En 1986, los puertorriqueños de Menudo, así como el llamado Ángel del Rock, Laureano Brizuela, interpretaron “Cuando seas grande”, de Miguel Mateos – ¡qué álbum el de Solos en América, en el cual se incluye este rolononón del rockero argentino! -, cuya letra versa sobre las críticas que tanto padres y madres hacen a sus vástagos al exigirles una profesión de utilidad tanto para su familia como para el país, o sea, olvídate de ser un rockstar, como mi generación había hypeado en la mocedad.
Ahora que cuento con una profesión, además de tener una frente de más de 10 dedos y las enfermedades crónicas degenerativas hacen que consuma más pastillas que Elvis en sus últimos días, escucho a mis alumnos decir que desean ser influencer, sin tener presencia y credibilidad en redes sociales; se dicen gamers y cuando mucho son villamelón del videojuego del FIFA, pero la carrera del futuro de donde pueden egresar con los perfiles anteriores es la que la mayoría pretende ser: YouTubers.
Tomen nota artistas del diseño curricular, pues de entrada la plantilla docente ya está conformada, por el Werevertumorro con su teoría de la adolescencia, Luisito Comunica impartiría geografía y urbanismo gitano, Madhunter bien pudiera ser titular de arqueología moderna y el Escorpión Dorado de Lingüística. Las asignaturas se impartirían a través de tutoriales y la lista de útiles escolares incluirían escaletas, celular con lente de cámara libres de superficies dañinas, amplio almacenamiento de nube, micrófono, trípode y luces, ¡ah, y no olvidar fardar las locaciones!
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