¡Maldito enero! Cada año es lo mismo; nos hace creer que comenzamos con una hoja en blanco donde escribiremos nuestras mejores intenciones. Justificamos este optimismo con la ingenua idea de que mejoraremos en todas las áreas y finalmente seremos las personas que deseamos ser. Sin embargo, a medida que avanza el calendario, nos damos cuenta de que seguimos siendo los mismos de siempre.
¿Para qué engañarnos con la escasa creatividad de nuestro cerebro al pensar que cambiaremos solo porque un nuevo calendario marca el inicio? Los cambios lunares, los nodos del karma y los cuatro eclipses no determinarán nuestro destino. Recuerde que el camino hacia el bienestar se bifurca entre las elecciones que haga: seguir la crítica ruta capitalista u optar por la comodidad hippie.
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