jueves, 10 de enero de 2019

¡Salud, dinero y amor!

¡Un año más! Estrenamos calendario gooordo, algunos con doce páginas, otros con seis y los hay hasta de trescientas y pico de hojas que vamos desprendiendo conforme trascurren los días, cuántas oportunidades, un titipuchal de nuevos descubrimientos, conquistas, fracasos, éxitos, alegrías, dolores, achaques, llantos, sonrisas, la neta uno ni sabe lo que depara este 2019, que en su primer día muchos lo pasaron en los brazos de Morfeo debido a la desvelada, otros con crudelia gracias al descontrol de alcoholemia, pese a ello, una vez que regresamos a estar conscientes, bueno algunos no del 100 % de sus facultades mentales, intentarán, como cada año, poner en prácticas sus facultades sementales y continuar cada hora del día con el tesón de encontrar ese amor calenturiento que no desilusione, así como la eterna búsqueda de una paz sin sombras.

Nunca planeo propósitos de año, me parecen una ridiculez -¡ups! Creo que con esta frase voy a incordiar a muchos-, para qué invertir neuronas en algo que cuando mucho cumpliré una nimiedad porcentual. ¡Un año menos! Y que cuanta más edad acuño, más rápido pasan los días, la nostalgia dando siempre sus jodidos arañazos en mi desamueblada cabeza, descubriendo que todo es efímero insistiendo en que épocas pasadas eran mejores, el espejo escupe un reflejo de mi cara de nopal sin rasurar con nariz de chile relleno con más arrugas tatuadas por el trajinar de la vida, las preocupaciones, la envidia –¡ajá! no se hagan, ustedes también padecen este malquerer–, entre otros prejuicios sembrados por nuestra familia.

¡Un año nuevo! Hemos dejado atrás ese 1 de enero en que hipotecamos por unas cuántas horas el pudor y fuimos capaces de tocarnos bajo el pretexto de quedar bien con los demás felicitando, deseando cosas positivas, haciéndonos de la vista gorda de que no hay felicidad absoluta, pues todo dura unos instantes y luego se esfuma, por eso estimado lector nunca debe dejar de expresar buenos deseos, que no sea exclusividad de una teporocha fecha comercial, sino todos los días. Sigamos el consejo de Los Rodríguezbrindar por la victoria, por el empate y por el fracaso”. Si, ya sé que no tomo alcohol, pero con lo que caiga en el vaso, ¡salud, dinero y amor!

No hay comentarios: