jueves, 4 de agosto de 2022

Días de asueto.



Durante este periodo de asueto en nuestro país hubo de tocho morocho, avistamientos de ovnis, personas que dominan el lenguaje extraterrestre -no el alburero que hoy está tan políticamente prohibido-, un hallazgo espeluznante en el perfil oficial del Instagram de nuestro Divo de Juárez que yace sin ninguna de sus fotos, pero si con el posteo desconcertante de YA -que como ustedes saben tiene un titipuchal de significados-, mientras ciertos políticos queriendo rebautizar a las Gorditas, si, esas de picadillo, frijoles, queso, papa y chicharrón con el nombre de Masa con relleno, ¡hágame usté favor! Canciones del pasado que vuelven a ser éxito en pleno 2022, como Running Up That Hill de Kate Bush, ¡Uy qué miedo! de Chico Che y Master of Puppets de Metallica.

Un aluvión de novedades, entre las cuales, reconozco que en esta canija vida todo es aprendizaje, siempre agradezco aquello que incremente el bagaje cultural y los conocimientos, y esta vez no fue la excepción, pues tuve la fortuna de leer en un tomo de la Enciclopedia Juvenil Grolier de su undécima edición de 1972, que la palabra malabarista tiene su origen en Malabar, región histórica y geográfica del suroeste de la India, situada entre el mar arábigo y las montañas Sahyadri, en donde algunos de sus aborígenes para ganarse la vida, manipulaban y ejecutaban espectáculos con uno o más objetos girándolos a la vez, manteniéndolos en equilibrio o arrojándolos al aire sin dejarlos caer, mientras los marinos portugueses divertidos les llamaban a estos individuos malabaristas.



El 25 de julio con los cielos nublados, pero sin lloviznas – ¡eso sí, con un montón de memes de Julio Iglesias alusivos al mes! -, pues, ya como que Tláloc se había pasado de lanza después de esos 88 centímetros cúbicos de precipitaciones pluviales que durante la madrugada del sábado dejó a nuestros Perritos Bailarines de la glorieta en una especie de alberca, mientras el calendario estaba en su peso ideal, poco le falta para entrar en su periodo de anorexia.

Retomando la fecha antes citada, me remite a los españoles que celebran a su santo protector y único patrón Santiago Apóstol, a quien, si eres muy observador, te habrás dado cuenta de que nunca lo nombran con el adjetivo “San”, debido a que se llamaba originalmente Jacobo o Jacob, que en latín se escribe Iacob, al agregársele el San era nombrado San Jacobo, pero… durante la década de los cuarentas como ya es sabido, las celebraciones religiosas de los católicos se oficiaban en latín, así que, mientras el presbítero pronunciaba el nombre del santo como: Sanctus Iacob, los feligreses creían escuchar una mixtura gutural semejante a Sanctiacob, que al vulgarizarse quedo simplemente Santiago, razón por la cual la iglesia no le agrega el San.

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