En la actualidad los reporteros que se quemaron las pestañas y exprimieron sus neuronas en las universidades, compiten con esas personas que sin ningún estudio en el ramo de la prensa, sacan fotografías y videos con sus tablets o celulares a los accidentes automovilísticos, asaltos, injusticias sociales tanto de personas como de animales, asesinatos y demás crímenes, para postearlos en las redes sociales, luego cualquier comentarista las convierte en notas de la programación que se transmite por radio o televisión.

Si no tienen saldo en el teléfono y eres de los que fueron influenciados durante las décadas de los ochentas y parte de los noventas por el slogan de la PROFECO, “regale afecto, no lo compre”, recurres al internet y buscas algún sitio donde puedas obtener “tarjetas” gratis de felicitación; te esmeras por encontrar la que más aplicaciones multimedia tenga, pues esa personita lo vale y se le haces llegar por correo electrónico, teniendo la plena seguridad que al hacerlo de esta forma lo más seguro es que comprometerás a que tu pareja te responda de la misma manera, ¡así de frías son las relaciones sentimentales en el nuevo siglo!
De igual forma utilizas los medios electrónicos como especie de trinchera, para declararle la guerra a ese que detestas o no soportas, también es muy socorrido por los cobardes que no se sinceran para decirles a sus amigos cara a cara las cosas que no les gusta verles hacer o las acciones que de ellos les incomodan, es como si los mensajes de texto y correos electrónicos se convirtieran en especie de desahogos electrónicos, donde a la gente con tal de manifestarse no les importa gastar su crédito, la batería y lo peor su dignidad al evitar expresar frente a los demás sus sentimientos.
Lo recomendable es que si vas a decirle que la amas, llévale flores o invítala a cenar; si le vas a decir a ese gorgojito que no lo soportas escúpeselo a la cara, ponte los guantes y súbete al cuadrilátero con él para comprobar quien es mejor a las trompadas, pero no te hagas como el avestruz.
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