“Solamente lo barato,
se compra con el dinero”. Facundo Cabral
Muchas veces me hago esta pregunta, ¿Quién controla el dinero, nosotros a él o él a nosotros? Caigo en la interrogante cada vez que se acerca la quincena y empiezo a escuchar las quejas de que ya se exprimió la cartera o ha sido vaciado hasta el último quinto del cajero electrónico; cuando por fin llega el salario, somos felices por cuarentaiocho horas, es más, podemos presumir de solvencia económica, porque los que utilizamos el servicio de autotransporte público, nos llegamos a sentir tan pudientes que hasta lo despreciamos, optando viajar en taxi a pesar de que el trayecto sea corto.
Como ya lo mencioné tal felicidad es efímera, pues las tiendas de crédito se quedan con un 40%, los supermercados y establecimientos de abarrotes con otro 40%, un 10% las personas que nos fían y el 10% restante para gastos de imprevistos, los cuales curiosamente se presentan en los primeros tres días después de recibir el salario, dejándonos la cartera sólo con nuestras tarjetas de identificación y demás papelería que allí siempre portamos.
La verdad es que hemos regresado a la época de los metalistas, con la única diferencia que ahora ya no lo acuñamos, pues nuestra sociedad consumista nos ha ilustrado que el que más tiene, es el que más vale, para ello hay que gastar y comprar, pues poderoso caballero es Don Dinero, mientras el que se dedica a ahorrar es un tacaño.
Todo cuesta en esta vida, existe un precio para conservar las amistades, perpetuar el amor en pareja e inclusive hasta para el placer; un amigo solterón empedernido cierta vez en su charla se jactaba de forma ufana como gracias a la manera que tiene de tocar a las mujeres, una bailarina de table dance, había alcanzado el orgasmo en una sesión privada, le arruiné su ilusión al preguntarle si éste le había pagado, apresurado respondió que sí, entonces le dije que pagándoles a esas mujeres cuyo corazón es una caja registradora, cualquiera pude ser multiorgásmica.
Las religiones tampoco quedan exentas de la influencia monetaria, ¿acaso Jesús después de sus discursos solicitaba limosnas a sus seguidores? Si así hubiera sido, no tendría caso haber documentado el milagro de los panes y los peces. En algunos países la vida se puede dar y quitar por unas cuantas monedas, es muy sencillo ser asaltado por unos míseros pesos en el bolsillo al igual que aportar esa misma cantidad de dinero para una causa de beneficencia.
Desde la infancia nos inculcaron que el dinero debe de ser nuestra meta en la vida, es sinónimo de prosperidad y por lo tanto es inalcanzable, además que en su búsqueda uno debe de sufrir por él, pues para nadar en la abundancia primero hay que enlodarse en fango. Razón por la cual aquilatamos las acciones perversas que nos facilitan obtener dividendos en lugar de las buenas que nos hacen ver “débiles sentimentales”.
Lo que uno muestra a los demás es lo que se reconoce socialmente, si no tengo automóvil, casa propia y ropa fina, pues soy un mediocre perdedor conformista; además si me incrementan el salario, pues de tener a mi hijo en una escuela pública mejor lo inscribo en una privada, remodelo la casa o cambio de coche, para después continuar quejándome de que el sueldo no me alcanza.
Para el que gasta su tiempo en los días previos a la quincena, pensando cuándo nos pagarán, elucubrando que el patrón “jinetea” sus centavos atrasando el pago y obteniendo beneficios propios con los intereses que se generan, mejor disfrute de la grata compañía de los que le rodean, respire el aire de su hogar, gaste el tiempo con sus familiares, invierta en humor disfrutando de las torpezas que cometió durante el día platicándoselas a su pareja, para que desperdicien sus carcajadas juntos, el corazón de ambos se lo agradecerá, por favor no olvide que lo más valioso en la vida ni se compra, ni se vende.
Son una serie de artículos que ya han sido publicados en diversos periodícos locales.
miércoles, 24 de marzo de 2010
miércoles, 17 de marzo de 2010
Argüendes y mitotes
Por mi casa que es la de ustedes, ¿o será al revés? Viven dos señoras que probablemente pisan los setentas, una de ellas imagino que en sus años mozos gozaba de una robusta figura, pues sus enormes músculos de los hombros hoy en día lucen como ropa colgada al sol y cada movimiento de sus brazos vibran como gelatina, su nombre es Enriqueta, pero todo mundo le dice “Doña Queta”, otra particularidad de ella es que siempre porta un mandil con pechera y dos bolsas delanteras en donde guarda su rosario y el monedero, curiosamente cada vez que se expresa mal de alguien o escucha decir un improperio, su mano derecha se introduce donde lleva el rosario y los dedos aprietan el crucifijo como una especie de acto de contrición.
La otra mujer es tan delgada que parece frágil, uno piensa al mirarla que si se llega a caer pudiese hacerse añicos del golpe, ella seis días de la semana usa batas con bordados de flores y cuello cuadrado, el único día que no las usa son los domingos, pues tiene que asistir a misa y procura ir con sus mejores galas; porta gafas con micas tipo fondo de botella que le dan a sus ojos una apariencia oriental, su nombre es Josefina del Rosario, y en el barrio la conocen como Chepa Chayo.
Todas las mañanas salen a barrer las fachadas de sus respectivos hogares, en cada momento suspenden su labor y se acercan para analizar el acontecer diario de sus vecinos, los disectan, desmenuzan para después volver a armarlos, en esa auscultación algunos dejan en alto sus virtudes y cualidades positivas, otros son arrojados al infierno por sus vicios, defectos y costumbres negativas.
Por ejemplo la impúdica vecina del 312, que es bailarina de un Table Dance, y todas las tardes cuando se va a desempeñarse laboralmente sale a parar taxi con sus ropas de trabajo, o sea, sostén y hotshort de lentejuela, además tiene un hijo de seis años que comparte preescolar con sus nietecitos de ambas ancianitas, lo que a ellas esta vez atrajo su atención, fue que hace unos días en la escuela se aplicó una encuesta socioeconómica, y cuando las educadoras preguntaron por la profesión de su madre, el niño de forma inocente respondió, “mi mami trabaja de puta”, los nietos de estas longevas escucharon la nueva frase, y ese día cuando comían con sus respectivos progenitores, les preguntaron sobre la definición del empleo citado por el chamaco; causando una profunda admiración con tintes de escándalo, razón por la cual esa mañana era tema de conversación de ambas.
Tal vínculo, las hizo relacionar la charla con Emilia, otra madre soltera que vive en un pequeño cuarto de apenas metro cuadrado, el cual le renta Doña Monilla, una octogenaria que al crecer sus nueve hijos se fueron casando y desalojando las habitaciones que con esfuerzo construyó gracias a la venta de tamales, entonces para subsistir se ve en la necesidad de rentarlos como una especie de casa de huéspedes; la vida de Emilia ha sido muy triste y precaria, a los 13 años fue violada por su padrastro, la madre de ésta al darse cuenta la corre del hogar familiar, ella embarazada se dedicó a diversos oficios, en todos no pudo durar mucho, pues los patrones no querían hacerse responsables de cubrir los gastos de maternidad.
