miércoles, 19 de junio de 2013

Zombicelularidad

La serie de televisión “The Walking Dead”, trata sobre un apocalipsis donde imperan los zombis sobre los escasos sobrevivientes humanos, durante cuarenta minutos uno es testigo frente a la cajita idiota de diversas peripecias que los hombres y mujeres viven con tal de emanciparse de esas abominaciones. Pues algo semejante a esa epidemia de zombis ocurre con el uso de los diversos dispositivos móviles como los celulares, Smartphone y tablets, por las personas quienes se olvidan del exterior al estar sumergidos en el interior de las pantallas de estos aparatos.

Es común toparnos por las calles de la ciudad a personas que como sonámbulos deambulan con la mirada clavada en la pantalla de su celular, incluso a veces con tal de comprender el contenido del mensaje, se detienen abruptamente provocando choques con las que les siguen los pasos, es más, hasta cruzan las avenidas ignorando semáforos y el peligro del tráfico vehicular, otros conducen sus autos con la mirada blanca puesta en la lectura o redacción de los mensajes de texto.

Tal epidemia de zombis es contagiosa, sólo basta con tener un celular, Smartphone o tablet y el sujeto inmediatamente dejará de levantar su cabeza, explotará a carcajadas sólo, se aislará de la civilización y cuando alguien le hable sobre equis tema no pondrá atención alguna, en pocas palabras se volverá un autista; entonces al igual que la citada serie televisiva, madres, padres, jefes de trabajo y profesores lucharán contra estas aberraciones, pues experiencia ya la tienen, debido a que continuamente enfrentan los peligrosos baches tipo cráteres lunares de las mortales avenidas con su zigzagueante automóvil, igual como escapan del atestado periférico a las horas pico, tal cual como combaten la maligna burocracia quienes hacen lo fácil difícil gracias a su inútil proceder, en tiempos donde los servidores públicos se han convertido en autoridad.

Si antaño las amas de casa enfrentaban situaciones difíciles al intentar quitar a sus hijos de enfrente al televisor, con tal de llevarlos al comedor o se tomaran un baño; las de hoy les cuesta más trabajo, pues el enemigo ahora es portátil. Las actuales generaciones que durante nueve meses de gestación estuvieron unidos al cordón umbilical, ahora desde los tres años de vida y hasta que el cuerpo aguante vivirán conectados a internet, si van a preescolar ya tienen celular, objeto que sus ancestros nunca ocuparon, sus juegos son más sedentarios –he aquí porqué existe tanta obesidad infantil en nuestro país, se aburren con facilidad y los gadgets o dispositivos electrónicos son sus juguetes.

Los abnegados docentes, para ser escuchados tienen que cortar de tajo esos hilos que penden de las orejas de sus alumnos, ponerse cascarrabias cuando el WhatsApp los saca del tema de la clase, utilizar sarcasmo como arma intimidante en el momento que los descubre twitteando o dialogando con sus contactos en Facebook; hoy las escuelas por más intentos que hagan para ejercitar la memoria a largo o ya de perdida a corto plazo de los estudiantes, les resultará imposible, pues saben de sobra que sus discípulos cuentan con las de sus celulares que registran imágenes, videos y sonidos, ¿entonces para qué desperdiciar un tiempo precioso en algo inútil?

¿Cuál es la táctica para acabar con la invasión de zombis? Si es padre o madre, cuando su vástago le pida con berrinche un artilugio tecnológico y usted ante el remordimiento de querer llenar el hueco de comunicación con él no tiene más remedio que comprárselo, explíquele que ese aparato no es la vida en sí, ni tampoco es vital el permanecer las 24 horas alienado en esa pantallita; si es docente, intente llegar a un acuerdo entre la tecnología que sus alumnos utilizan y los contenidos programáticos de las asignaturas, para que se apoyen en la difícil situación de avanzar académicamente, si no logra tal conciliación, por favor no sucumba y termine siendo un zombi más, de esos que convierten una reunión en cibercafé al estar todos sumergidos en el infinito espacio de sus pequeñas pantallas.

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