jueves, 7 de septiembre de 2017

Asignatura pendiente

Dicen que después de la tempestad viene la calma, hoy es posible observar a los jóvenes caminar como siempre por los ingresos de las escuelas como si nada, tranquilos –sosteniendo cual Pípila esa pesada mochila donde se incluyen útiles escolares que tal vez durante todo el ciclo escolar no vean la luz solar debido a su nula utilidad–, charlan, echan guasa, observan sus celulares y procuran que su estancia en los planteles educativos sea lo más agradable posible.

Atrás ha quedado el estrés de buscar esa carrera profesional que se adapte a la vocación o al capricho de sus progenitores –siendo honesto, es bien ojete que ellos les obliguen a estudiar a lo que siempre aspiraron en sus años mozos–, ha concluido el intenso trabajo de orientadores educativos por ofrecer la gama de opciones de licenciaturas que hay en el estado y el distraído chamaco tal vez eligió la que mejor se adaptó a sus necesidades, ¡eso esperamos!

Claro que a varios de ellos les agradaría que hubiera planteles que en sus planes de estudio incluyeran asignaturas como Fundamentos del diseño de Memes, Expresión verbal en el ámbito de las redes sociales, Creatividad e innovación de spam, Sociología de las Redes Sociales, Principios de gramática del chat, Métodos y habilidades para transar, entre otras, en lugar de las aburridas y teóricas materias de siempre. Lo patético es que si en realidad existieran, más de alguno las reprobaría por el simple hecho de formar parte de la escuela.

Igual hacen falta esas asignaturas como Introducción a la vida adulta, Finanzas personales: créditos, intereses y deudas, Guía de supervivencia en el desempleo: ser emprendedor con optimismo, Filosofía del nini, Resignación: Amando lo que odias ser y La fuente del eterno empleo o como formar parte de LinkedIn –estimado lector, si no sabes a que me refiero, pos… ¡googléalo!

Mientras las aulas conserven ese bouquet a lápiz y cuaderno, los estudiantes continúen haciendo la mimesis de que son aplicados sin desconectarse de internet, la mejor asignatura será aquella en la que el profesor imprima ánimos que motiven su atracción, no se les olvide que si los estudiantes fueran perfectos, entonces los lápices no vendrían con borrador, además, la vida se las enseñaron desde preescolar, cuando la miss les dio la indicación de colorear sin salirse de la raya.

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