Cierta ocasión que el circo se instaló por la inmediaciones, ella se ofreció de voluntaria para hacer la limpieza de los animales, ahí conoció al anciano payaso “Papelito”, este al verla se compadeció y le enseñó algunos trucos de su profesión a cambio de que le lustrara todos los días antes de cada función los enormes zapatos de clown. Cuando el circo se retiró, Emilia dio inicio a su espectáculo de payasita acompañada de su hijo por las diversas calles del centro histórico de la ciudad y en las principales rutas de autotransporte. Lo que causaba admiración a las mujeres es que a pesar de lo crítico de su situación económica, Emilio su primogénito asistía a clases de preescolar a una prestigiada escuela privada.
Asegurando que cuando este creciera de seguro se avergonzaría de la madre, imaginaban un futuro drama tan novelesco cual si lo hubiera escrito Doña Yolanda Vargas Dulché de la Parra. Si de hecho, el niño ya comenta a sus compañeritos que la mujer que lo va a recoger a la salida es la trabajadora doméstica, ahora qué será cuando tenga dieciocho años, de seguro no le dirigirá la palabra en la vía pública.
Luego se le ocurrió a Queta tratar el asunto de Ulises, el hijo de Petronila la intendente de la escuela primaria, pues éste acababa de salir de un centro de rehabilitación, por su afición a las bebidas embriagantes, tratando evitar caer en una justificación, recordó las palabras de Horacio su difunto marido, el cual siempre que observaba a los teporochitos en la calle comentaba, “todos los que son borrachos, no son por el gusto de serlo, solamente Dios conoce el alma que palpita en cada ebrio”; y ahora resulta que además de borrachín es cocainómano, entonces Chepa Chayo, comentó que en esos sitios entran hombres y salen animales, pues algunos se vuelven pericos, simultáneamente sueltan una enorme carcajada que disipa la seriedad del ambiente.
Al terminar de barrer, regresan a sus respectivos hogares y en el almuerzo con sus familiares siempre eran tema de conversación las actitudes que ambas habían denotado esa mañana, la cual variaba desde una crítica constructiva hasta destructiva, pero eso sí, respetando la amistad que las unía, y así es todos los días excepto los domingos que es fiesta de guardar.
La otra mujer es tan delgada que parece frágil, uno piensa al mirarla que si se llega a caer pudiese hacerse añicos del golpe, ella seis días de la semana usa batas con bordados de flores y cuello cuadrado, el único día que no las usa son los domingos, pues tiene que asistir a misa y procura ir con sus mejores galas; porta gafas con micas tipo fondo de botella que le dan a sus ojos una apariencia oriental, su nombre es Josefina del Rosario, y en el barrio la conocen como Chepa Chayo.
Todas las mañanas salen a barrer las fachadas de sus respectivos hogares, en cada momento suspenden su labor y se acercan para analizar el acontecer diario de sus vecinos, los disectan, desmenuzan para después volver a armarlos, en esa auscultación algunos dejan en alto sus virtudes y cualidades positivas, otros son arrojados al infierno por sus vicios, defectos y costumbres negativas.
Por ejemplo la impúdica vecina del 312, que es bailarina de un Table Dance, y todas las tardes cuando se va a desempeñarse laboralmente sale a parar taxi con sus ropas de trabajo, o sea, sostén y hotshort de lentejuela, además tiene un hijo de seis años que comparte preescolar con sus nietecitos de ambas ancianitas, lo que a ellas esta vez atrajo su atención, fue que hace unos días en la escuela se aplicó una encuesta socioeconómica, y cuando las educadoras preguntaron por la profesión de su madre, el niño de forma inocente respondió, “mi mami trabaja de puta”, los nietos de estas longevas escucharon la nueva frase, y ese día cuando comían con sus respectivos progenitores, les preguntaron sobre la definición del empleo citado por el chamaco; causando una profunda admiración con tintes de escándalo, razón por la cual esa mañana era tema de conversación de ambas.
Tal vínculo, las hizo relacionar la charla con Emilia, otra madre soltera que vive en un pequeño cuarto de apenas metro cuadrado, el cual le renta Doña Monilla, una octogenaria que al crecer sus nueve hijos se fueron casando y desalojando las habitaciones que con esfuerzo construyó gracias a la venta de tamales, entonces para subsistir se ve en la necesidad de rentarlos como una especie de casa de huéspedes; la vida de Emilia ha sido muy triste y precaria, a los 13 años fue violada por su padrastro, la madre de ésta al darse cuenta la corre del hogar familiar, ella embarazada se dedicó a diversos oficios, en todos no pudo durar mucho, pues los patrones no querían hacerse responsables de cubrir los gastos de maternidad.
Cierta ocasión que el circo se instaló por la inmediaciones, ella se ofreció de voluntaria para hacer la limpieza de los animales, ahí conoció al anciano payaso “Papelito”, este al verla se compadeció y le enseñó algunos trucos de su profesión a cambio de que le lustrara todos los días antes de cada función los enormes zapatos de clown. Cuando el circo se retiró, Emilia dio inicio a su espectáculo de payasita acompañada de su hijo por las diversas calles del centro histórico de la ciudad y en las principales rutas de autotransporte. Lo que causaba admiración a las mujeres es que a pesar de lo crítico de su situación económica, Emilio su primogénito asistía a clases de preescolar a una prestigiada escuela privada.
Asegurando que cuando este creciera de seguro se avergonzaría de la madre, imaginaban un futuro drama tan novelesco cual si lo hubiera escrito Doña Yolanda Vargas Dulché de la Parra. Si de hecho, el niño ya comenta a sus compañeritos que la mujer que lo va a recoger a la salida es la trabajadora doméstica, ahora qué será cuando tenga dieciocho años, de seguro no le dirigirá la palabra en la vía pública.
Luego se le ocurrió a Queta tratar el asunto de Ulises, el hijo de Petronila la intendente de la escuela primaria, pues éste acababa de salir de un centro de rehabilitación, por su afición a las bebidas embriagantes, tratando evitar caer en una justificación, recordó las palabras de Horacio su difunto marido, el cual siempre que observaba a los teporochitos en la calle comentaba, “todos los que son borrachos, no son por el gusto de serlo, solamente Dios conoce el alma que palpita en cada ebrio”; y ahora resulta que además de borrachín es cocainómano, entonces Chepa Chayo, comentó que en esos sitios entran hombres y salen animales, pues algunos se vuelven pericos, simultáneamente sueltan una enorme carcajada que disipa la seriedad del ambiente.
Al terminar de barrer, regresan a sus respectivos hogares y en el almuerzo con sus familiares siempre eran tema de conversación las actitudes que ambas habían denotado esa mañana, la cual variaba desde una crítica constructiva hasta destructiva, pero eso sí, respetando la amistad que las unía, y así es todos los días excepto los domingos que es fiesta de guardar.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Influencia cinéfila
Una colega profesora cierto día al encontrarnos por los pasillos en el intercambio de clases me preguntó sobre cuáles habían sido las películas que impactaron en mi vida al grado de que modificara ciertas conductas, pues la verdad en ese momento me cayó en gracia tal cuestionamiento, es más le dije que ni leyendo de forma obligatoria en la facultad donde hice mis estudios de licenciatura “Juventud en Éxtasis” y su respectiva secuela alteré costumbres necias y caducas que poseo.
Durante la noche con la cabeza sobre la almohada, horas antes de que la llenara de escurrimiento salival, empecé a recordar lo sucedido y analizando la interrogante de mi compañera docente, recordé que sí existen algunas producciones cinematográficas que alteraron mi personalidad, por ejemplo gracias a la magia del cine es como un simple mango de escoba podía llegar a convertirse en espada, entonces uno puede emular al Robin Hood de Errol Flynn o evolucionar varios siglos tecnológicos y convertirla en un sable láser como el de Luke Skywalker.
Durante la adolescencia cuando te llegan esos ataques o crisis de identidad y reniegas de los padres que la dichosa madre naturaleza te otorgó como progenitores, el filme de “Volver al futuro” (Back to the Future) de Robert Zemeckis, me hizo entrar en razón, pues a esa edad tenía el alucine de crear una máquina del tiempo e ir al pasado para tratar de evitar que mis futuros papás se conocieran y así nacer en otra familia un poco mejor. Pues de no haber sido por la trama de ésta película, no habría comprendido que haciéndolo de esa forma lo único que lograría es destruirme y dejar de existir.
Las funciones de cine a media noche que una conocida sala exhibía todos los días a partir de las veintitrés horas, provocaron que el género sicalíptico me decepcionara, pues desde el primero de los filmes que observé, descubrí que carecían de trama, es decir, puro sexo explícito y nada de argumento. La pornografía en la adolescencia es fácil de conseguir, sólo basta sobornar al voceador para que te venda una completa dotación de revistas de adultos, entonces, ¿por qué acudir de forma clandestina a un espacio donde se supone que uno reconoce la importancia de los guiones cinematográficos?
Caso contrario, cómo no olvidar la carga de erotismo que se convirtió posteriormente en ciertas prácticas impropias de la sexualidad, gracias a esa perversa combinación de sangre, terror y mordidas que al celuloide trajo la película “El Ansia” (The Hunger) dirigida magistralmente por Tony Scott, y que en mis experiencias oníricas nocturnas repetía hasta el cansancio la imagen de una Catherine Deneuve sedienta de placer y apetito por los mortales; hoy en verdad da vergüenza como los jóvenes se desviven por una especie de vampiros que entremezclan a los chicos de High School y el Conde Pátula, en esa bazofia denominada “Crepúsculo” (Twilight).
Otros filmes más han permeado mi personalidad, por ejemplo la versión moderna de Pinocho, "Inteligencia Artificial" (Artificial Intelligence: A. I:) de Spielberg, donde reafirmo mi complejo de Edipo, haciéndome añorar estar con mi madre más tiempo; la bien lograda obra de Guillermo Del Toro, “El laberinto del Fauno” narrada en dos escenarios que convergen en la imaginación y fantasía del personaje y que me recordó gran parte de mi infancia, cuando pasaba horas y horas fraguando historias fantásticas, donde el protagonista era yo.
Ahora resulta nefasto ir al cine, pues es casi imposible el disfrute de la película, si a un lado se encuentra el pelele que ya la vio en DVD pirata, y se le ocurre estar platicándola a su novia creyendo que la está engañando con sus dotes de inteligencia, pues de forma ufana adivina lo que hará el personaje principal; igual de pésimo la mujer que se la pasa preguntando a sus acompañantes la trama del guión cinematográfico en plena función, ¡hágame el favor! Además de ser pendeja, lo presume a todos los asistentes.
Otra desmotivadora razón es que ahora casi todos los filmes taquilleros los quieran doblar en nuestro idioma; cuando son infantiles se sobre entiende, pero cuando son para todo público, como que le restan originalidad; además de la pobreza del doblaje en castellano por otros países latinoamericanos, en este asunto sí me declaro racista, y me atrevo a asegurar que el mejor doblaje es cuando nuestros compatriotas les dan su mexicanismo toque a los personajes de dibujos animados, para muestra comparen las versiones de Shreck en su idioma original y en el nuestro, de seguro me darán la razón.
En lo único que difiero, es en el doblaje que Fher Olvera de Maná hizo para la edición nacional del magistral film de Disney “La tierra” (Earth), pues de forma pésima con su clásico tono fresón y “chavo de onda”, que a su edad ya no le queda, narra el desarrollo de la película, lo cual para mi gusto se oye patético.
Estas y otras justificantes han hecho que me ausente de las salas de cine y prefiera esperar a que salgan en formato DVD, lo único malo es que tengo que verlas después de las once de la noche, pues durante el día, que son ideales para mí, como los fines de semana, no falta algún promotor religioso que toque a la puerta con el propósito de captar mis neuronas para su banco de masas encefálicas o la visita inesperada de cierto familiar con todo y sus inquietos retoños, que distraiga la atención, echando a perder la función privada y por ende el disfrute.
Durante la noche con la cabeza sobre la almohada, horas antes de que la llenara de escurrimiento salival, empecé a recordar lo sucedido y analizando la interrogante de mi compañera docente, recordé que sí existen algunas producciones cinematográficas que alteraron mi personalidad, por ejemplo gracias a la magia del cine es como un simple mango de escoba podía llegar a convertirse en espada, entonces uno puede emular al Robin Hood de Errol Flynn o evolucionar varios siglos tecnológicos y convertirla en un sable láser como el de Luke Skywalker.
Durante la adolescencia cuando te llegan esos ataques o crisis de identidad y reniegas de los padres que la dichosa madre naturaleza te otorgó como progenitores, el filme de “Volver al futuro” (Back to the Future) de Robert Zemeckis, me hizo entrar en razón, pues a esa edad tenía el alucine de crear una máquina del tiempo e ir al pasado para tratar de evitar que mis futuros papás se conocieran y así nacer en otra familia un poco mejor. Pues de no haber sido por la trama de ésta película, no habría comprendido que haciéndolo de esa forma lo único que lograría es destruirme y dejar de existir.
Las funciones de cine a media noche que una conocida sala exhibía todos los días a partir de las veintitrés horas, provocaron que el género sicalíptico me decepcionara, pues desde el primero de los filmes que observé, descubrí que carecían de trama, es decir, puro sexo explícito y nada de argumento. La pornografía en la adolescencia es fácil de conseguir, sólo basta sobornar al voceador para que te venda una completa dotación de revistas de adultos, entonces, ¿por qué acudir de forma clandestina a un espacio donde se supone que uno reconoce la importancia de los guiones cinematográficos?
Caso contrario, cómo no olvidar la carga de erotismo que se convirtió posteriormente en ciertas prácticas impropias de la sexualidad, gracias a esa perversa combinación de sangre, terror y mordidas que al celuloide trajo la película “El Ansia” (The Hunger) dirigida magistralmente por Tony Scott, y que en mis experiencias oníricas nocturnas repetía hasta el cansancio la imagen de una Catherine Deneuve sedienta de placer y apetito por los mortales; hoy en verdad da vergüenza como los jóvenes se desviven por una especie de vampiros que entremezclan a los chicos de High School y el Conde Pátula, en esa bazofia denominada “Crepúsculo” (Twilight).
Otros filmes más han permeado mi personalidad, por ejemplo la versión moderna de Pinocho, "Inteligencia Artificial" (Artificial Intelligence: A. I:) de Spielberg, donde reafirmo mi complejo de Edipo, haciéndome añorar estar con mi madre más tiempo; la bien lograda obra de Guillermo Del Toro, “El laberinto del Fauno” narrada en dos escenarios que convergen en la imaginación y fantasía del personaje y que me recordó gran parte de mi infancia, cuando pasaba horas y horas fraguando historias fantásticas, donde el protagonista era yo.
Ahora resulta nefasto ir al cine, pues es casi imposible el disfrute de la película, si a un lado se encuentra el pelele que ya la vio en DVD pirata, y se le ocurre estar platicándola a su novia creyendo que la está engañando con sus dotes de inteligencia, pues de forma ufana adivina lo que hará el personaje principal; igual de pésimo la mujer que se la pasa preguntando a sus acompañantes la trama del guión cinematográfico en plena función, ¡hágame el favor! Además de ser pendeja, lo presume a todos los asistentes.
Otra desmotivadora razón es que ahora casi todos los filmes taquilleros los quieran doblar en nuestro idioma; cuando son infantiles se sobre entiende, pero cuando son para todo público, como que le restan originalidad; además de la pobreza del doblaje en castellano por otros países latinoamericanos, en este asunto sí me declaro racista, y me atrevo a asegurar que el mejor doblaje es cuando nuestros compatriotas les dan su mexicanismo toque a los personajes de dibujos animados, para muestra comparen las versiones de Shreck en su idioma original y en el nuestro, de seguro me darán la razón.
En lo único que difiero, es en el doblaje que Fher Olvera de Maná hizo para la edición nacional del magistral film de Disney “La tierra” (Earth), pues de forma pésima con su clásico tono fresón y “chavo de onda”, que a su edad ya no le queda, narra el desarrollo de la película, lo cual para mi gusto se oye patético.
Estas y otras justificantes han hecho que me ausente de las salas de cine y prefiera esperar a que salgan en formato DVD, lo único malo es que tengo que verlas después de las once de la noche, pues durante el día, que son ideales para mí, como los fines de semana, no falta algún promotor religioso que toque a la puerta con el propósito de captar mis neuronas para su banco de masas encefálicas o la visita inesperada de cierto familiar con todo y sus inquietos retoños, que distraiga la atención, echando a perder la función privada y por ende el disfrute.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Con todo el alma
"Si yo encontrará un alma como la mía,
cuantas cosas secretas le contaría." María Grever
Mucho se ha hablado del alma, se han escrito poemas, canciones, tratados, discursos e incluso ha sido punto de discusiones científicas. En Internet existen 28,800,000 sitios en español que abordan el tema sobre el alma; es más hasta la psicología debe su existencia a ella, gracias al término “Psique” o “psycho”, que significa soplido, alusivo a ese último aliento que el humano exhala minutos antes de morir, y que con el paso del tiempo los griegos imaginaron algo antropomorfo con alas, semejante a una mariposa, que en la literatura griega Homero denomina psyché, y que se trata de una diminuta mariposilla que sale de la boca del que muere.
En la antigua Italia, el alma adquiere otra connotación, al ser llamada ánima, el significado es semejante al de los griegos, con la única diferencia de que por tratarse de algo que se encuentra en movimiento también atañe a los animales, es decir, también ellos poseen alma.
Por el año de 1927, el médico y científico Douglas MacDougall, descubrió que el individuo después de morir perdía veintiún gramos, este hecho lo atribuyó a la existencia del alma, pues en los animales no ocurría lo mismo, coincidiendo con las teorías de diversos filósofos griegos, en la cual afirmaban que sólo los humanos poseemos alma, gracias a esa capacidad de soñar.
Años más adelante un grupo de hombres de ciencia, determinaron que esos 21 gramos que se pierden al morir, son debido al aire que exhala el cuerpo humano cuando ninguno de sus órganos funciona o simplemente porque los esfínteres se relajan; tal hipótesis quedó descartada cuando se descubrió que los gases no son tan pesados.
Hace unos años se determinó que ese peso que se llegó a considerar alma o espíritu es producto de la fuerza muscular que realiza el corazón para que la sangre fluya por nuestro organismo, esto significa que por cada palpitación se genera un esfuerzo equivalente a 21 gramos y cuando este músculo deja de cumplir con sus funciones, de forma automática se pierde ese peso.
Tal idea sirvió de inspiración para que Guillermo Arriaga escribiera un texto que valiera de pretexto a Alejandro González Iñárritu para realizar una película en el 2003 con el nombre de “21 Gramos”, cinta que a mi gusto no fue del toda satisfactoria, pues volvió a la fórmula del film “Amores perros”, donde el espectador se siente inteligente, al ser capaz de armar la trama y comprender la intención de cada personaje según los fragmentos que se van proyectando a lo largo de la película.
Hoy no se descarta la existencia del alma, pues según los medios de difusión masivos, hasta los países poseen una; de acuerdo a la religión, también las hay perdidas, otras que se encuentran en el purgatorio y algunas salvadas, bueno la única documentada en la Biblia que conozco, es la del ladrón que se arrepiente de sus pecados ante Jesús durante la crucifixión, de allí en más creo que no tengo noción de otra.
Existe un alma difícil de encontrar, es aquella persona que será nuestro complemento, la que se compenetra con uno y que en algún remoto lugar de este mundo se encuentra, o sea, el alma gemela, y esa sí que cuesta trabajo encontrarla, muchos invierten parte de su vida sentimental en tratar de hallarla, algunos engañados se casan con la primera persona que se topan, deslumbrados por el glamour y lo sofisticado de sus aparentes modos de vivir. Al final los dejan vacíos y secos gracias a las vicisitudes del divorcio, y en el triste de los casos hasta causando daños a terceros, es decir, a los hijos que ninguna culpa tienen.
Algunas personas en su eterna búsqueda, el avance de la edad les gana, y a pesar de ser otoñales, en su corazón se continúa abrigando la esperanza de encontrar esa otra parte de ellos que se convertirá en el compañero ideal “para toda la vida”. Pero como dice el roquero argentino Fito Paez, “la soledad es la ecuación de la vida moderna”, en parte tiene razón, nacimos solos y así vamos a morir, cuando llegue nuestro deceso si es que poseemos alma ni con ella nos vamos a quedar y el corazón que ejercía los 21 gramos de presión dejará de hacerlo dejándonos inerte como hasta ahora.
cuantas cosas secretas le contaría." María Grever
Mucho se ha hablado del alma, se han escrito poemas, canciones, tratados, discursos e incluso ha sido punto de discusiones científicas. En Internet existen 28,800,000 sitios en español que abordan el tema sobre el alma; es más hasta la psicología debe su existencia a ella, gracias al término “Psique” o “psycho”, que significa soplido, alusivo a ese último aliento que el humano exhala minutos antes de morir, y que con el paso del tiempo los griegos imaginaron algo antropomorfo con alas, semejante a una mariposa, que en la literatura griega Homero denomina psyché, y que se trata de una diminuta mariposilla que sale de la boca del que muere.
En la antigua Italia, el alma adquiere otra connotación, al ser llamada ánima, el significado es semejante al de los griegos, con la única diferencia de que por tratarse de algo que se encuentra en movimiento también atañe a los animales, es decir, también ellos poseen alma.
Por el año de 1927, el médico y científico Douglas MacDougall, descubrió que el individuo después de morir perdía veintiún gramos, este hecho lo atribuyó a la existencia del alma, pues en los animales no ocurría lo mismo, coincidiendo con las teorías de diversos filósofos griegos, en la cual afirmaban que sólo los humanos poseemos alma, gracias a esa capacidad de soñar.
Años más adelante un grupo de hombres de ciencia, determinaron que esos 21 gramos que se pierden al morir, son debido al aire que exhala el cuerpo humano cuando ninguno de sus órganos funciona o simplemente porque los esfínteres se relajan; tal hipótesis quedó descartada cuando se descubrió que los gases no son tan pesados.
Hace unos años se determinó que ese peso que se llegó a considerar alma o espíritu es producto de la fuerza muscular que realiza el corazón para que la sangre fluya por nuestro organismo, esto significa que por cada palpitación se genera un esfuerzo equivalente a 21 gramos y cuando este músculo deja de cumplir con sus funciones, de forma automática se pierde ese peso.
Tal idea sirvió de inspiración para que Guillermo Arriaga escribiera un texto que valiera de pretexto a Alejandro González Iñárritu para realizar una película en el 2003 con el nombre de “21 Gramos”, cinta que a mi gusto no fue del toda satisfactoria, pues volvió a la fórmula del film “Amores perros”, donde el espectador se siente inteligente, al ser capaz de armar la trama y comprender la intención de cada personaje según los fragmentos que se van proyectando a lo largo de la película.
Hoy no se descarta la existencia del alma, pues según los medios de difusión masivos, hasta los países poseen una; de acuerdo a la religión, también las hay perdidas, otras que se encuentran en el purgatorio y algunas salvadas, bueno la única documentada en la Biblia que conozco, es la del ladrón que se arrepiente de sus pecados ante Jesús durante la crucifixión, de allí en más creo que no tengo noción de otra.
Existe un alma difícil de encontrar, es aquella persona que será nuestro complemento, la que se compenetra con uno y que en algún remoto lugar de este mundo se encuentra, o sea, el alma gemela, y esa sí que cuesta trabajo encontrarla, muchos invierten parte de su vida sentimental en tratar de hallarla, algunos engañados se casan con la primera persona que se topan, deslumbrados por el glamour y lo sofisticado de sus aparentes modos de vivir. Al final los dejan vacíos y secos gracias a las vicisitudes del divorcio, y en el triste de los casos hasta causando daños a terceros, es decir, a los hijos que ninguna culpa tienen.
Algunas personas en su eterna búsqueda, el avance de la edad les gana, y a pesar de ser otoñales, en su corazón se continúa abrigando la esperanza de encontrar esa otra parte de ellos que se convertirá en el compañero ideal “para toda la vida”. Pero como dice el roquero argentino Fito Paez, “la soledad es la ecuación de la vida moderna”, en parte tiene razón, nacimos solos y así vamos a morir, cuando llegue nuestro deceso si es que poseemos alma ni con ella nos vamos a quedar y el corazón que ejercía los 21 gramos de presión dejará de hacerlo dejándonos inerte como hasta ahora.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Cibervenganza
“No basta solo con una vida
para odiarte como yo te pude amar
los ángeles anuncian la venganza”. Los Fabulosos Cadillacs
Dicen que la venganza es un platillo que se sirve frío y se come despacio, igual también se le ha llegado a considerar el manjar de los dioses, por lo del disfrute de quien la ejecuta o que es dulce su sabor, ¿a qué voy con todas estas citas? Resulta que de forma reciente se ha suscitado un fenómeno por internet donde un sujeto agredido por equis razones redacta un correo electrónico con los datos personales de otro a quien busca perjudicar, adjuntando las fotografías que de forma inocente éste subió a su facebook, myspace o metroFLOG; con el propósito de convertirlo en una especie de cadenita, en donde lo acusa de ser un violador, pervertido, traidor, embustero, en pocas palabras un individuo despreciable y enemigo de nuestra sociedad o en el más cruel de los casos que padece cierta enfermedad incurable y de fácil transmisión.
Me pregunto al respecto, ¿quién es la madre de esta persona, que le inculcó ese tipo de hábitos? ¿Cuál es su religión o su dios? Hacer esto, es no tener escrúpulos, es como dicen por ahí, “tirar la piedra y esconder la mano”, qué no tiene las suficientes agallas para enfrentar de forma directa al que busca perjudicar para resolver sus diferencias. ¿Acaso tiene miedo que se le denuncie por difamación? Pues si está tan seguro de lo que dice en su escrito, que se remita a las pruebas o evidencias, pero lo más seguro es que no las tenga.
El afectado muchas de las veces se percata del daño a su imagen pública, ya que el correo electrónico lleva bastante tiempo circulando en el espacio virtual, mientras infinidad de usuarios lo distribuyeron por todo el país e incluso hasta al extranjero; mientras la reputación e integridad del sujeto por el subsuelo. De seguro en su trabajo, escuela o hasta en el hogar lo irán marginando al punto de aplicarle una especie de racismo.
Es como si volviéramos a la época del viejo testamento con los enfermos de lepra, que cita el libro de Levítico, en los capítulos 13 y 14 de las “Sagradas Escrituras”, nada más que ahora el cartel no lo llevan los afectados, nosotros se los colocamos con nuestras murmuraciones, repugnancias y asco.
¿Cómo parar esos terribles mensajes? Primero no lo reenvíes, abstente a formar parte del daño, evita ser cómplice de alguien que ni siquiera conoces, además no peques de ignorante, pues si se trata de un violador de verdad, ¿dónde está el número de denuncia de parte del ministerio público? Si es un portador de alguna enfermedad incurable, ¿Cuál es la clínica que certifica que así los es? Como ustedes saben, cuando se trata de esa clase de enfermos, las instituciones médicas por su alto sentido ético y social, prefieren mantener en el anonimato y bajo su control a esos pacientes, si es uno que aún no ha sido detectado, ¿cómo jodido se enteró la persona que hizo el E-mail?
Por otro lado, lo más posible es que quien concibió el correo, utilizó una dirección falsa y aprovechando que existen usuarios neófitos en el uso del ciberespacio, y que gracias a su poca experiencia ni por un momento se la piensan en abrir mensajes de destinatarios desconocidos, simplemente los abren, leen su contenido, se escandalizan y le dan reenviar a sus contactos, dizque para enterarlos o prevenirlos de que caigan en las garras de tales sujetos.
Algunos receptores pese a que son hábiles en la internet, por simple morbosidad o sentirse parte de un núcleo se solidarizan con esta terrible causa dándole reenviar. Como dicen por ahí “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, ¡por favor no sea cuatrero!
Es una pena que gente enferma de rencor lleve la venganza a tales extremos, y más triste es que uno por sentirse parte de la comunidad “moderna” que a diario contribuye a las estadísticas del uso de la internet, forme parte de esa actividad deleznable. ¿Qué sucedería si a ti te aplicaran esa táctica? De seguro la clasificarías como una cibergüenzada, perdón sin vergüenzada.
para odiarte como yo te pude amar
los ángeles anuncian la venganza”. Los Fabulosos Cadillacs
Dicen que la venganza es un platillo que se sirve frío y se come despacio, igual también se le ha llegado a considerar el manjar de los dioses, por lo del disfrute de quien la ejecuta o que es dulce su sabor, ¿a qué voy con todas estas citas? Resulta que de forma reciente se ha suscitado un fenómeno por internet donde un sujeto agredido por equis razones redacta un correo electrónico con los datos personales de otro a quien busca perjudicar, adjuntando las fotografías que de forma inocente éste subió a su facebook, myspace o metroFLOG; con el propósito de convertirlo en una especie de cadenita, en donde lo acusa de ser un violador, pervertido, traidor, embustero, en pocas palabras un individuo despreciable y enemigo de nuestra sociedad o en el más cruel de los casos que padece cierta enfermedad incurable y de fácil transmisión.
Me pregunto al respecto, ¿quién es la madre de esta persona, que le inculcó ese tipo de hábitos? ¿Cuál es su religión o su dios? Hacer esto, es no tener escrúpulos, es como dicen por ahí, “tirar la piedra y esconder la mano”, qué no tiene las suficientes agallas para enfrentar de forma directa al que busca perjudicar para resolver sus diferencias. ¿Acaso tiene miedo que se le denuncie por difamación? Pues si está tan seguro de lo que dice en su escrito, que se remita a las pruebas o evidencias, pero lo más seguro es que no las tenga.
El afectado muchas de las veces se percata del daño a su imagen pública, ya que el correo electrónico lleva bastante tiempo circulando en el espacio virtual, mientras infinidad de usuarios lo distribuyeron por todo el país e incluso hasta al extranjero; mientras la reputación e integridad del sujeto por el subsuelo. De seguro en su trabajo, escuela o hasta en el hogar lo irán marginando al punto de aplicarle una especie de racismo.
Es como si volviéramos a la época del viejo testamento con los enfermos de lepra, que cita el libro de Levítico, en los capítulos 13 y 14 de las “Sagradas Escrituras”, nada más que ahora el cartel no lo llevan los afectados, nosotros se los colocamos con nuestras murmuraciones, repugnancias y asco.
¿Cómo parar esos terribles mensajes? Primero no lo reenvíes, abstente a formar parte del daño, evita ser cómplice de alguien que ni siquiera conoces, además no peques de ignorante, pues si se trata de un violador de verdad, ¿dónde está el número de denuncia de parte del ministerio público? Si es un portador de alguna enfermedad incurable, ¿Cuál es la clínica que certifica que así los es? Como ustedes saben, cuando se trata de esa clase de enfermos, las instituciones médicas por su alto sentido ético y social, prefieren mantener en el anonimato y bajo su control a esos pacientes, si es uno que aún no ha sido detectado, ¿cómo jodido se enteró la persona que hizo el E-mail?
Por otro lado, lo más posible es que quien concibió el correo, utilizó una dirección falsa y aprovechando que existen usuarios neófitos en el uso del ciberespacio, y que gracias a su poca experiencia ni por un momento se la piensan en abrir mensajes de destinatarios desconocidos, simplemente los abren, leen su contenido, se escandalizan y le dan reenviar a sus contactos, dizque para enterarlos o prevenirlos de que caigan en las garras de tales sujetos.
Algunos receptores pese a que son hábiles en la internet, por simple morbosidad o sentirse parte de un núcleo se solidarizan con esta terrible causa dándole reenviar. Como dicen por ahí “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”, ¡por favor no sea cuatrero!
Es una pena que gente enferma de rencor lleve la venganza a tales extremos, y más triste es que uno por sentirse parte de la comunidad “moderna” que a diario contribuye a las estadísticas del uso de la internet, forme parte de esa actividad deleznable. ¿Qué sucedería si a ti te aplicaran esa táctica? De seguro la clasificarías como una cibergüenzada, perdón sin vergüenzada.
miércoles, 17 de febrero de 2010
Delete and go
El otro día cometí una de mis clásicas idioteces en el uso de la computadora, resulta que al enviar un archivo por correo electrónico, por mi pinche inseguridad tuve que cerciorarme si efectivamente era lo que tenía que enviar; al hacerlo mezclé dos programas y se hizo un verdadero desgarriate, que por obvias razones modificó diversos programas y archivos.
Por más que intentaba que la máquina funcionara de forma óptima, no podía, recurrí a diversas estrategias de mi miope experiencia en el ramo informático, lo cual empeoraba conforme a los intentos, dejando sólo una enorme angustia, ¿por qué diablos nos hacemos dependientes de tales artefactos? Lo más ridículo, es que si no llega a funcionar, nos sentimos como si un familiar estuviese enfermo, nos embarga la impotencia y claro llega de visita la desesperación.
Por el Messenger, pude contactarme con una amiga que amablemente hizo el favor de comunicarse con otro contacto a la vez que le recomendó utilizar la función “Restaurar Sistema”, la cual sirve para volver el equipo de cómputo a un estado anterior, o sea, deshace los cambios producidos por estúpidos errores como el que incurrí, y los vuelve a un punto en el que funcionaba de forma correcta, para cual es necesario establecer en el calendario de restauración una fecha anterior al hecho.
Es como tener integrado el De Lorean de la película “Back to the Future” a la computadora, pues al hacer la aplicación no se pierde ningún archivo, mas si aquellos programas instalados después de la fecha elegida. Con ello pude regresar la computadora a la normalidad y erradicar por completo las faltas cometidas.
A raíz de ello, me pregunto, ¿por qué la madre naturaleza no nos dotó de una especie de función orgánica como esa? Es una imperiosa necesidad, el que todos los seres humanos tengamos en nuestro organismo instalado una aplicación como la antes descrita, ¡se imaginan¡ Cuántas nangueras que hemos hecho con nuestros semejantes pudiéramos enmendar, la infinidad de disculpas que nos ahorraríamos, los accidentes que evitaríamos, las injusticias que enmendaríamos, entre otras estupideces que uno comete.
Los traumas tanto psicológicos como emocionales serían cosa del pasado, pues podríamos sin ninguna dificultad cambiar las situaciones en la vida que nos lo generarán, imagina cuánto efectivo nos ahorraríamos en terapeutas; entonces seríamos felices, no tendríamos tantos prejuicios que humillara y reprimiera la autoestima; las emociones serían expresadas sin ningún mecanismo de defensa que las disfrazara, al fin de cuentas estarías consciente de que si cometes algún error puedes enmendarlo.
Más me temo que a pesar de que estuviéramos dotados con esa habilidad, más de alguno, no la pondría en práctica con tal de aparentar frialdad, fortaleza sentimental o por orgullo simplemente, y seguiríamos siendo los mismos de siempre o tal vez un poco peor.
Por más que intentaba que la máquina funcionara de forma óptima, no podía, recurrí a diversas estrategias de mi miope experiencia en el ramo informático, lo cual empeoraba conforme a los intentos, dejando sólo una enorme angustia, ¿por qué diablos nos hacemos dependientes de tales artefactos? Lo más ridículo, es que si no llega a funcionar, nos sentimos como si un familiar estuviese enfermo, nos embarga la impotencia y claro llega de visita la desesperación.
Por el Messenger, pude contactarme con una amiga que amablemente hizo el favor de comunicarse con otro contacto a la vez que le recomendó utilizar la función “Restaurar Sistema”, la cual sirve para volver el equipo de cómputo a un estado anterior, o sea, deshace los cambios producidos por estúpidos errores como el que incurrí, y los vuelve a un punto en el que funcionaba de forma correcta, para cual es necesario establecer en el calendario de restauración una fecha anterior al hecho.
Es como tener integrado el De Lorean de la película “Back to the Future” a la computadora, pues al hacer la aplicación no se pierde ningún archivo, mas si aquellos programas instalados después de la fecha elegida. Con ello pude regresar la computadora a la normalidad y erradicar por completo las faltas cometidas.
A raíz de ello, me pregunto, ¿por qué la madre naturaleza no nos dotó de una especie de función orgánica como esa? Es una imperiosa necesidad, el que todos los seres humanos tengamos en nuestro organismo instalado una aplicación como la antes descrita, ¡se imaginan¡ Cuántas nangueras que hemos hecho con nuestros semejantes pudiéramos enmendar, la infinidad de disculpas que nos ahorraríamos, los accidentes que evitaríamos, las injusticias que enmendaríamos, entre otras estupideces que uno comete.
Los traumas tanto psicológicos como emocionales serían cosa del pasado, pues podríamos sin ninguna dificultad cambiar las situaciones en la vida que nos lo generarán, imagina cuánto efectivo nos ahorraríamos en terapeutas; entonces seríamos felices, no tendríamos tantos prejuicios que humillara y reprimiera la autoestima; las emociones serían expresadas sin ningún mecanismo de defensa que las disfrazara, al fin de cuentas estarías consciente de que si cometes algún error puedes enmendarlo.
Más me temo que a pesar de que estuviéramos dotados con esa habilidad, más de alguno, no la pondría en práctica con tal de aparentar frialdad, fortaleza sentimental o por orgullo simplemente, y seguiríamos siendo los mismos de siempre o tal vez un poco peor.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Pobre del Lector
“Leíste los libros que hay que leer
todos de memoria y sin entender
dos o tres temas de conversación
ay que paquete es tu educación”. Alejandro Lerner
En mi andar por las ardientes calles de la velocísima ciudad, cierto día coincidí con un reconocido escritor, el cuál exhausto por el sofocante clima me comentó que es una pena ir a las bibliotecas públicas, pues la verdad dejan mucho que desear, los responsables de atenderte o están muy ocupados “charlando” por el Messenger, se encuentran disfrutando de algunos deliciosos alimentos chatarras, enviando mensajes de texto a través de su celular o simplemente disfrutando de los brazos de Morfeo con sus ojos abiertos.
Les pides algún libro y después de un largo bostezo te dicen, “Qué no lo encontró en la computadora, si ahí no está, pues entonces no lo tenemos”; o sea, ¡qué impertinente tu pregunta! No ves lo ocupado que se encuentra, es como si la biblioteca se transformara en un negocio de autoservicio, y luego se quejan los de mantenimiento de robo, mutilaciones y hasta intercambio de algunos textos básicos por copias fotostáticas.
Con esta clase de servicios no debiéramos de quejarnos de que en nuestro Estado únicamente lee el seis por ciento de los estudiantes que asisten a la universidad; según la UNESCO, en el país al año se leen 1.2 libros por individuo, cuando este organismo recomienda la lectura de cuatro textos por habitante para lograr alcanzar un óptimo desarrollo social.
Pero, ¿cómo vamos a leer si el precio de los libros muchas veces es inalcanzable? Resulta más barato adquirir el TVNovelas, el “Libro Semanal” o el “Sensacional de Barrios”, eso sí que permitirá un excelente desarrollo en la sociedad, pero de pervertidos y lujuriosos; en lo que va de este 2010, según la librería que tiene el nombre del líder de la independencia de la India e ideólogo de la no-violencia, reporta que entre los libros más leídos en nuestro país se ubican en primer lugar “Arrebatos carnales”, de Francisco Martín Moreno, en segundo “La culpa de México, la invención de un país entre dos guerras” de Pedro Ángel Palou, en el tercer puesto “Caín”, de José Saramago, en el cuarto “El cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco”, de Diego Enrique Osorno y en quinto “El símbolo perdido”, de Dan Brown.
Este último texto junto con la novela “Caín” de Saramago, de acuerdo al sitio de entretenimiento en Internet “noticias24.com”, ocupan el primer y segundo lugar respectivamente de los más leídos en América y Europa. De igual forma no hay que descartar la posibilidad de que exista una notable diferencia entre los que se compran para regalar, y que posiblemente sólo sirvan de ornato en las bibliotecas privadas de algún servidor público o los que efectivamente se adquieren para ser leídos.
Un dato curioso, que bien podría interpretarse como un indicador de éxito de todas esas campañas de fomento a la lectura que constantemente se realizan, es el caso del ladrón de libros de un conocido expendio de revistas en el centro histórico, el cual después de haber cometido varios atracos en ese sitio, fue sorprendido in fraganti por los dueños del negocio y puesto a disposición de la policía municipal; a pesar de haber sido encarcelado por este delito, en el local de voceadores donde ocurrió el atraco, fueron colocados estratégicamente recortes de la sección de policiacas de diversos periódicos que cubrían la nota del acontecimiento, como una forma de advertencia para todos aquellos que tuvieran la idea de hacer algo semejante.
Es increíble como a algunos el deseo por enriquecer su intelecto los obligue a delinquir, mientras que otros a pesar de tener todo a su alcance, les da flojera leer; es más, muchos necesitan de un empujoncito para hacerlo, como lo es que un conocido les recomiende textos o que personalidades del medio artístico y político les sugieran ciertas lecturas, esto me recuerda un suceso que aconteció hace unos meses, resulta que en una entrevista de radio, cierto ex funcionario público, citó el contenido de un libro que le ayudó a controlar los impulsos para lograr triunfar en la vida, a pocas horas de emitido el programa, diversos funcionarios en servicio abarrotaron las librerías con tal de adquirirlo, era como si con tan sólo tenerlo en las manos por ósmosis se empoderarían de tal capacidad.
Con eso de la carestía que en la actualidad impera, lo más recomendable si te agrada el disfrute de la lectura, es visitar sitios en Internet donde puedas descargar los famoso “e-books” o libros en línea de forma gratuita en nuestro idioma, con sólo dos riesgos, el primero de ellos es infectar tu equipo informático y el segundo desgastar los ojos al estar leyendo en una pantalla; existen 63,200 sitios que ofrecen estos servicios, y de ti depende si deseas obtenerlos; por cierto nunca me ha agradado recomendar libros, para evitar incurrir en subjetividades, pues una cosa es como comprendo lo que leo y muy distinto que otros lo perciban de igual forma.
todos de memoria y sin entender
dos o tres temas de conversación
ay que paquete es tu educación”. Alejandro Lerner
En mi andar por las ardientes calles de la velocísima ciudad, cierto día coincidí con un reconocido escritor, el cuál exhausto por el sofocante clima me comentó que es una pena ir a las bibliotecas públicas, pues la verdad dejan mucho que desear, los responsables de atenderte o están muy ocupados “charlando” por el Messenger, se encuentran disfrutando de algunos deliciosos alimentos chatarras, enviando mensajes de texto a través de su celular o simplemente disfrutando de los brazos de Morfeo con sus ojos abiertos.
Les pides algún libro y después de un largo bostezo te dicen, “Qué no lo encontró en la computadora, si ahí no está, pues entonces no lo tenemos”; o sea, ¡qué impertinente tu pregunta! No ves lo ocupado que se encuentra, es como si la biblioteca se transformara en un negocio de autoservicio, y luego se quejan los de mantenimiento de robo, mutilaciones y hasta intercambio de algunos textos básicos por copias fotostáticas.
Con esta clase de servicios no debiéramos de quejarnos de que en nuestro Estado únicamente lee el seis por ciento de los estudiantes que asisten a la universidad; según la UNESCO, en el país al año se leen 1.2 libros por individuo, cuando este organismo recomienda la lectura de cuatro textos por habitante para lograr alcanzar un óptimo desarrollo social.
Pero, ¿cómo vamos a leer si el precio de los libros muchas veces es inalcanzable? Resulta más barato adquirir el TVNovelas, el “Libro Semanal” o el “Sensacional de Barrios”, eso sí que permitirá un excelente desarrollo en la sociedad, pero de pervertidos y lujuriosos; en lo que va de este 2010, según la librería que tiene el nombre del líder de la independencia de la India e ideólogo de la no-violencia, reporta que entre los libros más leídos en nuestro país se ubican en primer lugar “Arrebatos carnales”, de Francisco Martín Moreno, en segundo “La culpa de México, la invención de un país entre dos guerras” de Pedro Ángel Palou, en el tercer puesto “Caín”, de José Saramago, en el cuarto “El cártel de Sinaloa. Una historia del uso político del narco”, de Diego Enrique Osorno y en quinto “El símbolo perdido”, de Dan Brown.
Este último texto junto con la novela “Caín” de Saramago, de acuerdo al sitio de entretenimiento en Internet “noticias24.com”, ocupan el primer y segundo lugar respectivamente de los más leídos en América y Europa. De igual forma no hay que descartar la posibilidad de que exista una notable diferencia entre los que se compran para regalar, y que posiblemente sólo sirvan de ornato en las bibliotecas privadas de algún servidor público o los que efectivamente se adquieren para ser leídos.
Un dato curioso, que bien podría interpretarse como un indicador de éxito de todas esas campañas de fomento a la lectura que constantemente se realizan, es el caso del ladrón de libros de un conocido expendio de revistas en el centro histórico, el cual después de haber cometido varios atracos en ese sitio, fue sorprendido in fraganti por los dueños del negocio y puesto a disposición de la policía municipal; a pesar de haber sido encarcelado por este delito, en el local de voceadores donde ocurrió el atraco, fueron colocados estratégicamente recortes de la sección de policiacas de diversos periódicos que cubrían la nota del acontecimiento, como una forma de advertencia para todos aquellos que tuvieran la idea de hacer algo semejante.
Es increíble como a algunos el deseo por enriquecer su intelecto los obligue a delinquir, mientras que otros a pesar de tener todo a su alcance, les da flojera leer; es más, muchos necesitan de un empujoncito para hacerlo, como lo es que un conocido les recomiende textos o que personalidades del medio artístico y político les sugieran ciertas lecturas, esto me recuerda un suceso que aconteció hace unos meses, resulta que en una entrevista de radio, cierto ex funcionario público, citó el contenido de un libro que le ayudó a controlar los impulsos para lograr triunfar en la vida, a pocas horas de emitido el programa, diversos funcionarios en servicio abarrotaron las librerías con tal de adquirirlo, era como si con tan sólo tenerlo en las manos por ósmosis se empoderarían de tal capacidad.
Con eso de la carestía que en la actualidad impera, lo más recomendable si te agrada el disfrute de la lectura, es visitar sitios en Internet donde puedas descargar los famoso “e-books” o libros en línea de forma gratuita en nuestro idioma, con sólo dos riesgos, el primero de ellos es infectar tu equipo informático y el segundo desgastar los ojos al estar leyendo en una pantalla; existen 63,200 sitios que ofrecen estos servicios, y de ti depende si deseas obtenerlos; por cierto nunca me ha agradado recomendar libros, para evitar incurrir en subjetividades, pues una cosa es como comprendo lo que leo y muy distinto que otros lo perciban de igual forma.
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