miércoles, 13 de marzo de 2013

Bullying de oficina

Mucho se escribe y se habla en los medios masivos de información sobre el bullying que se manifiesta en las escuelas, durante la infancia, la adolescencia, en el barrio, el hogar y la oficina… sí, leyó correctamente, en las oficinas, esos sitios donde se hace y ordena el trabajo intelectual o de servicios públicos, ahí donde las personas son mayores de edad, lo cual no los exenta de continuar molestando, fastidiando, ser crueles y discriminatorios con sus compañeros, es más, ahora sus abusos son planeados tan inteligentemente que las agresiones llegan a tan letales que hasta se puede hacer que el agredido pierda su empleo, pues hablarán mal de él ante su jefe o simplemente le birlarán el mérito de sus ideas.

A veces me pregunto, ¿cuál será esa jodida intención del “compañero” de arruinar tu reputación tratando de evidenciar ante los demás que eres humano y por lo tanto te puedes equivocar con mayor facilidad? Porque no tranquilamente se sienta a tu lado y dialoga esos errores que has tenido, no, lo más seguro es que indiscretamente como especie de cuchicheo te pondrá en evidencia para que todos desconfíen de lo que haces, a continuación pongo en evidencia alguna serie de atropellamientos, que he sido testigo por el transitar laboral.

Las redes sociales son un divertimento, que en ambientes oficinistas se convierten en arma de ataque, pues si eres esa especie de cadáver conectado a Internet, ten la plena seguridad de que tu maligno colega no escatimará oportunidad para ventilar ante los demás, si tienes de contacto a altos funcionarios, que lo único que buscas es subir de escalafón y que en lugar de dedicarte a realizar las labores cotidianas te la pasas tuiteando y chateando por Facebook con ellos. Eso sin considerar los chismes que sacará a colación a partir de las fotos y frases que postees o que en plena reunión laboral haga alarde de tu vida en las redes sociales con tal de avergonzarte.

No hay peor compañero de trabajo como ese que se siente básico, es decir, el que se cree que domina la sinergia del quehacer en la dependencia, pero que ve en todos sus colegas a perfectos competidores que siempre están a la amenaza de usurparle el puesto, razón por la cual intentará siempre exhibir las debilidades de los demás; con tales actitudes nos podemos topar con jefes negados a promover a gente capaz por el simple pánico de que los destituyan o superen, secretarias exclusivas del patrón que por miedo a que el demás personal la supere, hacen hasta lo imposible por impedir que su superior reconozca los méritos de sus compañeras.

¿Recuerdas cuando en la escuela te aplicaban la ley del hielo? En tu empleo sufrirás las mismas reglas, nada más que ahora te van a congelar, aplicándote una especie de exilio laboral, donde no te harán partícipe de las actividades principales que la empresa realiza o excluyéndote del círculo de confianza del jefe; tal aislamiento no es más que una cruel táctica de intimidación que te colocará en la heladera del trabajo, haciéndote ver ante los demás como un inepto.

En la antigua serie de ciencia ficción Perdidos en el Espacio, existía un personaje llamado Doctor Smith, aparentemente éste lo consideraban como amigo los Robinson, pero lo único que intentaba con su supuesta amistad era llevar a cabo sus malignos intereses, así existen compañeritos en los centros laborales, quienes se muestran colaborativos en las actividades que emprendes, se ofrecen a realizar tus reportes, cubrirte mientras te ausentas, incluso realizarán las tareas que el patrón sólo a ti te encomienda, algunas veces sin preguntarte, más la cruel realidad es que intenta vilmente hacer ver una supuesta falta de responsabilidad y compromiso hacia la empresa de tu parte.

Ya para concluir, no puede faltar ese ladrón que durante el desayuno u hora del lunch, le comentaste sobre tus proyectos e ideas acerca de mejorar equis actividad, y que momentos más tarde en plena reunión con el patrón se las expone sin darte el menor crédito o en el peor de los casos, cuando las estás dando a conocer públicamente te arma un boicot, donde intenta demostrar que probablemente lo que dices puede llegar a convertirse en un fracaso para todos, lo cual te hará sentir culpable aún sin realizar lo que planeaste.

¿Cómo evitar el que nos hagan la vida un crucigrama? Algo tan simple y rutinario, estar siempre al pendiente de nuestras actividades y lo más importante, terminarlas a tiempo, si lo hacemos de esa forma, ten la plena seguridad de que nadie se entrometerá en las actividades propias de tu puesto. Además a esas personas perversas, tenemos que aceptar que las recordaremos siempre con cierto rencor y tristeza, pues su actuar hizo mella en nuestra formación profesional, más debemos estar alertas, pues existe la probabilidad de que en algún momento nosotros hagamos lo mismo motivados por las tres tentaciones latentes en todo empleo que son la ambición, el poder y la comodidad.

No hay comentarios: