jueves, 15 de febrero de 2024

¡Viva Colima y na’más!



Mis amigos que se van a chambear a “Los”, así le dicen ellos a “Los Estados Unidos” o a Los Ángeles California, en donde se la rifan cosechando arándano, dándole mantenimiento a los invernaderos, limpiando casas, entre otras cosas, en ese país donde aún los circos exhiben animales, los Pingüinos y Gansitos llevan en sus empaques a los dibujitos que acá están prohibidos exhibir. Mis amigos, que extrañan el sabor de la Coca-Cola de estos lares, cuando se vienen pa’ su terruño, cargados con las maletas repletas de pedidos y un corazón atiborrado de nostalgia, lo más seguro es que para nada extrañaran ese glamour de los gringos.

Atrás dejaron todos esos sueños que alguna vez soñaron, todas esas vidas que allá vivieron, las mil y una noche que se enamoraron, los Días de Los Inocentes que en algunos meses alguien los hizo tener; mientras el avión aterriza, luego de mostrar su pasaporte en migración, llegan a nuestra amada y odiada ciudad, respiran ese aire envenenado por el tráfico con su polución, piden un taxi, viven la pesadilla de venir con un chófer fan de Bad Bunny, mientras los pinches audífonos tan enredados cual nudo gordiano, y, para colmo, sin merecerlo aún, reciben algunas mentadas gracias a la torpe pericia del taxista.

Ahora sí, están aquí estando, no como cuantas veces lo añoraron allá, sus pies vuelven a pisar la molacha banqueta en cuya infancia jugaron al Bebeleche que con gis o carbón llenos de ilusión trazaron, saben que les aguardan semanas insólitas, pero no se saben en Colima hasta que están ante los exquisitos sopitos picados que su madre les hizo. ¡Viva Colima y na’más!

No hay comentarios: