jueves, 12 de junio de 2008

El arte de insultar

Cierta vez exponía las palabras que involucran el sentir para ser expresadas de verdad, esta vez toca el turno a aquellas que se suponen surgen del sentimiento, producto de la ira, odio o molestia por el agravio a nuestras garantías individuales, las expresamos con elocuente facilidad a pesar de que algunas veces sin saber lo que decimos, y me refiero al insulto, ese artilugio que tantas veces recurrimos para ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras obscenas, que nos hacen sentir deshogados cuando se citan en el momento preciso. A veces tenemos la idea de que lo único que hacemos bien es insultar, más hasta en ello tenemos una difusa idea de lo que es una ofensa verbal. A continuación extraigo del diccionario de mis pecados de obra y omisión un escaparate de tan altisonantes frases.

Pinché se le nombra a la persona que es auxiliar en la cocina de un barco, pero pronunciado con enojo significa ruin, tacaño, miserable o despreciable. Cabrón por su distinción zoológica se utiliza para llamarle así al macho de la cabra, también es empleado como una forma de referirse al tipo que es un rufián al traficar con prostitutas.

Ya aludido el oficio de meretriz, para este términos existen expresiones como piruja que en realidad no tienen ninguna relación, pues cuando se hace alusión, ciertamente se están refiriendo a la persona que no cumple con sus deberes religiosos o que la mujer es joven, libre y desenvuelta. Para aquellos que lo mismo es prostituta que trepadora, a lo mejor comparan a la persona con una planta o simplemente que asciende sin escrúpulos en la escala social, y bueno existen muchas personas que gracias al ejercicio de esta profesión han ascendido de estatus; si de ofensa se trata los hay elegantes como el de suripanta, cuyo origen se remonta a la forma fina que en 1866 empleaban para referirse a la mujer que actuaba en revistas de zarzuela.
A los hombres que experimentan placer sexual a través del esfínter anal, se les ha dicho de infinidad de formas, el más conocido es puto, que de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, se trata del hombre que tiene concúbito con persona de su sexo. Joto se ha utilizado como su equivalente, pero así se les llama también a los paquetes o pequeños bultos. Una expresión que guarda estrecha relación con la anterior es mayate que hace referencia al escarabajo de distintos colores y de vuelo regular, y es muy común que se emplee como apodo para señalar al hombre que se considera homosexual pasivo y que tienes relaciones sexuales con homosexuales activos.
Ojete en su sentido textual es una abertura diminuta y circular que se emplea para introducir cualquier cosa que afiance, como improperio es común expresarla en honor de aquellas personas malagradecidas, prepotentes y descortés. Casi semejante a esta acepción existe la frase culero que en sentido estricto tiene dos connotaciones, la primera hace referencia a una especie de bolsa de lienzo que se coloca a los bebés en su parte posterior para su limpieza, otra se refiere para llamar así a la mancha o desgaste de la parte trasera de un pantalón o calzón. Al conjunto de las dos nalgas o zona carnosa que rodea al ano se le llama vulgarmente culo, he aquí el por qué de la conjugación anterior.
Menso y tonto se refiere a aquella persona falta de entendimiento o razón, mientras que idiota se diferencia de estas palabras debido a que ésta se emplea también para señalar a alguien que padece de idiocia o trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénitas o adquiridas en las primeras edades de la vida. Estúpidos son los individuos que carecen de inteligencia; baboso es un molusco gasterópodo pulmonado que no tiene concha y que al arrastrarse deja hilillos de humedad, es común su empleo para llamar así a los tontos o mensos.
Pendejo, es el pelo que nace en el pubis y las ingles, en tono de molestia o desagrado es síntoma de idiotez o estupidez. Sangrón se dice de aquel que la emana en abundancia, también del que se aprovecha de los demás, especialmente de los más débiles. Mamón hace alusión al que todavía está mamando, por ahí existe mucha gente que a pesar de los años todavía ejecutan tal acción.
Buey, es el macho vacuno castrado, aquí en verdad da un poco de pena ajena escuchar el argot con el que la utilizan la juventud para referirse a sus amigos, y lo que es peor no lo dicen de forma correcta, a veces pronuncian “wey”, "güey" o “wee” dependiendo de la tribu urbana a la que pertenezcan.
Chingar, esta palabra posee la cualidad de ser polisémica gracias al sentido que se le otorgue, pues puede ser un agravio y también puede ser un halago; mendigo, pues ese si, es la persona que por hábito pide limosnas, y acentuándose en la letra “e” es cuando alguien resulta un verdadero infame.

Entre lo rústico de nuestro lenguaje no podía dejar de lado uno muy regional, me refiero a “Nango” que en el argot colimense se emplea para referirse a la persona que comete una tontería o es muy torpe en sus acciones. Esta palabra no está registrada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Pero en algunas partes del globo terráqueo la han utilizado con cierta cercanía en su escritura, por ejemplo la banda surafricana Juluka la citan en su canción llamada “Baba nango”; en Japón existe una cadena hotelera llamada Prince Nichinankaigan Nango Hotel y en Guatemala nango significa “la tierra de”, y se emplea para referirse a la procedencia geográfica de alguien.
Hace unos días fue bastante desafortunado ver como la televisión e Internet difundían un video en donde un político molesto ofendía a sus conciudadanos haciendo alusión a la memoria de sus madres, para que hacer escándalo de algo que es tan común en México, si Octavio Paz en “El laberinto de la soledad” varias veces escribe la palabra “chingar”, las novelas de José Agustín o los textos de Juan Villoro, hacen del lenguaje impropio un buen mal hablar, y por que no, un idioma sin groserías sería un idioma inacabado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una nueva forma de ver el insulto, esta genial.