jueves, 30 de mayo de 2024

Se hace camino al votar.



Este domingo 2 de junio, si el calor no te dejó dormir, el bombardeo de zancudos invadió la geografía de tú cuerpo o sus zumbidos dieron ese concierto en tus oídos, a pesar de todo ello, saca fuerzas extremas, vence al abstencionismo y acude a votar, apacigua tus prejuicios, es momento de que la conciencia y la democracia realicen una terapia de pareja con tu pediatra, para que sepulten todas esas lesiones y enfermedades de los virus socialistas y capitalistas.

Olvídate de toda esa mala publicidad con la que contaminaron nuestros camellones, de esas paupérrimas profecías de pitonisas del tedio que lo único que si le atinan es al botonazo de sus vestimentas, que no te decepcionen las caricaturas que se hicieron los candidatos en los debates, ve a votar, que te pinten el dedo pulgar con nitrato de plata, vota por quien tú quieras, pero vota, si quieres a nuestro país y de paso hacer enojar a los que se enojan de todo.

Si no gana el de tu preferencia, ni te pongas colérico o decepciones, recuerda que gane quien gane, durante seis años va a proporcionar material para memes, stickers y GIF, acuérdate que acá, las personas son más recordadas por las estupideces que por sus méritos. Este domingo 2 de junio, parece un buen día para cambiar a nuestro país. ¡Todos a votar!

jueves, 23 de mayo de 2024

And your time is finished.



Existen canciones que, por la popularidad de estas, la gente le ha ido agregando letra o lo que se les ocurre, algunas veces las embellecen otras… pos ni hablar, por ejemplo, Cielito Lindo, desde 1882 que Quirino Mendoza y Cortés, la compuso en honor de su esposa, hay hasta hoy, 10 versiones distintas, lo mismo sucede con Las Mañanitas, las hay tapatías, mexicanas, – ¿mexicanas? Así las llamaron -, incluso esa interpolación que Roger Waters hizo tipo “mashup” entre las rolas de Another Brick in the Wall (Part 2) y Las Mañanitas.

Ahora en el cumpleaños del hijo de mi vecino -aclaro, no me invitaron pero tampoco es su obligación, además, las fiestas ni son de mi agrado-, no sé, si porque tenía mucho tiempo sin escucharla, pero me late que a la canción de “¡Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino!”, sí, esa que se canta cuando la chamacada está liándose a garrotazos a la piñata, ahora en la versión “nueva” – ¡sí, para mí lo es! -, alguien tuvo la brillante idea de agregarle la estrofa de: “Ya le diste 1, ya le diste 2, ya le diste 3. Y tu tiempo se acabó”, con la intención de que quien se encuentra pegándole, le ceda su lugar a otro que esta en espera de su turno o para que no se manche y la rompa, sin darle oportunidad a otro.

A veces me impresionan esas letras tan nuestras, como esta última estrofa, que también se la podemos cantar al funcionario, al diputado o a cualquiera que ocupe un puesto de poder, ahora con el quilombo de las elecciones, cuando el aburrimiento y el hartazgo son motivaciones para hacer un avance civil, pos… hay que cantárselas acudiendo a votar.

viernes, 17 de mayo de 2024

El poder educativo del error.


Ayer en el calendario de la beatitud se celebró El Día del Maestro, ese individuo al que le pagan por unas cuantas horas frente a grupo, pero labora más calificando, revisando ortografía y preparando la clase de cada día en su aula cerebral antes de desarrollarla de verdad, sí, esos mismos que tienen que ir de distinto vestuario completo los 5 días de la semana, con tal de evitar que sus discípulos le pongan El Tigre, por siempre andar con las mismas garras.

El profesor, a quien se lo imagina uno, mínimo manejando un Tsuru 2017 -de esos sin bolsas de aigre-, pues eres un ungido del magisterio si traes una X-Trail 2024, pero… si se trata como de quien firma lo que escribe, que viajo en camión o para disimular en una tísica bicicleta viuda, entonces entras en la categoría desde la óptica estudiantil del profesorzucho, ese que se pasa tiznando la vida de sus pupilos con tareítas y trabajitos de cuarta, en lugar de agradecer a Dios que la chamacada asista a clases los lunes o los viernes. ¿Será cierto eso que dicen ellos de que existimos docentes que somos un pan de Dios y otros que somos el caviar del Diablo? Y es que no hay pior situación de la enseñanza que echarles en cara sus errores bajo la paupérrima justificación de “no es la forma en la que yo les instruí cómo resolver este tipo de problemas o no respetaron los instrumentos de evaluación -o sea, los recetarios del chamuco-”.

La verdad es que los profes, tenemos bien subestimado el poder educativo del error, pues es más fácil generar aprendizaje en los alumnos a través de que ellos mismos encuentren sus fallas a diferencia de que uno grotescamente con esa arrogante y jodida actitud les digamos en donde se equivocaron, lo cual indudablemente amedrenta sus ánimos, los desmotiva y hace que aborrezcan la asignatura. Errar es humano, pero todavía más lo es, encontrar las causas del origen hasta construir nuevos conocimientos.

Por cierto, ya para finalizar, les cuento que al término de mi última clase del martes 14, un joven se esperó a que todos sus compañeros y compañeras desalojaran el aula, para entregarme un pin de Pink Floyd, no dijo nada solo lo coloco en mi mochila y balbuceo “felicidades”, eso significa que he dejado de ser caviar para convertirme en pan. ¡Bueno, al menos para uno!

jueves, 2 de mayo de 2024

¡Atención, sonrían y saluden!



Ha llegado la época de que un grupo selecto de personas nos tratan como si fuéramos sus conocidos, nos quieren hacer creer que ellos y nosotros llevamos una “hermosa amistad” desde siempre, tal parece como si su programación neurolingüística fuera la de Los Pingüinos de Madagascar: ¡sonrían y saluden muchachos, sonrían y saluden! Generan división entre la población tal cual sucede con los equipos de fútbol, ya no regalan camisas, ni mochilas ni termos, ahora discursos, vídeos trending topic, promesas y compromisos ante notarios de dudosa reputación firman y filman, con tal de hacernos caer, para después te des cuenta cual Daniela Romo en aquella ochentera canción, y digas: “Prometes y prometes y luego me prometes y nada, y naaaaadaaa”.

Cada seis años vuelve a empezar, ya se nos hace lo más natural, simplemente porque sus estrategias siguen siendo las mismas, y como ustedes saben, en gustos se rompen jetas. Con tanto movimiento social que generan las campañas, con sus personajes fugaces y memorables, con sus “expertos” analistas, quienes nos hacen creer que las moscas se matan a periodicazos y es más probable que maten a alguien de un botonazo antes de que se cumplan sus “predicciones” -creo que sobran analistas políticos y faltan dramaturgos-, olvidan que no es necesario su intervención, pues los candidatos son como un matrimonio de años, saben dónde hacerse daño.

Incluso en estos tiempos que gracias a los comicios la ciudad no controla los esfínteres morales, entre lo cómico y lo ridículo ya no sabemos si se trata de un Estado laico o Estado lacio, pues hasta a los representantes de las religiones los involucran. La reelección es una especie de chantaje narcisista, y lo pior, estamos constreñidos a si ves los defectos de un candidato, entonces eres de la oposición, por eso, no menciono ningún candidato ni ningún partido político en este texto, con tal de no hacerme enemigos que no esté a su altura.

Na´mas recuerden candidatos, que entre el sujeto y el predicado no se pone una coma, además, este país, en donde los indecisos hacen la diferencia del gane, siendo ellos a quienes les deben fomentar más sus disonancias políticas y, no olviden que la oposición no se crea ni se destruye solo se transforma con nuestros votos.

jueves, 25 de abril de 2024

Sin brújula.


¿Por qué nos fascina el engaño más que la verdad? ¡Corremos tras él o alegamos a nuestro favor ignorancia! Personas que a diario van a los casinos a gastarse en los juegos de apuesta 500 pesos -sí, ya sé que tú vas nada más a divertirte, a exprimir el estrés y la cartera también,
 wee-, el equivalente a cierto número de cervezas para el alcohólico, algunos gramos de cocaína para el adicto, los alimentos de una familia de un día, pero mientras para quien se divierte derrochándolos, son una nimiedad.

El que se gasta tres cuartos de su salario en que le echen las cartas con tal de saber su vida por otra persona o al que le practican limpias para triunfar en el trabajo, la persona que con tal de detener a su pareja va a que le realicen un “amarre”, quienes compran costosos amuletos con el fin de que los protejan del mal de ojo – ¿se acuerdan de Óptima, la súper pulsera, hasta El Santo la anunciaba? -, individuos que no salen a la calle sin antes leer su horóscopo, ¡no manches! Ustedes creen que algún habitante de cierto país que sufre crisis hambruna le interesa saber que hoy a Virgo los astros le deparan un día excelente.

Quienes se gastan una feria en hacerse una cirugía de nariz, dizque por tenerla de bruja de Blancanieves y terminan teniéndola como Lord Voldemort, los que no están de acuerdo con sus kilos de más y en lugar de ponerse a dieta o realizar ejercicio se compran carísimas fajas de yeso con las que vuelven a ser normales, es decir, pura pinche desorientación, señal de que estamos perdiendo la brújula cuando compramos guías que satisfacen nuestras jodidas inseguridades.

jueves, 18 de abril de 2024

Peatonitis.


Colima, con sus eslabones de semáforos, que supuestamente indican a la fauna de la selva de asfalto cuándo se puede cruzar una calle o avenida, y cuándo se detienen esas bestias de láminas y fierros que por ahí pululan a toda velocidad – ¡
éjele, ni es cierto que respetan los limites indicados! -, por cierto, ni te creas que con la luz amarilla le van a bajar, pues para ellos significa, ¡apúrate nango, que se va a poner en rojo! Recuerda que, si eres de los de a pie o vas en bicicleta y pretendes conservarte en una sola pieza, tomar tus precauciones, ahora que ya ni agentes de vialidad tenemos, lo más seguro es que si no lo haces te convertirás en un tope reductor de velocidad más.

El peatón cuenta con esa trinchera libre de coches que se llama banqueta, acá las encuentras desde unas muy parejitas, otras sinuosas por las raíces, unas con caries o de plano sin recubrimiento de cemento, pero con zacatito pa’l conejo, en donde puedes caminar tranquilamente, bueno, siempre y cuando no la invada una gandalla bicicleta que, al no contar con ciclovía, la convierte en ella para su seguridad. Por cierto, peatones no imiten esa absurda costumbre de otros en aventarse al llegar a la acera, aunque el semáforo siga en verde, mención especial a quienes caminan por la calle Madero.

Otra recomendación es evitar cruzarte la calle mientras vas en la lela con el celular consultando las redes sociales o en plena guáguara telefonómana, y también, si eres de esos que les encanta traer en las orejas los cordones umbilicales llamados audífonos, al menos quítate uno para que oigas los cláxones o la ñora del coche rojo sangre de pichón, refrescarte la memoria de tú santa jefecita. ¡Por piedad! Quítate esa costumbrita de cruzar entre coches o hacerle al deporte extremo atravesando a mitad de la calle, weee, para eso están los pasos de cebra o cruces, sí, esas rallas pintadas en el chapopote que supuestamente sirven para indicarles a los carros, motos y bicicletas que únicamente por allí los peatones se cruzarán, y que no es para que ellos hagan su alto sobre de ellas, pues terminarán arriba de algún transeúnte.

Si eres de los que a diario se echa su bocanada de esmog de la ruta 10, te pone de nervios la laringitis de los escapes o la sinusitis de las motos, no se te hace divertido torear coches, te da tortícolis de tanto fijarte hacia ambos lados antes de cruzar una calle, te acabas las suelas como consuelo de andar con peatonitis, y no quieres pagar media quincena en taxis, entonces, respeta las señales de vialidad si quieres ser respetados por la vialidad, pero por favor, nunca te bajes de la banqueta a media realidad.

jueves, 11 de abril de 2024

¿Oiga, doctor? ¡Devuélvame mi fracaso!

 


Siendo honesto la primera vez que escuche las palabras Spin Doctors, fue gracias a la canción “Two Princes”, que duró 4 semanas consecutivas en el primerísimo lugar de aquel agosto de 1991 en el American Top 40, que la verdad fue la única rolita que me gustó de todo el álbum llamado: Pocket Full Of Kryptonite, perteneciente al grupo de música alternativa -género tan de moda en la década de los noventas-, Spin Doctors.

Tiempo después supe que la expresión Spin Doctor hace alusión a una especie de sujetos que asesoran y se consideran expertos en comunicación política, quienes aconsejan a los políticos para que no la rieguen o si la riegan, les dicen cómo hacerle para juntarla bien y que casi no se note. Este término tiene su origen en el país de nuestros vecinos del norte, refiriéndose a ese spin que en el béisbol se hace para destantear al cácher o receptor y, este ni sepa dónde quedo la pelota. En 1984, el 20 de octubre, después del debate entre Reagan y Mondale, el New York Times, utiliza las palabras Spin Doctor, como referencia a los asesores que recibieron sus honorarios en la organización de ese citado enfrentamiento ideológico de los candidatos a un proceso de elección.

Y así, en nuestro México lindo y que Rigo… hemos visto cómo decisiones por emprender un proceso de modernización económica sin abrir el sistema político, redituaron una crisis de fines de sexenio, presidentes que reciben una economía parchada como las ruedas de mi bicicleta tísica y viuda, que a las primeras rodadas se poncha, discursos que nos vendieron de unas manos limpias, y que con el pánico de perder credibilidad pasaron a ser manos de pugilista, entre muchas más y las que se acumulen.

Gracias a la magia de estos politólogos, muy fácilmente se nos olvidan las regadas de nuestra clase política, quienes posiblemente alguna vez en sus ratos de ocio se atrevieron a cantar “Two Princes”, mientras contaban los billetes, pero como dijo el primero de los Spin Doctor que narra la historia, Quinto Tulio Cicerón (64 a. C.): “Por mucha fuerza que tengan por sí mismas las cualidades naturales de un hombre, creo que, en un asunto de tan pocos meses, las apariencias pueden superar incluso esas cualidades”, será por eso que los debates de acá, terminan anulando mi criterio o de plano la frivolización de la política que es evidente, se ha convertido en la politización de lo frívolo.