jueves, 13 de junio de 2024

Érase una vez…



El Quijote de la Mancha, es la obra más citada y menos leída, pues la verdad en algunas ediciones sus páginas llegan hasta 1,056 -y a poco no les gana…(escriba usté lo que guste)-, en otras menos, es más, quien firma lo que escribe, ha leído lo que le agrada y no solo una vez, por ejemplo, ese capítulo que describe el alucine de que los molinos de viento eran gigantes, ese otro en que brota su valentía ante los leones, además de aquel otro donde se habla de ese extraño amor por Dulcinea del Toboso -que me recuerda mis amores imaginarios de la adolescencia-, que, por cierto – ¡spoiler! -, la musa inspiradora del amor de Don Quijote, nunca pronuncio palabra alguna -las imaginarias mías, tampoco-, en ningún momento donde se menciona.

Esta obra, pese a no ser leída de forma completa, ha sido fuente de inspiración de canciones, recordemos esa hermosa rolita llamada Quijote, compuesta por Julio Iglesias y El Dúo Dinámico, del álbum “Momentos” de 1982, también existe otra canción de nombre Rocinante, incluida en un compilatorio de la disquera Ediciones Pentagrama, editado en el año 2013, llamado “Cantautores en Monterrey. Trova de Extremadura”, en donde Luis Mariano a través de su canto narra que una vez que el Caballero de la Triste Figura fue recluido en algún hospital de “la Mancha cuyo nombre no puedo recordar”, su cuadrúpedo finaliza el andar en alguna carnicería de morcilla, pues ni el cura, ni Aldonza Lorenzo, esa moza labradora encargada de la limpieza del corral de los cerdos tampoco lo quiso, tal cual como despreció al romántico de su jinete.

Ahora que hemos vuelto a las historias de buenos y malos, no como aquel bachiller “amigo” de Don Alonso Quijano, de nombre Sansón Carrasco, es decir, un malo con buenas atenciones, sino de esos que extinguen a los adversarios para dar paso a los enemigos, en un enorme rio de fastidioso sectarismo, donde la ferocidad de las amenazas de algunos nos llegan a afectar a pesar de que ni las cumplan, podría decir que hago responsable a Miguel de Cervantes Saavedra de cualquier cosa que se me ocurra, incluyendo decir esa cita que ni viene en su libro de: “ladran, Sancho”, cuando escucho que alguien habla mal de mi persona, digo, si mi bienestar es su malestar, ¡pues qué a todo dar!

jueves, 6 de junio de 2024

Top Secret.



Llevo toda esta semana guardando un secreto. Incluso he estado a punto de cavar un pozo y gritárselo, para después taparlo. Pero temo que luego emerja un árbol que, con el movimiento del viento entre sus ramas y hojas, lo reproduzca, y quien pase por ahí, se entere de lo que he oculto para no perder amistades. ¡Malditos comicios electorales, que levantó entre ustedes y yo, un silencio oscuro!

Lo primero que la mayoría de las personas pretendemos es compartir lo que nos sucede. Un claro ejemplo es el muro de Facebook, o el moderno “muro de los lamentos”, los estados de WhatsApp, las historias de Instagram, entre otras. ¿Guardar un secreto cuesta? ¡Claro que sí! En estos tiempos se pone pesada la situación, como lo es decir que uno le va a cierto equipo de futbol, que te simpatiza cierta religión o que votaste por… Momento, esto último es una persecución política – bien moderno es esto de llamarse “perseguido político”-; y luego toda esa jodida actitud de juzgarte, de condenarte en algo que socialmente todos somos juez y parte.

Guardar un secreto, la mayoría de las veces es considerado como algo negativo, más quien lo conserva sabe que es por el bienestar de las relaciones humanas. El problema no es ocultarlo, es que los demás se enteren, pues serás clasificado como un individuo falto de principios morales y escaso de sinceridad, pero… ¡Hay gente que es sincera sin dejar de mentir! Por otro lado, un secreto es positivo, por ejemplo, si “el mero chipocludo” de la oficina te dijo que te otorgará un aumento salarial, lo más probable es que tus compañeros te van a acusar de hipócrita simplemente porque no se los dijo. ¿Es necesario que ellos lo sepan? ¡Obvio que no! Lo más seguro es que experimentarán envidia hacia la persona beneficiada y de todas formas se van a distanciar de ella por ese incremento. Malo sería que ni a su pareja se lo confiara.

Lo patético es que cuando sus compañeros se lleguen a enterar, lo más probable es que tenga que recurrir a la mentira, aludiendo que le sucedió alguna desgracia para que le disculpen. Como ustedes saben, quienes llegan a sobresalir de los demás, serán odiados, más, si te justificas con una desdicha previa al éxito, recibirás el perdón social. Es por eso que mi secreto, no están ustedes para saberlo, ni yo para contactárselos, además, ¿qué puede tener de interesante una persona ordinaria, que cada mañana antes de salir de casa opta por ser un vulgar y simple humano?

jueves, 30 de mayo de 2024

Se hace camino al votar.



Este domingo 2 de junio, si el calor no te dejó dormir, el bombardeo de zancudos invadió la geografía de tú cuerpo o sus zumbidos dieron ese concierto en tus oídos, a pesar de todo ello, saca fuerzas extremas, vence al abstencionismo y acude a votar, apacigua tus prejuicios, es momento de que la conciencia y la democracia realicen una terapia de pareja con tu pediatra, para que sepulten todas esas lesiones y enfermedades de los virus socialistas y capitalistas.

Olvídate de toda esa mala publicidad con la que contaminaron nuestros camellones, de esas paupérrimas profecías de pitonisas del tedio que lo único que si le atinan es al botonazo de sus vestimentas, que no te decepcionen las caricaturas que se hicieron los candidatos en los debates, ve a votar, que te pinten el dedo pulgar con nitrato de plata, vota por quien tú quieras, pero vota, si quieres a nuestro país y de paso hacer enojar a los que se enojan de todo.

Si no gana el de tu preferencia, ni te pongas colérico o decepciones, recuerda que gane quien gane, durante seis años va a proporcionar material para memes, stickers y GIF, acuérdate que acá, las personas son más recordadas por las estupideces que por sus méritos. Este domingo 2 de junio, parece un buen día para cambiar a nuestro país. ¡Todos a votar!

jueves, 23 de mayo de 2024

And your time is finished.



Existen canciones que, por la popularidad de estas, la gente le ha ido agregando letra o lo que se les ocurre, algunas veces las embellecen otras… pos ni hablar, por ejemplo, Cielito Lindo, desde 1882 que Quirino Mendoza y Cortés, la compuso en honor de su esposa, hay hasta hoy, 10 versiones distintas, lo mismo sucede con Las Mañanitas, las hay tapatías, mexicanas, – ¿mexicanas? Así las llamaron -, incluso esa interpolación que Roger Waters hizo tipo “mashup” entre las rolas de Another Brick in the Wall (Part 2) y Las Mañanitas.

Ahora en el cumpleaños del hijo de mi vecino -aclaro, no me invitaron pero tampoco es su obligación, además, las fiestas ni son de mi agrado-, no sé, si porque tenía mucho tiempo sin escucharla, pero me late que a la canción de “¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino!”, sí, esa que se canta cuando la chamacada está liándose a garrotazos a la piñata, ahora en la versión “nueva” – ¡sí, para mí lo es! -, alguien tuvo la brillante idea de agregarle la estrofa de: “Ya le diste 1, ya le diste 2, ya le diste 3. Y tu tiempo se acabó”, con la intención de que quien se encuentra pegándole, le ceda su lugar a otro que esta en espera de su turno o para que no se manche y la rompa, sin darle oportunidad a otro.

A veces me impresionan esas letras tan nuestras, como esta última estrofa, que también se la podemos cantar al funcionario, al diputado o a cualquiera que ocupe un puesto de poder, ahora con el quilombo de las elecciones, cuando el aburrimiento y el hartazgo son motivaciones para hacer un avance civil, pos… hay que cantárselas acudiendo a votar.

viernes, 17 de mayo de 2024

El poder educativo del error.


Ayer en el calendario de la beatitud se celebró El Día del Maestro, ese individuo al que le pagan por unas cuantas horas frente a grupo, pero labora más calificando, revisando ortografía y preparando la clase de cada día en su aula cerebral antes de desarrollarla de verdad, sí, esos mismos que tienen que ir de distinto vestuario completo los 5 días de la semana, con tal de evitar que sus discípulos le pongan El Tigre, por siempre andar con las mismas garras.

El profesor, a quien se lo imagina uno, mínimo manejando un Tsuru 2017 -de esos sin bolsas de aigre-, pues eres un ungido del magisterio si traes una X-Trail 2024, pero… si se trata como de quien firma lo que escribe, que viajo en camión o para disimular en una tísica bicicleta viuda, entonces entras en la categoría desde la óptica estudiantil del profesorzucho, ese que se pasa tiznando la vida de sus pupilos con tareítas y trabajitos de cuarta, en lugar de agradecer a Dios que la chamacada asista a clases los lunes o los viernes. ¿Será cierto eso que dicen ellos de que existimos docentes que somos un pan de Dios y otros que somos el caviar del Diablo? Y es que no hay pior situación de la enseñanza que echarles en cara sus errores bajo la paupérrima justificación de “no es la forma en la que yo les instruí cómo resolver este tipo de problemas o no respetaron los instrumentos de evaluación -o sea, los recetarios del chamuco-”.

La verdad es que los profes, tenemos bien subestimado el poder educativo del error, pues es más fácil generar aprendizaje en los alumnos a través de que ellos mismos encuentren sus fallas a diferencia de que uno grotescamente con esa arrogante y jodida actitud les digamos en donde se equivocaron, lo cual indudablemente amedrenta sus ánimos, los desmotiva y hace que aborrezcan la asignatura. Errar es humano, pero todavía más lo es, encontrar las causas del origen hasta construir nuevos conocimientos.

Por cierto, ya para finalizar, les cuento que al término de mi última clase del martes 14, un joven se esperó a que todos sus compañeros y compañeras desalojaran el aula, para entregarme un pin de Pink Floyd, no dijo nada solo lo coloco en mi mochila y balbuceo “felicidades”, eso significa que he dejado de ser caviar para convertirme en pan. ¡Bueno, al menos para uno!

jueves, 2 de mayo de 2024

¡Atención, sonrían y saluden!



Ha llegado la época de que un grupo selecto de personas nos tratan como si fuéramos sus conocidos, nos quieren hacer creer que ellos y nosotros llevamos una “hermosa amistad” desde siempre, tal parece como si su programación neurolingüística fuera la de Los Pingüinos de Madagascar: ¡sonrían y saluden muchachos, sonrían y saluden! Generan división entre la población tal cual sucede con los equipos de fútbol, ya no regalan camisas, ni mochilas ni termos, ahora discursos, vídeos trending topic, promesas y compromisos ante notarios de dudosa reputación firman y filman, con tal de hacernos caer, para después te des cuenta cual Daniela Romo en aquella ochentera canción, y digas: “Prometes y prometes y luego me prometes y nada, y naaaaadaaa”.

Cada seis años vuelve a empezar, ya se nos hace lo más natural, simplemente porque sus estrategias siguen siendo las mismas, y como ustedes saben, en gustos se rompen jetas. Con tanto movimiento social que generan las campañas, con sus personajes fugaces y memorables, con sus “expertos” analistas, quienes nos hacen creer que las moscas se matan a periodicazos y es más probable que maten a alguien de un botonazo antes de que se cumplan sus “predicciones” -creo que sobran analistas políticos y faltan dramaturgos-, olvidan que no es necesario su intervención, pues los candidatos son como un matrimonio de años, saben dónde hacerse daño.

Incluso en estos tiempos que gracias a los comicios la ciudad no controla los esfínteres morales, entre lo cómico y lo ridículo ya no sabemos si se trata de un Estado laico o Estado lacio, pues hasta a los representantes de las religiones los involucran. La reelección es una especie de chantaje narcisista, y lo pior, estamos constreñidos a si ves los defectos de un candidato, entonces eres de la oposición, por eso, no menciono ningún candidato ni ningún partido político en este texto, con tal de no hacerme enemigos que no esté a su altura.

Na´mas recuerden candidatos, que entre el sujeto y el predicado no se pone una coma, además, este país, en donde los indecisos hacen la diferencia del gane, siendo ellos a quienes les deben fomentar más sus disonancias políticas y, no olviden que la oposición no se crea ni se destruye solo se transforma con nuestros votos.

jueves, 25 de abril de 2024

Sin brújula.


¿Por qué nos fascina el engaño más que la verdad? ¡Corremos tras él o alegamos a nuestro favor ignorancia! Personas que a diario van a los casinos a gastarse en los juegos de apuesta 500 pesos -sí, ya sé que tú vas nada más a divertirte, a exprimir el estrés y la cartera también,
 wee-, el equivalente a cierto número de cervezas para el alcohólico, algunos gramos de cocaína para el adicto, los alimentos de una familia de un día, pero mientras para quien se divierte derrochándolos, son una nimiedad.

El que se gasta tres cuartos de su salario en que le echen las cartas con tal de saber su vida por otra persona o al que le practican limpias para triunfar en el trabajo, la persona que con tal de detener a su pareja va a que le realicen un “amarre”, quienes compran costosos amuletos con el fin de que los protejan del mal de ojo – ¿se acuerdan de Óptima, la súper pulsera, hasta El Santo la anunciaba? -, individuos que no salen a la calle sin antes leer su horóscopo, ¡no manches! Ustedes creen que algún habitante de cierto país que sufre crisis hambruna le interesa saber que hoy a Virgo los astros le deparan un día excelente.

Quienes se gastan una feria en hacerse una cirugía de nariz, dizque por tenerla de bruja de Blancanieves y terminan teniéndola como Lord Voldemort, los que no están de acuerdo con sus kilos de más y en lugar de ponerse a dieta o realizar ejercicio se compran carísimas fajas de yeso con las que vuelven a ser normales, es decir, pura pinche desorientación, señal de que estamos perdiendo la brújula cuando compramos guías que satisfacen nuestras jodidas inseguridades.