jueves, 28 de junio de 2018

Días de asueto.

Al parecer la hicimos gacha estimados lectores, llegamos a la última semana de las campañas electorales, ¡sí, el cierre de cada candidato también cuenta como tal! Hoy jueves, da inicio ese asueto maravilloso, donde por fin podremos entrar en reflexión para decidir nuestro voto, dejaremos de escuchar tanto milagro convertido en promesas. Lo mejor, estará prohibido anunciarse, llamar al voto y presentar propuestas, además de dejar de estar molando con las llamadas a nuestros teléfonos y cederles esta oportunidad a extorsionadores.

Atrás quedaron los arañazos, el echarse tierra y despotricar unos con otros, además de ver convertido en una realidad la parodia “El Privilegio de Mandar” en cada uno de los debates presidenciales. Dando la impresión de que el slogan de estas elecciones era reír antes de votar. Por otro lado, por fin vamos a dejar de creer todas las fake news sobre aspirantes a algún puesto de elección popular, a pesar de que continuaremos compartiéndolas o retuiteándolas.

Adiós a las tranquilas charlas de la oficina que terminaban en tesoneros debates por tratar de convencer que nuestro gallo era el mejor. Terminó esa spotiza que a diario nos sometíamos desde la programación televisiva, las estaciones de radio, redes sociales e incluso hasta antes de iniciar la película en las salas de cine, ¡no manches! Era como cuando de niño jugabas a ver quién llegaba primero.

Es una pena que como vestigios de tales jornadas tengamos tanta basura electoral que además de la contaminación visual, algunas pancartas colocadas en los camellones entorpezcan el paso de los peatones al cruzar las avenidas. Si se supone que durante esta veda electoral no se debe de realizar ningún tipo de proselitismo, entonces qué hacen todas esas personas con playeras de colores el meritito día de las elecciones invitando casa por casa a votar o los candidatos ofreciendo sus coches a personas de la tercera edad para que acudan a las urnas, oigan, no nada más este día lo hagan, ellos lo ocupan siempre. ¡Si van a hacer el favor que sea completo, chintolo!

Al día siguiente del 1 de julio, lo más probable es que algunos presentemos cierta cruda y no por los drinks del domingo -recuerda que hubo ley seca-, sino moral o psicológica, y aquí no aplica la de Pedro Infante de “Yo te aseguro que yo no fui, son puros cuentos de por ahí. Tú me tienes que creer a mí”.

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