jueves, 9 de marzo de 2017

Estrategia de marketing

Entre la diversidad de personas que continuamente caminamos por el centro histórico de la ciudad es común encontrar por las anchas banquetas a gente de escasos recursos o con alguna discapacidad solicitando ayuda económica a los peatones. A veces tengo la impresión de que a ellos los vemos como si formaran parte de la escenografía del lugar, bueno, si es que los tomamos en cuenta, pues muchas veces de lo mal que andamos, como que al verlos y sensibilizarnos con su situación nuestro estado de ánimo se deprime aún más. Entonces mejor ni los miramos, pues nos sentimos peor de lo que ellos se ven.

Uno de esos días estando en la esquina a punto de cruzar la calle, vi a las afueras de cierta sucursal bancaria a un hombre en silla de ruedas, enmohecido por el disimulo de las personas, quien dormitaba por lo sofocado del calor del mediodía, junto a una de las llantas de su medio de transporte había un letrero escrito sobre la superficie de un cartón donde se leía: “Llevo quince años sin caminar”. Rostros anónimos iban y venían pasando a un lado de él, sin que nadie lo tomara en cuenta, más, por una hermosa casualidad del destino por ahí transitaba un estudiante de Mercadotecnia, quien se entristeció mucho al ver que la jícara donde se pretendía recibir la limosna, sólo contenía unas cuantas monedas. Sin hacer ruido el joven tomó el letrero, y con un plumón hizo ciertos trazos, después de ello se alejó sigilosamente.

Lo observé retirarse, mientras con asombro vi cómo una persona se inclinaba a depositar monedas, seguido de otros más que incluso hasta dejaban billetes en el recipiente de aquel hombre. Movido por el morbo fui hasta el letrero y puede cerciorarme que aquel muchacho puso en evidencia sus conocimientos de los efectos del mercado, ya que había modificado el texto de la siguiente manera: “Llevo quince años sin caminar por los verdes pastos y sentir la tierra bajo mis pies”.

Ese chico, además de ayudar al pordiosero, me enseña que todo éxito depende del cambio de tácticas, pues nunca vemos las cosas como son en realidad, las vemos como somos nosotros o como intentamos ser.

No hay comentarios: