El cantautor José Luis
Perales dice en una de sus canciones que su forma de amar es como la Tierra quiere
al Sol, por su parte los Hombres G, además de expresar sus sentimientos hacia
el ser amado en esa repetitiva canción en la que aseguran querer, pues sus
pensamientos siempre están en la persona por la cual solo viven y respiran, mientras
que nuestro Príncipe de la Canción se la rifa cantando aquella rolita en donde Ana
Magdalena y Manuel Alejandro realizan una taxonomía entre lo que es el amar y
el querer, pero, a pesar de haber crecido escuchando tanta alegoría a través de
canciones, aun nos cuesta mucha dificultad decir “te quiero”, esas chulísimas
frases, que son importantísimas, pero que, por el jodido miedo a parecer
vulnerables frente a las personas amadas, preferimos no expresarlas, nos las
guardamos para las mascotas -¡Puaj! No inventes, hay quienes hasta les dan
besos en sus hocicos, digo, tanto perros como gatos continuamente dan
lengüetazos a sus genitales-, es más, hasta hay un emoji de un corazón verde
para disfrazar ese rojo pasional.
Tachamos de empalagoso a quienes no tienen ni tantito prejuicio en demostrar su cariño, cayendo en la estúpida idea de llamarles la atención, incluso de forma negativa y con desdeño pa´que no lo vuelvan a hacer, incluso hasta a nuestros progenitores ni les hemos dicho lo mucho que los queremos, ¡por favor hay que ser más cariñosos! Aprovechen el tiempo que tenemos de vida, que la neta es muy corto.
Quien firma
lo que escribe, está agradecido con El Creador que le hizo aprovechar tener a
su madre en casa, concientizándose de que a su edad lo único que ella merecía
eran apapachos, compartir películas, escuchar canciones desde David Záizar
hasta los Red Hot Chili Peppers, decirle cuanto la quería, no como José Luis
Perales, ni como los Hombres G, pero si lo humanamente posible.
“Te quiero”, dos palabras
que nos recuerdan que somos humanos y que lo que nos une es el amor -no le
aunque, que un tal Joaquín Sabina diga que el amor fue un pretexto inventado
por los franceses para justificar el copular- que estamos viviendo, a pesar de
esos momentos aciagos y ojetes que nos factura el convivir con los demás, ahora
que nos inventamos fronteras ideológicas con tal de que nadie se nos acerque, y
cada vez que eso sucede nos atrincheramos, naaaaa, déjese de… al fin cuentas
todos estamos en el mismo equipo que es el de las personas, utilicemos la
comunicación, esto no quiere decir que se clave al celular y empiece a enviar
por el WhatsApp mensajitos, noooo, eso es muy pinche egoísta, me refiero a
encontrar un punto en el que podamos vivir juntos sin odiarnos, y, sí aun
conserva a su mamá y papá, abrácelos diciéndoles cuanto les quiere, pues ya que
no estén, ni con un médium ni la ouija podrá contactarles.
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