jueves, 18 de febrero de 2021

¡Tengo ganas de estar bien!

A veces me preguntó si hubo gente que el 31 de diciembre del 2020 se planteó propósitos de año nuevo, los que han sido lectores de esto a lo que yo llamo artículos, saben de sobra que a mí ni me laten esos asuntos de fijarte metas que a las primeras de cambio se te olvidan o las mandas a la tiznada, por hueva, desmotivación o simplemente ya ni te importan. Y es que desde el arranque del 2021 no sabíamos ni que pex debido a la pinche incertidumbre, eso sí, por mi desamueblado cerebro ha habitado la idea -así como alucine de cigarro que causa risa- de qué haré cuando ya no exista el virus, digo, sí ni vacunados vamos a dejar de lado los hábitos de higiene y el cubrebocas, cómo será cuando ya no haya indicios del bicho, ¿extrañaremos nuestras casas con las series de Netflix y Disney plus? ¿Seguiremos horrorizándonos con el primer estornudo o ataque de tos que oigamos en la calle? ¿Dejaremos de ver al prójimo como una amenaza publica?


En algunos de esos sueños guajiros, me veo saboreando un tejuino bien sudado de lo helado, con un chingo de limón, sentado en la banca del Jardín de San Pancho o un yogurt de piña con apio y sus galletas Moña de los que venden en La Casa del Yogurt, sin miedo a que se te acerque alguien o se siente en la banca de enfrente, ¡qué chido! Sin ñáñaras ni distancia de por medio, la neta, bien rifado sería eso. Salir a la calle, con un titipuchal de ganas de estar bien, sentarte en alguna jardinera de la plaza o en la circunferencia de la fuente a sentir la brisa del agua que salpica al lado de mi pareja, volver a tomarle de la mano y robarle un beso en plena vía pública sin el estupor de recibir la excomunión social.

Así como lo dice el pibe de Alejandro Lerner, “tengo ganas de viajar en primera al corazón”, de que encuentres un lugar en estas letras, pero, sobre todo, quiero verlos sonreír de nuevo, sin el cubrebocas que oculta nuestras expresiones, y si eres de los que se propuso nuevas metas para este año, no las tires, sácalas del bote de la basura del olvido y desarruga los papelitos, vuélvelas a leer, pues aún te queda tiempo para ir tachando las que ya cumpliste sin darte cuenta, además de prepárate para las que aun te faltan.

No hay comentarios: