jueves, 23 de febrero de 2023

¡Atínale Memo, atínale!



Estamos ante el umbral del Nuevo Marco Curricular Común, de entrada, el nombre nos es familiar, pues quienes nos involucramos en la educación media superior, ya habíamos conocido a un currículo con un nombre semejante, de acuerdo a su teoría esta nueva propuesta impulsa dos componentes: el currículo fundamental y el currículo ampliado que promueven una serie de aprendizajes en donde se articula la cognición con las emociones, ambos términos pudieran generar cierta confusión entre la comunidad docente, pues se hace alusión a conceptos como Logro de Aprendizaje de Trayectoria, Procesos Cognitivos y los Experienciales, en donde remite al profesor al origen de un tema o contextualización para que sea comprendido por sus alumnos.

A partir de esta idea se crean las progresiones de aprendizaje, en las cuales los docentes plantean los temas medulares de sus asignaturas de acuerdo a cierto contexto histórico, con ejemplos e indicadores, evitando incluir tópicos, es decir, no redundar. Aquí, es donde, quienes impartimos clases, podemos incurrir en el fomento de disonancias cognitivas entre el estudiantado, cambiándoles la percepción que ellos recibieron de un tema en otra asignatura, por la nuestra, pues si no lo sustentamos con una buena fuente bibliográfica, continuaríamos reforzando esos aprendizajes de orejita como los mitos que los abuelos nos narraban, aquellos que no sabíamos si de verdad habían ocurrido o de plano eran un refrito de varios hechos que al mixturarse, pues uno los creía verídicos, haciéndonos la idea de una verdad absoluta de todas esas invenciones.

¡Híjole! Aquí uno le tiene que entrar al quite como aquel héroe ballestero -porque utilizó una ballesta, no porque así se apellidaba- de la independencia suiza, colocar la manzana sobre la cabeza de los adolescentes y todo dependerá de la buena o la mala puntería que nuestro Guillermo Tell de la docencia tenga ese día, pero no se me desanime, si las progresiones se diseñan a partir de grupos colegiados saldrá algo bien hecho que contribuirá a la formación de los alumnos, además, no olvide que como bien nos lo recuerda el músico y cantautor cubano Carlos Varela, algún día esos chamacos se aburrirán de la manzana sobre su cabeza, crecerán y ahora ellos van a tener que tirar la flecha, probando su valor al utilizar nuestra ballesta.

No hay comentarios: