jueves, 23 de mayo de 2024

And your time is finished.



Existen canciones que, por la popularidad de estas, la gente le ha ido agregando letra o lo que se les ocurre, algunas veces las embellecen otras… pos ni hablar, por ejemplo, Cielito Lindo, desde 1882 que Quirino Mendoza y Cortés, la compuso en honor de su esposa, hay hasta hoy, 10 versiones distintas, lo mismo sucede con Las Mañanitas, las hay tapatías, mexicanas, – ¿mexicanas? Así las llamaron -, incluso esa interpolación que Roger Waters hizo tipo “mashup” entre las rolas de Another Brick in the Wall (Part 2) y Las Mañanitas.

Ahora en el cumpleaños del hijo de mi vecino -aclaro, no me invitaron pero tampoco es su obligación, además, las fiestas ni son de mi agrado-, no sé, si porque tenía mucho tiempo sin escucharla, pero me late que a la canción de “¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino!”, sí, esa que se canta cuando la chamacada está liándose a garrotazos a la piñata, ahora en la versión “nueva” – ¡sí, para mí lo es! -, alguien tuvo la brillante idea de agregarle la estrofa de: “Ya le diste 1, ya le diste 2, ya le diste 3. Y tu tiempo se acabó”, con la intención de que quien se encuentra pegándole, le ceda su lugar a otro que esta en espera de su turno o para que no se manche y la rompa, sin darle oportunidad a otro.

A veces me impresionan esas letras tan nuestras, como esta última estrofa, que también se la podemos cantar al funcionario, al diputado o a cualquiera que ocupe un puesto de poder, ahora con el quilombo de las elecciones, cuando el aburrimiento y el hartazgo son motivaciones para hacer un avance civil, pos… hay que cantárselas acudiendo a votar.

No hay comentarios: