miércoles, 26 de enero de 2011

¡Tengo miedo!

“Cuando hablas de violencia dice basta ya,
que cuando hablas de guerra dice basta ya,
que cuando hablas de hambre dice basta ya,
porque nada de eso te puede elevar”. L.F.C.

Nunca he sido supersticioso, más en mi niñez fui muy miedoso, le temía a los vampiros y al chamuco, a este último la verdad nunca supe cómo era, mientras que a los vampiros los conocí a través de los banqueros, acreedores y mujeres de la vida galante que succionaron mis intereses económicos; todos estos miedos fueron heredados por mi abuela materna, dizque para que me comportara de forma correcta, más bien como ella quería verme actuar ante los demás; sin ser psicóloga la abuela sabía cómo provocar un estado emocional angustioso, necesario para mi supuesta correcta adaptación al medio doméstico.

En la actualidad la radio, periódicos, televisión y la internet dan pequeñas cápsulas de miedo, atemorizan a la gente, ¿cómo? Sólo basta escuchar y observar a través de ellos las catástrofes que se suscitan a nivel internacional y local, lo terrible del tráfico, huracanes, corrupción, enfermedades, impunidad, lo desconocido que se avecina, el terrorismo del narcotráfico, etc., ¿para qué tanta cobertura al miedo por los medios de comunicación?

Tan sólo usted amigo lector, haga un análisis sobre las horas en que transmiten más miedo a las personas estos medios o qué programas se encuentran llenos de violencia, así como el tipo de violencia en las horas “primetime” u horarios de mayor audiencia. Donde nos muestran un mundo sin piedad, a personas que no se compadecen del prójimo, que no tienen ni un ápice de misericordia, es decir, existe gente mala a nuestro alrededor, por eso debemos tomar nuestras debidas precauciones.

Expertos en psicología afirman que los individuos con temor son mucho más dependientes, por lo tanto más fáciles de manipular, controlables y por ende más susceptibles a tomar decisiones simples, y esas decisiones muchas veces son descabelladas, es decir, no miden las consecuencias de sus actos. Lo que los convierte en promotores de la violencia y el miedo a los demás. Uta esto me recuerda a la película de la “Aldea”, nada más que la nuestra es global y moderna.

¿Acaso esas jodidas manipulaciones de mal gusto son necesarias? Pues sí, ya que de no serlo no se continuarían transmitiendo, igual no existirían esos seudo analistas que nos regalan sus aportes “intelectuales” sobre los amargos acontecimientos que se suscitan a causa de las calamidades naturales o provocadas por la violencia civil. A raíz de esos importantísimos aportes, del auditorio surgen sujetos que jactándose de sus dotes inteligentes hacen alarde de sus “certeras” opiniones, propagando así el pinche miedo entre la población, y lo más deprimente, es que muchas de las veces ni siquiera tienen un sólido fundamento.

En su intención de disuadir o controlar, cada “noticia de la crónica roja” se va transformando en una especie de linchamiento mediático, es decir, cuando todos opinamos y llegamos a considerar que todos tenemos la razón, juzgando a priori y por supuesto olvidándonos de la empatía, haciendo del sufrimiento del prójimo un pretexto para de forma ufana intentar representar que somos un aglomerado pensante, rechazando aquello que no es como nosotros, ¿entonces para chingados hacemos marchas contra la violencia? Si somos los principales precursores de promoverla, ah pero eso sí, ¡somos un país unido!

miércoles, 19 de enero de 2011

Toma chocolate…

A Doña Carmen la del estanquillo, ella sabe porqué.

En nuestro país son comunes los dichos, los cuales son algo así como una especie de proverbio o enunciado sentencioso donde se hace alusión a alguna actitud que rara vez guarda cierto sentido moralista; uno de esos adagios señala que “es un pendejo quien presta algo, pero es mucho más, quien lo regresa”. Para ser honesto, este tipo de sentencia no tiene nada de moral, más bien fomenta una actitud negativa, pero lo más triste es que se sigue al pie de la letra.

En la actualidad si prestamos algo, lo hacemos con la firme convicción de que ya no sea devuelto, es más, hemos hecho del sentido de prestar un sinónimo de regalar; además es ridículo que un disco, película o libro quienes lo solicitan en calidad de préstamo no tengan la suficiente solvencia económica para comprarlo, de perdida –a pesar que no me gusta fomentar esta acción- conseguirlo de forma pirata.

