miércoles, 3 de febrero de 2010

Tecnicismos

Cuando era profesor de la facultad de donde egresé, estando en un curso de capacitación docente en compañía de varios colegas entre los que se contaban maestros y doctores de la profesión que ostento, los cuales orgullosamente fueron mis catedráticos, hecho que llenaba de satisfacción el compartir con ellos el curso; estando en esa sesión el instructor nos mostraba las técnicas para evaluar el desempeño de los alumnos, al llegar a las auxiliares mencionó entre otras las rúbricas, sorpresivamente uno de esos monstruos sagrados con cierto escepticismo murmuró, “Que yo sé, eso se refiere al conjunto de rasgos de forma determinada, que como parte de la firma pone cada cual después de su nombre o título, y no lo que dice esta persona”.

Literalmente tenía razón, por lo tanto tal comentario, hizo que reflexionara sobre el sentido polisémico que adquieren algunos vocablos dependiendo del arte, ciencia o profesión donde se utilizan. ¿Será correcto adaptar palabras ya establecidas, para referenciarlas como tecnicismos de un campo específico?

Muchas veces pueden generar cierto desconcierto, por ejemplo “juicio”, en filosofía es la operación del entendimiento, que consiste en comparar dos ideas para conocer y determinar sus relaciones, mientras que en derecho es el conocimiento de una causa en la cual el juez ha de pronunciar la sentencia. El vínculo en sí, es la capacidad de razonar que ambas acepciones implica.

En la actualidad se han adaptado diversas palabras que en su concepción original significan una cosa distinta a la acción u objeto que se refieren en la aplicación de una ciencia o arte especializada.

Por ejemplo la memoria ya no se pierde con la edad, ahora es factible conservarla y existe un precio distinto para cada capacidad de retención; las aplicaciones que antes las costureras las hacían sobre tela, hoy se pueden obtener como herramientas en programas informáticos que facilitan el trabajo de los usuarios; los programas ya no son exclusivos de la televisión, pues en informática abundan distintos y sus costos cada día son inalcanzables.

Las redes además de los pescadores, también las utilizan los ingenieros en sistemas y no precisamente para atrapar peces; existen teclados que no producen música, ratones que no comen queso y gatos que no atrapan roedores pues sirven para levantar cargas mecánicas, el cigüeñal, no es precisamente un nido donde habitan las aves de patas largas y rojas, es más bien una especie de manivela en los motores; Moisés además de ser el profeta del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, es también una especie de cuna donde duermen plácidamente los bebés.

El problema de los tecnicismos en la actualidad, es que algunos no son tan exactos y precisos, pues se confunden con el hablar ordinario y ello genera ciertas confusiones, por ejemplo “quemar un disco”, desde el oído de una persona ajena a la informática, bien podría imaginar a un piromaníaco poniendo en práctica sus manías sobre algún acetato de música.

Como nos hemos dado cuenta algunos tecnicismos no son tan universales, pues al emplear palabras que ya tienen un significado establecido, llegan a causar ciertos desórdenes de interpretación, como sucede con las palabras ícono y servidor. En fin si usted es de los que le gustan llamarle pan al pan y al vino, vino, tenga mucho cuidado cuando por ahí escuche a algún experto en equis ciencia decir cierta frase que lo remite a otra cosa ajena a lo que ya le es conocido, pues más vale que pregunte a que se refiere y evite pecar de ignorante sabelotodo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay!!!!
nuestra muy kerida facultad
que rekuerdos akellos verdad.....
jajaja
kuidate