jueves, 10 de noviembre de 2022

Lo sulibeyo del amor.



Es uno de los temas más ensortijados, ni filósofos ni poetas han podido desenmarañar qué es el amor, con esta última frase inmediatamente viene a mi memoria miope, el nombre de aquella canción de Víctor Manuel Luján, extraída de su primer LP bajo el sello de BMG en la serie “Rock en tu idioma” llamado “Tolerancia”, que en el viejo y frenético walkman Sanyo escuchaba sentado en la recién estrenada banca del Jardín Corregidora, al salir de la secundaria nocturna para trabajadores, cuya letra iba así: “Hace algún tiempo, yo quiero saber, ¿dónde se esconde? ¿Qué hace? ¿Qué es?… Alguien me dice que lo encontraré, quizás lo esperé en algún café”, entonces, volteaba a mirar ese antro de reciente creación llamado Café Colima 88, ¿y qué creen? ¡No había nada!

Hoy, sentado en una incómoda silla del 2005, al filo de las 13 horas en Servicios Estudiantiles, entre el barullo de imberbes de distintas generaciones, mientras degusto de una exquisita hamburguesa vegana, observo que la pareja de enfrente a mi mesa destila melcocha, caricia a la cara con la grasienta mano de él, sonrisita con lo boca llena de comida de ella y, después de que uno termina sus alimentos, solicita a su amada un ósculo, mientras ella… Abro un paréntesis para preguntarte asiduo y escaso lector: ¿Es romántico o asqueroso, que, al terminar de consumir sus alimentos, tú pareja te pida un beso? Respira profundamente, piénsale bien, mientras vuelvo a citar la canción de Luján, en aquel fragmento de: “¿qué es el amor? Que a unos electriza y a otros causa temor”.

Por su parte el cantautor Joaquín Sabina, dice que el amor es un invento maravilloso del ser humano para justificar el apareamiento a diferencia de las demás especies que habitan este planeta, que cuando les llega esa época es cuando lo practican con fines reproductivos, es más, ni saben de la existencia del amor, mientras los humanos hasta crearon el erotismo con tal de convencer a su contraparte de aparearse los 365 días.

Con tal de ocultar ese instinto de la sexualidad, nosotros hemos pintado la realidad con rimas, textos, flores, regalos, “perfúmenes” de esos que Carlos Mejía Godoy & Los de Palacagüina decían que producirán lo sulibeyo; entonces, vuelvo a preguntar: ¿Es romántico o asqueroso, que, al terminar de consumir sus alimentos, tú pareja te pida un beso?   

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