jueves, 21 de septiembre de 2023

Testofobia.



El enemigo de los mexicanos, además de los penales y sus propios compatriotas, son los exámenes, ya sea escrito, impreso o digital, el examen es un rival fuerte que, con tan solo escucharlo, se nos pone la piel chinita o como vulgarmente se conoce, “de gallina”, ni se diga cuando lo estamos tratando de resolver, nos invade la transpiración en todos los recovecos anatómicos, de pronto se nos acaba el oxígeno, ocurre un accidente vial entre la sístole y la diástole, se bloquea el cerebro – ¡otra vez! -, se nos empieza a mover el mundo, y es que a nosotros los mexicanos, desde la infancia nos ha tocado bailar con la más fea, pues con tal de amedrentar esos ímpetus berrinchudos, los progenitores recurrían a la filosofía del miedo y nos asustaban con El Coco, El Robachicos, El Señor Tlacuache o El Ropavejero – ¡pinche Cri-Crí! -, las brujas, entre otras abominaciones basadas en personajes de relatos que hoy se consideran patrimonio nacional de la educación doméstica de nuestro país.

Y si a ello le agregamos que quienes ejercemos la profesión de la docencia, muchas de las veces elaboramos preguntas -bueno, si es que las sabemos plantear- que no seriamos capaces de responderlas ni nosotros mismos, además, algunos como saben del pánico que cunde entre el alumnado sobre el examen, pues lo utilizan al igual que los monstruos de los progenitores pa’ infundir miedo.  

Ese miedo a realizar exámenes a cualquier edad, es consecuencia del trinomio éxito-fracaso y competencia, que genera inseguridad. Uno piensa que vence al enemigo memorizando los contenidos a evaluar, obviamente si lograrás superarlo y obtendrás una calificación hasta de 10, pero de aprendizaje nada te quedará, lo que don Carlos de la Isla en su tiempo denominó como “Educación de Loros”, en donde el ave repite las palabras que escucha sin saber sus significados. 

En sí, los monstruos no crean el miedo, sino que el miedo es quien crea a los monstruos, basta con hacer memoria de cuántas mamás mexicanas con tal de que sus chamacos malcriados dejarán de serlo los amenazaban con regalárselos al Ropavejero. Imagino que por ello es que en el Himalaya existe el Yeti, en Escocia Nessi y en los mares el Kraken, todas fantasías creadas por el ser humano para tener al rebaño perplejo, pero los exámenes si existen, no le saque y aprenda bien antes de realizarlos y comprobaras que la testofobia, ese temor a los exámenes es tan solo parte de tus inseguridades.

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