Si de intereses monetarios se trata, ahí la situación se pone algo densa, pues rara vez el monto facilitado es regresado de forma íntegra, en lugar de recibir una compensación por el favor hecho, uno hasta pierde la amistad de la persona.

No es porque sea ojete o egoísta, pero a mí no me gusta prestar nada, ni a mi seres más queridos les presto algo, digo uno se esfuerza para obtener las cosas, para que alguien muy fácilmente te lo quite con el pinche pretexto de la solidaridad, y cuando lo pides sea devuelto te tachan de hijo de tal por cual.

Aparte es muy vergonzoso andar por la vida cobrando las cosas, también muchas de las veces por hacer tales menesteres, llegamos a agraviar a las personas que apoyamos, o sea, además de recibir ayuda nuestra se encabronan porque les reclamas lo que es tuyo, ¿de qué se trata? Por tales acciones si bien nos va, somos clasificados de agiotistas, usureros, más si la ingratitud empaña la relación recibimos infinidad de improperios.

Razón por la cual siempre cuando alguien me pide algo, le respondo con los siguientes dichos: “quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro”, además “no hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague”; entonces a pesar de que les caiga como patada al hígado, pues más vale perder una amistad por ser sincero que ser un cero por antipático cobrón o cabrón, por lo tanto si usted es adicto o droguero, quítese ese mote y pague lo que debe.

miércoles, 12 de enero de 2011

Nuestro perro

“Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser”. Alberto Cortez

Dicen que los hijos pagamos las consecuencias de los actos de nuestros progenitores, y tratándose del hecho que muchos denominan como “el pecado original” con más razón; esta hembra cometió el grave error de salirse de casa cuando por un torpe descuido dejaron el cancel abierto, ella encontrándose en celo, secretando feromonas que atrajeron la libido de un zarrapastroso y callejero perro.

El apareo fue interrumpido por Juana, la trabajadora del hogar, que rauda llenó una cubeta con agua y se las vertió, logrando con ello la separación de ambos animales; irónicamente no pudo evitar que éste dejara su semilla en el vientre de la pequeña French Poodle. Pasado un par de meses paría tres cachorritos, dos hembras Caniches y un alaciado prieto macho que más bien se asemejaba a un Terry, pero sin el emblema escocés.

Con el transcurrir de los días las cachorritas fueron adoptadas, mientras “Negrito” seguía como hijo consentido, disfrutando de los cuidados de mamá, además de alimentarse sanamente. Un fin de semana los actuales dueños lo separan de su madre, subiéndolo al coche, después de un largo paseo por la periferia, sin ningún remordimiento lo abandonan con su tazón repleto de alimento en un despejado espacio donde había unas extensas escaleras tiradas por el suelo.

Al caer la noche Negrito, experimentó por vez primera lo que a partir de esa fecha sería su modus vivendi, la soledad, ese sentimiento que muchas veces amedrenta la autoestima haciéndonos sentir débiles; razón por la cual corrió lleno de pánico al experimentar el sonido emitido por el monstruo gigantesco metálico que viajaba a todo lo largo de las escaleras.

Así vagó por diversos sitios, mal alimentándose, saciando la sed en agua de los charcos que encontraba a su paso; en todos los lugares donde anduvo, notaba la diferencia de las personas en el trato hacia él, sólo la gente que sufre como pordioseros, niños de la calle e indigentes no era distinta, en cada parte eran igual de dadivosos, pues compartían con él lo poco que conseguían de alimento.

Su espacio favorito era el centro histórico de la ciudad, pues a diario se encontraba infinidad de alimentos que por descuido los peatones tiraban sobre la vía pública; por las madrugadas las sexo servidoras y travestis le daban trozos de comida chatarra que continuamente consumían para mitigar la ansiedad de no conseguir cliente, de igual manera en la cenaduría de doña Petra le guardaban los desperdicios de sus comensales, lo que se traducía en un rico banquete digno de reyes.

Una mañana al transitar por la avenida principal, un transeúnte salió presuroso de una tienda de joyas, con la prisa que llevaba no se fijó y le propinó tremenda patada lo cual hizo que el can reaccionara de forma violenta, regresándole una mordida en la pierna, con lo que sus colmillos se trabaron entre la mezclilla del pantalón impidiéndole seguir avanzando. Gracias a ello los agentes de seguridad pudieron darle alcance, evidenciando que ese individuo era un ladrón que minutos antes había asaltado el citado negocio.

Al día siguiente la prensa en primera plana y los vendedores de periódicos boceaban el acto heroico de Negrito, es más, personal del centro de control canino hasta le pusieron un nombre –que por cierto era horrible- para hacerlo ver importante; a partir de ello, de la noche a la mañana se volvió una respetada celebridad y como por acto de magia de pronto surgieron prospectos para su adopción. Un acaudalado millonario de apellido arábigo ofreció a la perrera municipal hacer una considerable donación si le permitían adoptarlo, además de comprarle un collar en fina piel con pedrería y oro; por su parte el prominente empresario dueño de la cadena de tiendas departamentales prometió poner a disposición del animal la atención médica de los mejores veterinarios para su higiene y salud.

Una institución que se hace responsable de acomodar en adopción a las mascotas de las familias pudientes, con el pretexto de buscarle un dueño digno lo reclamó, consideró que de no haberse suscitado el hecho heroico, el animal continuaría en la ignominia, y tal fundación ni en cuenta lo hubiera tomado, pero qué se le va a hacer así de excéntricos somos los humanos; hasta el momento ahí se encuentra, sigue solo, dejando de formar parte de nuestro paisaje y abandonando a todos esos amigos que acompañaba en la soledad de sus vidas.

Además ya no va ser posible caminar por el centro e imaginar observar un perro volador de capa roja surcando los cielos diciendo, “no hay por qué temer, Supercan cumple con su deber”, al escuchar eso los pillos les temblarán las corvas y nosotros nos sentiríamos seguros de contar con un guardián fiel.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Esos guateques decembrinos

Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Joan Manuel Serrat

Muchos de mis conocidos saben que al aproximarse las fiestas decembrinas, me pongo algo inquieto, y no es precisamente por los gastos que se avecinan, algunos de ellos dicen que me vuelvo una especie de Grinch, pues comienzo a despotricar en relación a los pretextos que mis conciudadanos inventan para justificar sus pachangas y pedotas que organizan.

Digo, para qué jodidos hacen alusión al término “posada” a la fiesta que organizan para embrutecerse con las bebidas embriagantes, cachondear con sus compañeros de trabajo, platicar las mil y una peladencias con tal de hacer un supuesto ambiente de fraternidad, y lo más patético, eludir a las funciones laborales con el argumento de tal evento.

Además en el trilladísimo intercambio de regalos a nadie se le da gusto, unos consideran los presentes recibidos como poca cosa comparados con los obsequios que ellos entregaron, o sea, en lugar de fomentar el compañerismo o el sentimiento de hermandad, muchos terminan molestos.

Es una pena que la esencia de esas fiestas que nos legaron los frailes españoles durante la conquista para erradicar el politeísmo de nuestros ancestros se haya tergiversado, convirtiéndose en justificaciones del comercio para vendernos millón y medio de porquerías que nadie necesita, por ejemplo, los infantes cada año en su misiva al gordito de ropas rojas, piden cosas más caras que el bolsillo de sus progenitores se aleja del presupuesto; el raquítico aguinaldo se empequeñece con los altos precios, los robos y extorsiones se multiplican, es más, es tan alta la carestía de la vida que en los últimos meses hasta el mismísimo Santa Claus se vio en la necesidad de recurrir al robo, teniendo que asaltar dos bancos de nuestra ciudad, imagino para poder adquirir esos carísimos juguetes, a raíz de esto los anoréxicos imitadores de una conocida tienda de zapatos temen ser confundidos con el original, y remitidos a prisión por hurto.

La pinche estrategia mercantil cada vez se adelanta más, este año les valió un comino que los mexicanos estuviéramos celebrando el centenario de nuestra Revolución durante el mes de noviembre, pues en la mayoría de los centros y plazas comerciales se podía observar a Villa y Zapata compartir departamentos de ventas con muñecos de nieve y flores de “Noche Buena”; los adornos navideños invadieron los hogares y oficinas de nuestro país mucho antes del quince de diciembre, fecha en la que antaño oficialmente de acuerdo al calendario iniciaban.

Lo que me caga de todo esto, es percibir en las personas, como si nada más en esta época es la precisa para ser bondadosos, amables, alegres, felices, etcétera. Para colmo a pesar de ello, la mayoría de nosotros por estar ocupados pensando en seleccionar los adornitos, eligiendo el follaje del arbolito para que sea un buen complemento del diseño de la casa, haciendo la lista de regalos, planeando los platillos de la cena de noche buena, lo cual implica muchas de las veces una fuerte carga de presión, que nos hace olvidar el verdadero espíritu de la navidad; pues con el simple hecho de limitarnos a comprar y envolver paquetes, llegamos a creer que con ello ya cumplimos o nos llena de satisfacción la estúpida idea del compromiso, considero que los sentimientos para aflorar no deben de obligarse, más bien deben fluir por iniciativa propia, en lugar de que jodidas empresas nos los programen como vulgares autómatas.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¡Quiúbole mi chato!

Un conocido que tenía mucho tiempo sin ver, en cierta ocasión lo encuentro, al mirarlo le noto extraño, como que faltaba algo, entonces descubro que se hizo cirugía en la nariz; pasados unos minutos de charla, al verlo más relajado y seguro de sí mismo, por fin sacio la curiosidad preguntándole por qué se atrevió a someterse a tal operación. De respuesta me dice que la forma en cómo tenía su nariz nunca había sido de su agrado, además de que contaba con los medios económicos, por lo tanto se le facilitó descartar lo que la madre naturaleza otorgó y recurrir al Dios de la cirugía estética.

Argumentando que a partir de ello es más feliz, las mujeres le prestan mayor atención, ya puede ver a la cara con los que charla sin la zozobra de imaginarse que se están mofando del tamaño de su nariz. Híjole, la verdad nunca pensé que la facción saliente del rostro humano, entre la frente y la boca, con dos orificios, que comunica con el aparato respiratorio, fuera un trauma.

Siendo honesto, acá entre nosotros, como que la forma que le dieron a su recién creada nariz, no encaja muy bien con la fisonomía de su cara, muchas veces me da la impresión que los cirujanos estéticos, tienen un solo molde, pues los dejan con la imagen de Micheal Jackson, Alfredo Palacios o Eddie The Head, el ícono de la banda metalera Iron Maiden, y si a ello le agregamos que los ojos se les ven como los de Horacio y Clarabella de Disney, alargados y hondos, pues no se ven tan bien que digamos.

Además, ¿por qué vivir traumado? Siempre he dicho que mi nariz se asemeja a una pasilla rellena capeada y por ello no me siento inhibido ante los demás, digo, no tengo la facilidad de palabra del célebre Cyrano de Bergereac, mucho menos la capacidad olfativa del personaje del Perfume, Jean-Baptiste Grenouille -por cierto, “grenouille” en francés significa rana-; la parte positiva es que no me crece por decir mentiras como la marioneta de Geppetto, salvándome así de ese terrible polígrafo.

Tampoco soy capaz de moverla como Samantha Stephens de la serie “Bewitched”, y hacer mágicos hechizos; menos aun alumbrar al prójimo como Rodolfo el reno; pero mi nariz es la mía y nadie la tiene como yo, es decir, cuando alguien me vea de lejos dirán “ahí viene éste, con su pinche narizota a meterla donde nadie le llama”.

De igual forma, con nariz hermosa o de perico se pueden percibir los olores de las rosas, la buena comida, el excremento y lo putrefacto, ¿entonces, para qué gastarnos una fortuna en operaciones? Al fin de cuentas con ella nacimos y moriremos con ella, pero si no le gusta, pues mejor quítesela por completo para que no le haga feo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Prueba superada

Figúrese estimado lector que con eso del avance tecnológico a los adultos mayores les cuesta algo de trabajo adaptarse a los artilugios modernos, a mi abnegada madrecita se le dificultó tanto aprender a utilizar la videocasetera, y cuando por fin sabía manipularla, salió al mercado el reproductor de DVD; entonces tuvimos que darle otro curso de capacitación, actualmente es una experta en su manejo, es más, le encuentra sentido al poder ver películas y escuchar sus discos favoritos de música en un mismo aparato, también se maravilló por el formato MP3 que le brinda horas de placer auditivo.

Me fascina ver el séptimo arte en su compañía, pues todavía guarda esa añeja costumbre de vivir en carne propia los personajes, conforme avanza la película denota ánimos distintos según el sentido de la trama. Una noche cuando disfrutábamos de la película “Prêt-à-porter”, en una escena donde aparece el actor italiano Marcello Mastroianni, sorprendida mamá exclamó “¡Jesús bendito! ¿Qué feo se puso con los años? Ni se parece”. Tal expresión me hizo reflexionar y entender que la vida es muy sabia, pues para engañar a la muerte nos va camuflando, así cuando esta nos quiera llevar lo más seguro es que se tarde un buen tiempo en identificarnos, es más, hasta puede llegar a confundirse con otro.

Por eso, muchas gracias a las patas de gallo que se van formando en la comisura de nuestros ojos, lo escaso del cabello en la mollera, la flacidez abdominal, los múltiples hundimientos lineales que interrumpen la uniformidad de nuestra superficie cutánea, pues debido a ello mutamos y nos vamos haciendo distintos.

Entonces porqué preocuparme de la esporádica impotencia sexual, la pérdida de serotonina que me va haciendo más furibundo, ansioso, lleno de angustia y explosivo; pues estoy consciente que todo ello es factura del avance de la edad para irme transformando en otro.

Me sobran los motivos para agradecerle a la vida que cada año me va haciendo diferente, y hoy más que nunca que por fin dejé atrás la edad de 41 años, ya puedo presumir que tengo 42 sin el temor de que alguien diga “estás en la edad peligrosa”, más ahora que Ricky Martin y Tiziano Ferro decidieron salir del closet; alabado sea el Altísimo porque continúa gustándome el género femenino, no en todas sus expresiones, por ejemplo hay mujeres masculinas que no son de mi agrado al igual que los hombres femeninos.

Con el transcurrir de los años ya no soy presa fácil de las damas que nos unía un taxi, el cuarto del motel y un estriptis, esas mujeres que me daban sus caricias a cambio de unos cuantos billetes y por quince minutos hacían que me sintiera un Casanova de alcoba, a pesar de ser tan torpe como la experiencia me lo ha escupido a la cara infinidad de veces. Menos aun, de las pequeñas perversas estudiantes de falda corta y piel de durazno, que intentan satánicamente seducirme por una decorosa calificación de las asignaturas que imparto.

Del empleo con la experiencia que se va adquiriendo, desaparecen las diferencias de edad, pues colegas que fueron mis profesores de bachillerato, en la actualidad compartimos ideas, opiniones y la creatividad que desbordan, lo cual nos hace congéneres.

Lo único lamentable es que de mi vida tan sólo un quince por ciento lo he disfrutado con mi familia, otro veinticinco en las aulas escolares y un sesenta han sido desperdiciados en ver televisión, conectado en la internet o escuchando música. Es tan cierto que la vida se nos escapa gracias a tantas cosas que llegamos a considerar “importantes”, que nos vamos envejeciendo interiormente preocupados por esas pequeñeces que muchas de las veces ni tan relevantes lo son. Es necesario hacer una pausa en nuestra ajetreada vida y reflexionar sobre lo que hemos descuidado, lo que debemos de mejorar o modificar.

Es una tristeza que le damos mayor prioridad a los cambios físicos que a nuestras relaciones familiares, preferimos comprar productos que supuestamente perpetúan la juventud, como tintes para el cabello, lociones capilares, cápsulas regeneradoras de la vitalidad, pastillas para ser virilmente aceptados por el sexo opuesto, entre otras nimiedades que lo único que nos causa son falsas ilusiones de nuestra persona.

Por lo tanto estimado lector, permita a la naturaleza seguir su curso, nunca va a poder engañarla; si uno aprende a aceptarse conforme la edad lo va transformando, probablemente la muerte no llegue a reconocerlo y pase de largo. Ahí tiene a Marcello Mastroianni, quien a dos años de regresar a la farándula después de su retiro, la calaca logró identificarlo, llevándoselo a dormir siempre con ella a finales de 1996. A pesar de reconocer lo anterior, seguro estoy, que aunque me proponga modificar tales costumbres, al dar la vuelta a la esquina lo habré olvidado y continuaré cometiendo las mismas estupideces de siempre.

lunes, 29 de noviembre de 2010

La Torre de Babel

"Si queréis conversar conmigo,
definid primero vuestros términos". Voltaire


En la actualidad se vive un mundo vertiginoso en donde la velocidad es sinónimo de eficacia, es como si se debiera actuar primero y después se pensase; se cuentan con diversos utensilios que permiten el intercambio de satisfactores que los medios de comunicación nos han proporcionado en el constante bombardeo publicitario, y que con el paso del tiempo se implantan en nuestra vida, generando así una total dependencia entre los aparatos y nosotros.

La rapidez que exigen los medios de comunicación como lo son los mensajes de celular a celular, el entablar una charla en alguna sala de chat en la internet ha producido en las nuevas generaciones que el lenguaje escrito se vuelva sintético, por ejemplo para escribir palabras como "que" utilizan dos formas, por un lado puede ser útil la letra "Q" o también la literal "K", de igual manera para escribir la palabra "llegue" recurren a la simplificación literal de dos consonantes "YG", o la trillada síntesis romántica "TQM" que significa "te quiero mucho"; tales simplificaciones en la redacción son de gran utilidad, pues permiten estar en sintonía con el ritmo de vida de nuestros días, el problema radica en como estas reducciones boicotean la escritura en el idioma, pues al utilizarlas de forma común, poco a poco se vuelven del dominio popular y se llega a creer que escribir de esa forma es lo correcto.

Si a lo anterior se le agrega el lenguaje que hoy en día nuestra juventud emplea para comunicarse, en donde combinan frases en castellano y ciertos anglicismos varios de mis exprofesores de lengua y literatura se volverían a morir de la impresión que les causaría el escucharles; pues durante las últimas seis décadas se ha observado la eclosión de diversas formas de expresión verbal producto de las diferenciaciones de carácter clasista y regionalista derivados de perjuicios o estereotipos culturales como los son las castas sociales que deambulan en el entorno urbano: chilangos, fresas, cholos, chicanos, chuntaros, pochos, pachucos, guachos, etcétera. Estas divisiones ficticias además de generar una diversidad cultural que influencia a los púberes en la forma de vestirse, les inculca un vocabulario nuevo que difiere al practicado en el seno del hogar y que por ser diferente resulta atractivo a las grandes masas de chicos y chicas.

Resulta curioso que en su mayoría este nuevo lenguaje de la adolescencia adquiera significados distintos a su equivalente en castellano y en el inglés, y es que además del raro acento con que se pronuncian, también se debe de considerar la forma en como se gesticulan los músculos del rostro al expresarse.

Descifrar lo intrincado de estas formas de expresión tiene sus riesgos pues se podría caer en subjetivismos al explicar el significado de algunas frases que según la juventud pueden ser del "vocabulario común". A continuación pretendo hacer una especie de interpretación a algunas de esas palabras tomando como base la opinión de varios jóvenes que han sido mis alumnos por los diversos semestres que he impartido clases, espero no caer en determinismos, pues como ya lo dije anticipadamente puede que no sean las definiciones correctas:

Palabras en castellano

ANTRO: Cuando los jóvenes se refieren a este termino, hacen alusión a los diversos centro de diversión que puede variar desde una simple discoteca, un restaurante o hasta un bar de moda en donde se reúnen a disfrutar de sus círculos de amistades.

NETA: Palabra que equivale a decir la "verdad".

"OTRO NIVEL ARRIMITIVO": Frase usada por los púberos cuando algo les parece fuera de lo ordinario, nótese que la palabra "arrimitivo" la emplean de manera incorrecta para señalar que algo esta superior, como si tratase de decir "arriba".

"TE ESCAMAS": Esta expresión es utilizada para indicar que alguien siente pena, vergüenza o pudor.

RAYANDO: Equivale a señalar que alguien llego con premura o en el tiempo exacto.

EXPULSACIÓN: Es una forma incorrecta de referirse a la frase "expulsión", la cual fue acuñada por una comentarista del programa de televisión Big Brother VIP, y que gracias a la gran difusión y popularidad de este "Reality Show" se ha adoptado incluso por personas adultas que lo expresan como si fuera una alegoría del lenguaje.

"CHIDA": Esta palabra la utilizan con mayor frecuencia para referirse a algo que les fascina o agrada demasiado.

"NO MANCHES": Esta frase dentro del caló juvenil es una especie de eufemismo para la palabras "no mames", por aquello de que mamar se ha difundido con ciertas reminiscencias sexuales; se le dice "mamón" al sujeto que se mofa de otros o que goza de mucha presunción en su persona.

NAVE: Se refieren al automóvil, vehículo o carro.

"CERO VARO": Equivale a no tener nada de dinero.

"OTRO PEX": Al igual que la frase "no manches", "pex" es una forma elegante de referirse al termino vulgar de una flatulencia o "pedo", nada más que aquí viene a ser referencia a "otro asunto"; por otro lado, si se le antepone el "que" adquiere el sentido de saludo, "¿Que pex, cómo te va?".

WE: Típica frase de todos los fresas abreviando la palabra "wey" para que se escuche mas "refinado", considérese que no se hace referencia al "buey", o sea, el animal cuadrúpedo vacuno que tira de una yunta, sino al amigo o compañero.
SAZ: Es como decir "estoy de acuerdo".

SALE: Esta palabra guarda una estrecha semejanza con la anterior, pues equivale a la misma definición.

AMAGAR o FAJE: Ambas frases hacen alusión al momento en que una pareja expresa sus sentimientos de forma física.

HORRY: Es el apócope de la palabra horrible y equivale a que algo esta feo, es asqueroso o desagradable.

NACO: Según Carlos Monsiváis esta palabra etimológicamente proviene del termino Totonacos, segunda etnia indígena más grande de Veracruz; el vocablo Totonaca se compone de los términos "tu'tu" o "a'ktu'tu", que se refiere al número tres y "nacu'" que significa "corazón". Resulta contradictorio que una palabra que encierra un significado tan cordial, en el lenguaje de los muchachos adquiera un cariz despectivo de decirle a una persona que su presencia es non grata, poco agradable e incluso se vuelva aun más peyorativa cuando se le dice "Nacayote".

GATETE: Término que se dio a conocer por el actor Kuno Becker en cierta telenovela para tratar de una forma despectiva a una persona; al parecer este actor quiso señalar el despreciativo de gato de una forma incorrecta, y por ignorancia de la juventud esta palabra se utiliza como sinónimo de "naco".

ABORIGEN: Es otra forma despectiva de referirse a una persona autóctona y vernácula de nuestro medio, también es un sinónimo de "indio o naco".

PROLETARIADO: Modo despectivo de señalar a la clase "baja" o bien a cierto sector común y corriente.

Palabras en inglés

PHONE: Teléfono en español; pero que los jóvenes utilizan para referirse a hacer una llamada telefónica o el número telefónico.

HIPER: Adjetivo calificativo para expresar un nivel de agrado o desagrado sobre algo o alguien.

COOL: Significa algo parecido a "padrísimo". En inglés significa frío y de acuerdo a los rasgos de la cultura anglosajona (slang) equivale a fenomenal, pero la única interpretación que encuentro entre nuestros adolescentes es "chingón"; para explicar el concepto de "Chingón" consúltese el libro de Eduardo Del Río (Rius), Mexicanismos y otras peladencias, editorial Posada, México, 1971.

CHATEAR
: Consiste en practicar el uso de alguna sala de chat en la internet, cabe aclara que esta expresión propiamente no existe en los diccionarios de habla hispana.

SUPER NICE o VERY NICE
: Muy agradable.

En un país donde la televisión se ha encargado de idiotizar a tres cuartas partes de la población y los profesores se la pasan en huelgas y paros laborales como pretexto para mejorar el raquítico salario que perciben, padres y madres de familia que quieren transformar a las escuelas en guarderías y reformatorios; resulta un pecado hablar correctamente, pues si así lo haces, ante la muchachada serás tachado de anticuado y pondrás una barrera semántica ante ellos.

Es inconcebible como ese léxico se aprende con facilidad y en menor tiempo que el invertido por los profesores de inglés al tratar vanamente en inculcar la lengua de Shakespeare a sus pupilos; de igual forma resulta ridículo como diversos escritores de la supuesta "onda", como áncora para atraer a los efebos a la lectura, recurren a este lenguaje y lo único que hacen es fomentarlo aún más; de manera semejante algunos docentes con el afán de didactar su enseñanza a los estudiante se apropian de este vulgar léxico, cayendo en la misma situación que los escritores.

Esto me remite a lo que alguna vez señalo Platón al decir que "hablar inapropiadamente no es sólo cometer una falta, sino hacer un daño irreparable a las almas"; entonces la Torre de Babel que de generación en degeneración hemos construido, nos lleva a una pregunta ¿En la actualidad se piensa como se habla?