jueves, 29 de febrero de 2024

29 de febrero de 2024.


Si alguien por una hermosa casualidad del destino, se le ocurrió postrar sus ojitos en este texto, le aseguro que el tiempo que invertirá leyéndolo será único e irrepetible, se perderá en la alborada de nuevos minutos, que existirán solo una vez, así como cada día que nos acumula tiempo, los cuales se vuelven años que conforme pasan y los vamos viviendo, nos envejecen, para que después una red social refresque la memoria miope con trampas de ocio como: “10 años desde…”, “Fotos destacadas de un día”, “Este día…”, “Hoy se cumple un año desde que… Revive el momento”, entre otros, pero este 29 de febrero de 2024, que solo existe en los años bisiestos, ¿cómo le harán para agudizar la flojera godín, después de un año, si ya no habrá un 29 de febrero, sino hasta que pasen cuatro años más?

Este día se crea a partir de que un año normal de nuestro calendario lo integran 365 días, 5 horas con 48 minutos y 56 segundo, que matemáticamente “alguien” -sí, entre comillas, pues no quise ahondar más en ese asunto, no es muy difícil, pero sí está de hueva-, redondea a 6 horas, que multiplicadas por 4 años dan origen a ese 29 de febrero, fecha en que los vecinos del norte -me refiero a los gringos, no a los regiomontanos-, consideran de mala suerte para contraer nupcias, no se me agüíten los forever alone de mexicalpan de las tunas, eso es solo allá, acá astedes casensen poes. La red social de Mark Zuckerberg, pa´no meterse en ped… perdón, problemas, pues festeja a los nacidos en esa fecha, el 28 de febrero, no como mí´apá, que se ponía una de sus clásicas borracheras desde el 28 hasta curársela el 1 o si había presupuesto no le aunque que llegará el 3 de marzo. 

Por cierto, un abrazo cumpleañero sin “fallas técnicas” por sus felices 13 años al actual presidente de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón (29 de febrero de 1972), mientras los mexicanitos aprovechemos este día gratis, que a quienes vivimos nos corresponde mínimo cada cuatro años, y en estos tiempos pocos quedan de los que regalan algo; ahora resta saber, ¿qué le pasó a esa ahora que nos birlaban cada primer domingo de abril con el Horario de Verano?.

jueves, 15 de febrero de 2024

¡Viva Colima y na’más!



Mis amigos que se van a chambear a “Los”, así le dicen ellos a “Los Estados Unidos” o a Los Ángeles California, en donde se la rifan cosechando arándano, dándole mantenimiento a los invernaderos, limpiando casas, entre otras cosas, en ese país donde aún los circos exhiben animales, los Pingüinos y Gansitos llevan en sus empaques a los dibujitos que acá están prohibidos exhibir. Mis amigos, que extrañan el sabor de la Coca-Cola de estos lares, cuando se vienen pa’ su terruño, cargados con las maletas repletas de pedidos y un corazón atiborrado de nostalgia, lo más seguro es que para nada extrañaran ese glamour de los gringos.

Atrás dejaron todos esos sueños que alguna vez soñaron, todas esas vidas que allá vivieron, las mil y una noche que se enamoraron, los Días de Los Inocentes que en algunos meses alguien los hizo tener; mientras el avión aterriza, luego de mostrar su pasaporte en migración, llegan a nuestra amada y odiada ciudad, respiran ese aire envenenado por el tráfico con su polución, piden un taxi, viven la pesadilla de venir con un chófer fan de Bad Bunny, mientras los pinches audífonos tan enredados cual nudo gordiano, y, para colmo, sin merecerlo aún, reciben algunas mentadas gracias a la torpe pericia del taxista.

Ahora sí, están aquí estando, no como cuantas veces lo añoraron allá, sus pies vuelven a pisar la molacha banqueta en cuya infancia jugaron al Bebeleche que con gis o carbón llenos de ilusión trazaron, saben que les aguardan semanas insólitas, pero no se saben en Colima hasta que están ante los exquisitos sopitos picados que su madre les hizo. ¡Viva Colima y na’más!

viernes, 9 de febrero de 2024

Permanent Vacation.


A los que se fueron, pero se quedaron en nuestros corazones

Hilario y Don Olegario platican allá en ca’ Juanita, dicen que ahora este año, “se ha jubilado gente que otros años no se jubilaba”, fíjate que a uno de mis excompañeros le organizaron un guateque de esos tipo barriada, sí, con música en vivo, tacos de canasta, globos de colores y cordeles de banderitas con la foto del homenajeado; mientras otros se pelaron en la pura ignominia, sin hacer ruidito, de esos que calladitos se ven más chulos, pos luego andan de habladores diciendo que todos esos años que les ofrendaron al jale, en donde se quedó parte de su juventud, ya ni la amuelan y, ¿qué, trabajaban de a grapa? Nel, cada quincena les llegaba su billetote.

Mi abuela cuando le regalaban un gatito, inmediatamente les embarraba las patas con manteca, para que no se fuera de casa, y si se iba por las ganas de … eso les hacia volver, así, los que chambean, siente al jale como su segundo cantón y pos… resulta imposible de que se jueran si las amistades y el ambiente laboral son la manteca embarrada en el corazón, se imaginan perderse esas bonitas mañanas, después de viajar de mosca en el camión o de columpiarte cual campana en los pasamanos del endiablado vehículo, bajarte de él, persignándote como agradecimiento de que llegaste enterito y ahí en tu oficina te espera la chorcha y guasa de los cuates.

Cuates, ahora que van a estar de vacaciones permanentes, no se me aburran, hagan su lista de prioridades, así como Jack Nicholson y Morgan Freeman en esa película de Rob Reiner, llamada “The Bucket List”, en la cual deciden hacer todas esas cosas que siempre desearon hacer, digo, ahora que tienen más tiempo.

jueves, 1 de febrero de 2024

¡Llévele, llévele!


Mañana esos villamelones fitness, dejan de fingir lo que no son y le entran a empacarse unos calientitos tamales, es más, hasta para los veganos hay, ¡si te tocó el muñequito en la rosca o te quieres quitar el antojo! Este día 2 es el indicado, pues como todo buen mexicano de resolución enérgica y firme -así en su tercer concepto define bragado la RAE-, sabe que ya sea dulce o salado, el tamal, es una invención gastronómica que, desde su aparición en el plato, lo único que queda son las hojas de su envoltura. Por cierto, dice una mitología nacional que este platillo cuyo nombre se deriva del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”, representa la creación del ser humano, pues la carne, que equivale a las vísceras, se recubre de masa, y en este caso representa la piel, las hojas de la envoltura son las vestimentas que lleva, el sabor de cada uno semeja al carácter de cada individuo.

Mientras que en España el Día de la Virgen de La Candelaria se celebra en las Islas Canarias con un desfile militar ante su presidente y el Rey, acá, el día 2 de febrero, se acostumbra que a quienes en su rebanada de la Rosca de Reyes les salió la figura del niño, serán los que se discutirán con la tamaliza, gracias a esta tradición, en esta fecha los parques y jardines se organizan festivales en donde se venden de todos los sabores para los gustos más refinados, es más, en la Ciudad de México, ahí donde se inventó la torta de chilaquiles, en la sabrosísima tradición de meter todo en un bolillo, crearon ese Frankenstein culinario, denominado torta de tamal o guajolota.

Entonces el Día de la Virgen de la Candelaria -por cierto, el calendario Azteca, por esa fecha coincidía con la bendición del maíz, ahí usté lector haga sus conjeturas-, mi entrañable jardín de San Pancho de Almoloyan se atiborra de vendimias, changarros, caidizos con enormes mantas que exhiben los diversos precios y gritos de: ¡llévele, llévele! Los que pertenecen a first class, pues se los comerán calientitos y hasta su guajolocombo podrán armar con el atole del sabor que prefieran, quienes pertenecen a misery class, los tendrán que degustar recalentados gracias a que el día 3 estarán a la venta con un 50% menos, ¡pero si los calientas sobre el fuego con todo y las hojas que lo envuelven, agárrate de la sabrosura!

jueves, 25 de enero de 2024

Oculto.


Las llamadas redes sociales se han convertido en sitios inhóspitos, más pobladas que cualquier urbe del mundo y, sus usuarios, en criaturas ansiosas e irritables que han visto crecer la población de manera inversamente proporcional a su autoestima. Tienen secuestrados a sus usuarios y estos desarrollaron un poderoso síndrome de Estocolmo, y ahí los vemos cual funámbulo, ofreciendo los sucesos más importantes de sus rutinarias vidas, para el cotilleo de los que nos sentimos intelectuales de izquierda colocando en nuestros muros -de la vergüenza ajena-, pitorreos filosóficos y moralistas.

A poco ustedes creen que es verdad, esa preocupación de que, al ver llover, me inquieta que la ropa de mi vecino colgada afuera se moje, ¡naaaaahh! Ni un ápice de empatía, digo, no soy esa persona con más autoridad moral que cualquiera, pero la verdad, continúo creyendo que un favor vale 5 minutos antes de hacerlo y 2 después, sigo llegando tarde a todo… pero llego al fin, ¡que viva México! Más, existen sujetos que perviven en la abulia, cuyo único interés es stalkear los perfiles de otros usuarios, con la negra intención de leer las publicaciones, observar sus fotos con tal de alimentar la insana curiosidad que tienen sobre la vida de los demás.

A veces creo que muchos fingen cierto analfabetismo al utilizar las redes sociales, y se hacen lo ignorantes sobre los riesgos que acarrea ingresar a ellas, una especie de ciudad sin Dios, donde en cualquier momento la extorsión puede ser una simple manifestación de empatía, cuyo único interés en esa persona, es básicamente transearla o en el peor de los casos, ser esa vergüenza de persona que oculta su perfil para que no sepas que eres lo más importante de su miserable vida, y que la única enseñanza que te deja es aprender todo lo que no se debe hacer, ¡“amigo” sigue dando cátedra! Transpiras odio.

jueves, 18 de enero de 2024

Money for nothing.



¿Quién maneja a quién, nosotros al dinero o el dinero a nosotros? Doña Felipa, la que vende pollo, se lo da de cambio junto con otros centavos a Josefina, por las alas y los muslitos que le compró a su patrona Inés. Antes, este mismo billete estaba en la caja de Vicente, el carnicero, que lo recibió por un cuarto de gallina – ¡no inventes, gallina en una carnicería! -, vendido a Rogelia que, al no tener cambio, se le hizo fácil tomarlo del buró de Pepé, su hijo, quien muy entusiasmado lo dejó ahí, para luego meterlo en un sobre de celofán para que se conserve, este hermoso ejemplar Serie AA, 2021, calificación 4.9 de 5, que compró por $1,000.00 con envío gratis.

Si al leer lo anterior sentiste tristeza, te lamentas de la situación, eres de los que disfrazan su pasión por la colección, aludiendo que es una buena inversión comprar o guardar ese billete cuyo anverso esboza un fragmento del dorso del monolito llamado “Teocalli de la Guerra Sagrada”, con su águila posada sobre un nopal con el Atl tlachinolli (agua que arde) bien sujetada por el pico y de fondo la majestuosa Tenochtitlán. Mientras que en su reverso se dibuja un ecosistema de ríos y lagos con la presencia del tlaolli (maíz) de Xochimilco, obviamente sin faltar la figura del Ambystoma mexicanum, esa salamandra cuya característica es que aún conserva sus rasgos larvales.

Mientras usted leyó lo anterior, el cotizado papel moneda cuya calificación en popular comercio electrónico de Latinoamérica, recibió una calificación 4.9 de 5, cae en manos del Güicho, quien lo recibió de vuelto en la lonchería de la Güera, luego de degustar un chocomilk con un huevo y su respectiva torta, y que con esos $50.00 pesitos iba a comprar a la hora de la comida un caldo de pollo con muslito y ala en la cocina económica de Doña Inés, pero que al darse cuenta del billete recibido, pues mejor se muerde la tripa y lo guarda, pueque le saque provecho ofreciéndolo en alguna de las empresas de comercio electrónico que pululan en Internet.

jueves, 11 de enero de 2024

¡Qué noche la de aquel año!



Regresamos del Maratón Guadalupe-Reyes, además, estamos estrenando año de número par, y para asombro de las nuevas generaciones, es bisiesto, por si no lo sabías esta palabra es de origen latín, que se derivó de aquel “
bis sextus dies ante calendas martii” y que por las purititas ganas de un tal Julio César – ¡no, ese que usted conoce no fue! – intercalaba en el calendario romano un día extra entre el 23 y el 24 de febrero y que en la actualidad en nuestro calendario de la beatitud -no confundir con el “calentario” de los talleres mecánicos-, se incorpora un día más al mes de febrero, que por cierto para tristeza de los enamorados el miércoles de ceniza es el 14 de febrero, o sea, si iban a sudar por el simple gusto de darle placer al cuerpo, pues la religión más grande de nuestro país se los va a prohibir.

Y en un México -como escribiera Fernando Rivera Calderón, Monocordio para la raza twittera-, cuya educación sentimental ha sido marcada desde “la vida no vale nada” al “yo no nací para amar” de José Alfredo y Juanga… chin, se me olvido otra vez, ese teacher del romanticismo, nuestro poeta maya, Armando Manzanero, que con sus tardes lluviosas ha logrado que varios dejen de acudir a terapia de pareja con su pediatra. Entonces, lo más probable que la renuncia a intercambiar fluidos por prescripción religiosa, se lo pasen por el arco del triunfo y de aquello de lo que hablaron lo hagan nada más por antojo.

En fin, ya han pasado las noches largas del 24 de diciembre y 1 de enero, en las cuales se las pasó buscando la felicidad en el fondo del vaso jaibolero, echando sus mejores berridos en el karaoke, alucinando que su voz se escuchaba igualitito que la de Luismi cantando “La Incondicional”, que por cierto, la fuente de inspiración de esta canción para su autor Juan Carlos Calderón, fue una muñeca inflable; si se me agüitó porque en la mesa había un lugar vacío, no sufra ni se achicopale, nomas acuérdese que ese ausente ahora está sentado en una mesa de mantel blanco y acompañado del mero patrón allá arriba.

Como diría mi abuela, “con el fin de las fiestas decembrinas, la partida de la Rosca de Reyes, hay que guardar un poco de ese jubilo, pues marca el inicio de una de las temporadas más complicadas de cada año nuevo: la mentada y, para algunos, aterradora Cuesta de Enero”, y ahí sí va a decir: ¡Qué noche la de aquel año!