas a darse un chapuzón.

Un aficionado a la astronomía dice que existe la probabilidad de que los astronautas de la estación espacial internacional, los vean desde allá, pero yo digo que pura guasa; Don Emiliano me comenta que uno enorme ubicado por las inmediaciones de la Avenida Tecnológico, ha dejado al descubierto la cúspide de lo que el personal de arqueología creen es una pirámide, o sea, ese tramo de vía pública hasta ahí llegó, pues lo más seguro es que lo conviertan en parte de nuestro patrimonio.

Por lo pronto ya tomé el celular y voy a reportarlos como indica la autoridad, pero mientras lo hago, voy a cantar… ♫ ♪ los baches de mi casa, son particular, cuando llueve y se moja, parece que salen más, agáchate y vuélvete a agachar, laralalarala… tan, tan ♪ ♫

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