jueves, 14 de septiembre de 2017

Adopta un bache

Algunos o tal vez muchos dirán que a mí en qué me afecta si ni coche tengo, pero como ciclista claro que sí aplica, por otro lado, uno siempre se los achaca a la lluvia, pero en realidad su aparición se debe al deterioro de la carpeta asfáltica, las filtraciones de las múltiples fugas de agua en el alcantarillado –que los responsables de reparar se hacen de la vista gorda, ¡weee, hasta que no la reporten vamos! –, el desgaste ocasionado por el tránsito vehicular, las raíces de los árboles en los camellones, las excavaciones mal tapadas, etc., es como poco a poco se originan los baches.

Claro que el incremento pluvial es el plus para que todo lo que no quedó bien sólido se afloje hasta dejar nuestras calles como adolescente con acné, es más, si juntáramos todos los baches de la ciudad, podríamos tener 25 jardines de la dimensión del Parque Hidalgo. Incluso pude observar como una miss sacó a sus alumnos de preescolar a ejercitar la aritmética tipo Plaza Sésamo, sumando y multiplicando baches.

Los conductores automovilísticos se quejan porque los huecos llegan a ocasionar malformaciones y ponchaduras de neumáticos, así como daños a la suspensión, amortiguadores, rótulas, bujes y terminales de la dirección del carro, imagínese salir a la chamba y regresar en un medio de transporte todo desconchinflado. Mientras que para una bicicleta, ni les cuento, solo basta con decirles que opte por no salir de noche del cantón con tal de evitar accidentes, pues como ustedes saben, en la oscuridad todos los gatos son pardos y a la mera hora uno puede confundir el hoyo con una enmendadura de chapopote, ¡bóitelas! , ahí va el zapotazo.

Si vas a pincel, olvídate, mientras caminas por la vía pública no falta el ingrato chafirete que a propósito pase sobre el bache dejándote todo charpeado, deja tú lo manchado que terminas, el olor que tal vez te impregne esa agua de dudosa procedencia. En fin, uno tiene que rifársela con tal de no descuajaringar su medio de transporte. Afortunadamente ya los están tapando, ahora nuestras avenidas y calles hacen que recuerde aquellas sábanas de parches que mi agüelita materna artesanalmente confeccionaba, pero si aun así persisten baches, no sea malo y adopte uno, que no tienen madre.

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