miércoles, 9 de enero de 2013

¿Feriados oficiales o San Lunes?


Hace unos días un joven preguntaba a otro qué había hecho el día de año nuevo, al escuchar tal cuestionamiento reflexioné sobre la fecha que había mencionado y le di el crédito de que efectivamente el único día cuando es nuevo el año es el uno de enero, como lo indica el calendario, que las personas le deseen a uno 365 días de felicidad es muy distinto a que nos feliciten por estrenarlo pasada la citada fecha.

Ya que menciono el calendario, el de este 2013 está lleno de puentes, y no son precisamente esas construcciones que permiten librar un desorden geográfico o cualquier otro obstáculo y menos el intermedio que se sitúa a mitad de una canción, sino el arte o la magia que los diputados hacen de cambiar las fechas reales para que el día feriado coincida con un fin de semana.

Por esta razón los mexicanos esperamos con ansias a que el abarrotero nos “regale” el calendario y ser así fieles testigos de los posibles días de asueto o fines de semana etílicos que nos depara el año; haciendo su primera aparición el puente del mes de febrero cuando en lugar de conmemorar la promulgación de nuestra Carta Magna el cinco, lo haremos el día cuatro, entonces estimado lector borre de su cerebro a esa profesora de gelatinoso brazo que durante la primaria le hizo escribir dos planas sin pasar renglón que la Constitución se promulgó el 5 de febrero de 1917.

¿De qué ánimos se sentiría si su natalicio por el simple hecho de no corresponder a un fin de semana se tenga que reprogramar para hacer San Lunes? Imagino que decepcionado o tal vez insignificante, pues probablemente así se pondrá donde quiera que se encuentre el Benemérito de las Américas, este marzo cuando la niña con su uniforme de secundaria durante la ceremonia cívica al llegar al 21, lea la efeméride de Don Benito Juárez, y tenga que aclarar que nació en esa fecha, pero para hacer puente extraoficial se adelanta esta vez para el lunes 18.

Por fortuna el 16 de septiembre le correspondió en este 2013 ser lunes, entonces no existió pretexto alguno para modificar la celebración de nuestra independencia en la fecha que no debe de ser. Los aborígenes de la Ciudad de las Palmeras en noviembre tenemos por el hecho de estar en feria cuarentaiocho horas feriadas; el 18 de ese mes con el propósito de no quebrantar la racha de los lunes, se suspenden de forma oficial labores para conmemorar el 103 aniversario de la Revolución Nacional, evento que debiera de reconocerse históricamente el 20, pero por que este año tal fecha es el miércoles se pasan por el sobaco tan significativo hecho.

Existen meses exentos de San Lunes, pero algunos de ellos tienen su respectiva fecha fija, es más, si han observado las celebraciones que involucran aspectos religiosos son inmutables y para los meses que no tienen lo más seguro es que nuestro ingenio invente cualquier excusa para no ir a laborar, ahí tenemos a los albañiles, hábiles constructores y devotos de San Lunes.

A la luz de lo anterior, sugiero a nuestros políticos que para próximos años propongan que las semanas laboralmente inicien en martes y las empalmen con las celebraciones religiosas, esperando que con cierta ayuda celestial más gente evite transgredir el octavo mandamiento.

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