miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Eres mexicano o te hacen?


Hace unos años, cuando Timbiriche se encontraba en su etapa infantil cantaban una canción llamada “México”, con un arreglo tan britpop, que lo único mexicano eran las trompetas mariacheras que en algunos puentes musicales se escuchaban; lo rescatable era que gracias al deletreo “M, E, acento, X, I, C y O”, los chamacos de perdida sabían que el nombre de nuestro país lleva acento y se escribe con equis, si se pretendía fomentar cierta identificación con el país a través de esta composición, pues nomás no, si ni el Himno Nacional nos lo sabemos, ¿cómo una absurda interpretación lo iba a lograr?

Así de ridículo como el anterior intento por mexicanizarnos, el sábado pasado cuando la Selección Nacional olímpica le ganó a su similar de Brasil, obteniendo medalla de oro, lo cual hizo que me sintiera satisfecho, pues por fin se conseguía un triunfo en final de soccer, y como todos sabemos ni siquiera en los mundiales lo han hecho, motivo por el cual uno puede decir que era lo justo; lo injusto fue esa forma de querer manipular a las masas que los canales de televisión, radio y otros medios hacen de este triunfo.

Las exageradas crónicas de los comentaristas deportivos del canal donde vi el encuentro, además de pretensiosas evidenciaban esa intención de abusar hegemónicamente sobre la cultura del espectador, intentando infundir el sentido nacionalista con palabras como “este triunfo, nos hace sentir mexicanos”, “hoy es un sábado de gloria” o la peor de todas “los nuevos niños héroes”.

De estar en lo correcto lo que dicen en su verborrea a partir de este triunfo, las escuelas de nivel básico tendrían que incluir en las efemérides correspondientes al mes de agosto la hazaña olímpica de la selección azteca; cada once de agosto en plazas cívicas de escuelas, oficinas de gobierno y canchas de fútbol se rendirían homenaje a los Nuevos Niños Héroes, durante ese día por ser declarado glorioso, las campanas de todas las iglesias repicarían para conmemorar tan sagrada fecha; en los billetes de quinientos se sustituiría la imagen del pintor Diego Rivera por la de Luis Fernando Tena; al igual que con las películas de Pedro Infante en sus homenajes, el encuentro se retransmitiría cada año con tres repeticiones como ese día se hizo, todo gracias a esa manera de fomentar el fervor patrio.

La consigna para ser considerados como mexicanos según los cronistas deportivos es que al ganar la selección, debemos demostrar nuestra nacionalidad festejando, poniéndonos hasta las chanclas de borrachos con la cerveza patrocinadora, pues no hay Ley Seca que lo prohíba, olvidándonos de los problemas, ya mañana volveremos a ingeniárnosla para proporcionarle alimento a la familia; los desempleados, por el momento disfruten del triunfo como un logro más, tal vez dentro de tres meses por fin consigan el empleo que les remunerará medio salario al día; deudores estén tranquilos pues con la euforia sus acreedores los dejarán en paz, por lo tanto puede acudir al estanquillo de la esquina a comprar fiado los refrescos de cola, las papas fritas y el pan que los seleccionados consumen, además no olvide acudir cada quincena con su tarjeta de crédito a surtir la despensa en el supermercado oficial de la selección.

Es una pena que los atletas que ganaron medallas en otras disciplinas no motiven el fervor patriótico, será porque para los ojos comerciales no son deportes del dominio popular como lo es el balompié. Usted por lo pronto preocúpese de no engatusarse por los trucos publicitarios que en lugar de mexicanos quieren mejinacos, ¡no se deje, defienda su idiosincrasia!¿Eres mexicano o te hacen?

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