miércoles, 28 de mayo de 2008

De puro chiste

Cierto día que dirigía mis pasos hacia el lugar donde laboro, por una casualidad hermosa del destino me topé con un amigo que se dedica al oficio de taxista, el cual ofreció llevarme sin ningún costo, gustoso accedí; ya en el auto entre la charla salió a relucir lo siguiente: “Después de naufragar, milagrosamente llegan a una isla Pamela Anderson y un desconocido, al cabo de dos semanas y de compartir el instinto de supervivencia, deciden darle libertad al instinto sexual, así viven por unos meses su idilio; con el transcurrir de los días, ella comienza a notar que durante la última semana éste ha permanecido callado, intrigada le pregunta- ¿Qué te pasa? Te noto triste, como vacío. ¿Te hace falta algo?- Nada, estoy bien. Le responde con tono melancólico el sujeto.

La mujer en su afán de disipar dudas afirma – Te he dado lo mejor de mí, ¿Necesitas algo más?-. Me gustaría que la próxima semana te comportes como hombre y así compartir un secreto. Con cierta duda la voluptuosa hembra le dice, -Está bien, a partir de mañana seremos machos-. Al día siguiente ella se despierta más temprano que de costumbre y se acerca al tipo fingiendo voz varonil le dice, -A ver cual secreto quieres compartir conmigo; a lo que le responde: Sabes, tengo más de un mes acostándome con Pamela Anderson, ¿Y tú qué has estado haciendo?”. Fue obvia la carcajada que se desprendió del chascarrillo narrado, pero también a la vez caía en la reflexión de que a veces el género masculino necesita de cierto reconocimiento social sobre sus proezas sexuales como fomento a su ego viril.
¿Cuál es la finalidad de hacer chistes de las situaciones como la antes descrita? Para empezar el chiste es un dicho u ocurrencia aguda y graciosa basado en historieta muy breve que contiene un juego verbal o conceptual capaz de generar la risa en quien lo escucha; se asemeja a la fábula por ser un breve relato ficticio, y además algunos tienen cierta intención didáctica con pinceladas de moraleja final, en él también los personajes pueden ser personas y animales. Algunos son ingeniosos a pesar de ser falsos otros tienen fundamento en la vida real pues a veces recurre a hechos anecdóticos que lo ilustran o ejemplifican.
A diferencia de la broma que es más visual, el chiste en su narrativa o chanza conjuga incomodidades e insatisfacciones sobre algunas acciones o actos en los que se aluden a la política, rivalidades deportivas, costumbres y tradiciones añejas e incluso algunas veces hasta pone de manifiesto los rasgos racistas, las filias y preferencia sexual de quienes los comentan. Caso concreto en nuestro país está el “Albur” donde se conjuga a través del juego de palabras con doble sentido una fuerte tendencia homosexual, muy a pesar del sentido homofóbico que sus predicadores le imprimen.
Desde la perspectiva del humor, que más bien podría catalogarse como social o de etiqueta, existen chistes blancos o inocentes en donde se busca hacer reír de forma inteligente y fina, y el chiste tendencioso o colorado que además de ser hostil, agresivo o erótico, también resulta, para los castos oídos, obsceno e impúdico.
De acuerdo a las opiniones de expertos en la psicología como lo son el norteamericano Marvin Minsky, el maltés Edward de Bono y el checoslovaco Sigmund Freud, los chistes pertenecen al género reflexivo y su efecto es regresivo, poseen un rasgo universal de la expresión humana. Son un método eficaz para socializar los acontecimientos y las inconformidades del dominio público, su intención es denigrar el acto o la actitud reprocha de algo o alguien en especial, tratando con ello de emanciparla o erradicarla a través de su comunicación.
Según los psicólogos la bulla del chiste trae consigo la consecución de placer, lo que puede deducirse del hecho que obedece a la satisfacción de una tendencia hostil u obscena. Por ello, el chiste produce regocijo al vencer un obstáculo exterior y uno interior. En este último la aportación de placer obedece a una economía de gasto psíquico y al ahorro de la coerción.
Cuando escuche un chiste recuerde que además de divertirse por el suceso gracioso y festivo, considere advertir el propósito disimulado con que se está diciendo y a quienes alude; ya que estamos en esto, hace unos días apareció en prensa que el pasado 29 de abril el jefe de los servicios de alcoholímetro de la ciudad de Morelia, Michoacán tuvo un accidente automovilístico por conducir en estado de ebriedad, en este percance vial además de su vehículo también afecto a otros; este lamentable hecho en lugar de concientizar a aquellos que conducen con exceso de copas, tengo la triste seguridad de que todo va a quedar en el superficial comentario de “a ver mi jefe cómo le fue con la cruda, es el colmo, mejor mídase su alcoholemia y no la de los borrachitos que ni daño hacen”.

viernes, 23 de mayo de 2008

Perdónalos Comenio, ¡no saben lo que hacen!

La educación es el arte de hacer germinar las semillas interiores que se desarrollan no por incubación sino cuando se estimulan con oportunas experiencias, suficientemente variadas y ricas y sentidas siempre como nuevas, incluso por quien la enseña. Eso lo escribió Juan Amós Comenio en su obra “La Didáctica Magna”, pero Comenio así se expresaba por ser un genio de la pedagogía, y Dios. Acá entre nosotros los seres ordinarios es curioso observar cómo muchas veces nos preguntamos, ¿Por qué no podemos avanzar en materia educativa?, ¿Por qué no podemos consolidarnos como institución formadora de recursos pensantes? ¿Por qué nos sentimos estancados en las escuelas?

Según los actuales profetas de la educación nos falta mucho para abatir el subdesarrollo educativo en todos los niveles, y si a ello le agregamos el subdesarrollo económico, social y mental, como si se tratase de una cadena circular. Estos falsos profetas aseguran que estableciendo franquicias extranjeras de métodos y técnicas “modernas” de enseñanza en la educación, igual se puede abatir el subdesarrollo mental y con ello el social que aludirá circunstancialmente al subdesarrollo económico, pero lo más risible es que otro grupo considera que solito se va ir solucionando, pero que falta aproximadamente cinco generaciones para darle fin; de forma pesimista una corriente educativa señala que cada día nos alejamos más de la solución conforme nos apegamos a los cambios que factura la modernidad.

En el ambiente escolar existe mucha gente que con falsas modestias ven a los demás como atrasaditos, nos palmean la espalda, diciendo “pobrecitos”; actitud muchas veces fomentada por sectas educativas de todos sabores y de todos “Dioses” que predican la siempre efectiva frase: “Ellos y nosotros”, “Ellos están bien, nosotros estamos mal”, por lo tanto urge una reforma o cambios a la enseñanza de tal nivel, sin considerar, claro a los demás niveles o peor aún querer cambiar el ritmo educativo de un plantel para decir que están haciendo lo correcto. Caso contrario se encuentra el grupo de “expertos” que nos halagan y ven con ojos de provecho lo que en años hemos fincado en este rubro o simplemente nos intentan vender una panacea educativa que haga de nuestros programas académicos verdaderos recetarios para los docentes -muy al estilo Chepina Peralta, a pesar de que ella declaró al periódico “La Jornada” no saber cocinar e irónicamente conducía un programa de cocina-, para cuando ingrese uno nuevo no se le dificulte abordar los temas de las asignaturas.

Bajo tal pasteurización a nuestros sistemas educativos nos convertimos en seudo analistas en materia formativa, entrando así a la disyuntiva de quiénes tendrán la culpa del malestar que aqueja en las aulas e intentamos distribuirla entre los profesores achacándoles problemas de enseñanza y la otra se la atribuimos a malos hábitos de estudio en los alumnos.

Si los docentes forman parte de esta anomalía en el sistema, no hay mejor solución que enviarlos a recibir cursos que los actualicen; pero nos encontramos con profesores fatigados que laboran más de ocho horas además del tiempo invertido en casa calificando exámenes, trabajos o preparando clases, y encima se les exige asistir en horas ajenas a su ritmo laboral a capacitarse. Tales argumentos sumados al temor a lo desconocido o nuevo, ha provocado en algunos conserven sus tradicionales métodos de enseñanza, más con el paso del tiempo, tal práctica llega a convertirlos en patéticos magos que repiten sus trucos al grado de ser predecidos por su público, perdiendo esa sensación de novedad y asombro, pues conforme pasan las generaciones estudiantiles, las viejas transmiten a las nuevas, los defectos, gustos y aversiones docentes. Así tenemos profesores que ostentan una maestría o doctorado, y sus prácticas algunas veces reflejan que un título no erradica la insensatez, ni hace más sabio, ni mucho menos iluminado, que esa sería la evolución lógica, sólo algunas veces más “culto”. Pero la experiencia ha puesto en evidencia que la escuela requiere de merolicos que digan frases bonitas o que ignoran, pero que se escuchan impactantes con tal de mantener al rebaño perplejo.

Como centro de capacitación para aquellos profesionales de cualquier área que deseen ejercer la docencia por primera vez, tienen al nivel medio superior, pues es posible en los bachilleratos practicar este oficio, ya que los jóvenes están tan distraídos con sus cambios hormonales, que ni cuenta se darán de los errores cometidos en ese ensayo. ¡Por favor! Esto es una forma pueril de menospreciarlos, es un insulto al desarrollo de su inteligencia; cómo queremos mejorar entonces nuestros índices de calidad con esta difusa idea.

De los estudiantes nos quejamos que tienen demasiada baja tolerancia, padecen de aburrimiento crónico en clases, muestran cierta aversión por algunas asignaturas, acaso no hemos caído en la cuenta de que nuestros métodos y formas didácticas de impartirlas les fomenta más la atracción por la métrica con evaluamos que por los contenidos, porque es más importante el tener que el ser. ¿Por qué les resulta más fácil aprender a hacer trampa en los exámenes, ofenderse y fomentar en las aulas el sarcasmo entre estudiantes y profesores? Gracias a esa tradición tan nuestra de la tranza y de ese estilo de vida y práctica tan común y equivocadamente admirada de chingar; sí, esos ejercicios que a diario ejercen de forma extraescolar. Entonces estamos enseñando en las aulas teorías tan perfectas que no tienen aplicación en la vida real, ¿Será la escuela la que se aleja de lo cotidiano?

Ya basta de hacer evaluaciones internas de lo que con certeza sabemos ocurre en la enseñanza, mejor hay que revisar si lo que hemos hecho ha funcionado correctamente; es una pena que a veces resulta más prolífico seguir el amplio abanico de copias que subsisten en diversos medios educativos de otros países que nos excluyen y segregan más, en lugar de fortalecer los nuestros de acuerdo a la idiosincrasia, pues más vale declararse incompetente en materias del currículo que hacer el ridículo implementando segmentos o parcelas de modelos educativos que a lo mejor ni darán fruto y que enfrentan la creatividad contra lo que es obvio.

Mientras los padres y madres sigan otorgándole a las escuelas el sentido de guardería, podemos tener la plena seguridad de que las aulas estarán repletas conservando el aroma a humano; y persistan profesores que hacen la mimesis de que laboran debido al salario que perciben, el progreso académico se verá ahora sí cada vez más infinito y nuestra formación académica seguirá siendo una educación Kamikaze.

miércoles, 14 de mayo de 2008

VIDEORIS.A.

Recuerdan cuando se satanizaba la programación de la televisión a través de ese romántico paso de la palabra a la imagen, pues las imágenes sólo manipulan las emociones y nunca hacen pensar, y además requiere de percepción en lugar de concepción. El año pasado casi 19 millones de mexicanos la vieron en promedio tres horas y media al día. Hoy forma parte de las fuentes de esparcimiento de la juventud junto a la radio, y por supuesto la Internet como sobredosis de su pasatiempo; esta última casi en su totalidad ha hecho al televisor y su programación pasar a segundo plano; a pesar de que el sujeto a partir de los tres años la empieza a ver durante siete horas diarias, pues las actuales madres en lugar de interactuar con ellos durante su tiempo libre, los depositan al frente del aparato como si fuera niñera; lo peor llega cuando a éstos les atrae más la programación de adultos que la barra infantil, adquiriendo cierta precocidad y un nutrido lenguaje coloquial.

Al llegar a la adolescencia como producto de esa sociedad de la satisfacción instantánea que la Internet proporciona, se transforma en la novedosa enseñanza formal, que podría concebirse como la enseñanza divertida, y claro sustituye a la "enseñanza aburrida" que se ofrece en las escuelas. Actualmente 17.1 millones de mexicanos la utilizan, y sólo el 35% la emplea para fines académicos.
La red social que se genera a partir de su uso a favorecido al robo, la extorsión, a que algunos tengan doble identidad, y se propague más la pornografía en todas las edades; pues junto con el esparcimiento que crea, se adhieren los fines lucrativos, por ejemplo el sitio You Tube -el cual dejó buenos dividendos a sus creadores-, espacio en donde los usuarios disfrutan de videos semejantes a los del televisor, en él se conjugan violencia, sarcasmo, y sexo sin censura; sólo basta escribir un tag como “pelea sec” o “pelea bach”, para comenzar a navegar por un arcoiris de violencia en su forma más pura e inocente, en donde se mezclan llaves de lucha libre, puñetazos, jaloneos, rasguños, mordidas y salivazos, que por cierto la mayoría de éstas son de orgullo nacional.
¿De dónde salen estas imágenes? Son grabación “low budget” que hacen los adolescentes con sus celulares; motivo por el cual Chad Hurley, optó por cofundar YouTube México, ¡Sí, ya tenemos un sitio de videos región cuatro! Bajo la primicia de que el sujeto decide lo que quiere ver y cuando lo desea, a diferencia del televisor y su programación obligada, además se brinda la oportunidad de obtener “15 minutos de fama” como el regiomontano Edgar con sus múltiples caídas y la difusión que el insoportable Adal Ramones hizo de ellas.
En este sitio se pueden encontrar videos mediante palabras de nuestro lenguaje alusivas a temas sexuales, como "chichona" en donde aparecerán todas esas damitas que sin saberlo fueron captadas por las lentes de celulares en las poses más sugerentes de sus senos, con la frase "culitos", observará al interior de las faldas escolares de diversas chicas que sin saberlo nos muestran sus redondas y carnosas nalgas. La creación de estos entes visuales, ha permitido perpetuar la reputación del “modus vivendi” de los púberes, pues la reputación con amnesia ya no existe, la dignidad y el orgullo son hipotecados para dar paso al éxito vulgar, es como enorgullecerse de lo que a los adultos les acompleja.
Ahora los rompimientos sentimentales giran en otro sentido, cuando el dolido harto de pasar vía bluetooth a sus amigos el video sobre la experiencia sexual que vivió con su expareja, y que conservaba por nostalgia, ha llegado el momento de exportarlo y para ello tiene a su disposición PornoTube, en donde lo podrá exhibir como los de la cantante puertorriqueña Noelia o Paris Hilton. Tal videofrecuencia ofrece un servicio similar a YouTube, pero como en este último está prohibido subir videos que fomenten la sicalipsis, este portal permite al usuario colocar cualquier tipo de video en donde se muestren escenas de sexo explícito, ya sean amateur o de profesionales en la pornografía.
La influencia de este medio no podía exentarse de los recintos escolares, basta escribir “clase”, para apreciar como estudiantes balconean a profesores al impartir sus cátedras, la transformación de aulas en espacios para festejar a sus compañeros, ofrecer conciertos acústicos al estilo Mtv "unplugged", observar invasiones a los lugares más recónditos de la escuela, pasando inadvertidos por las autoridades; hacer sketches del personal directivo y docente como si se tratase de un programa de comediantes, encuentros pugilístico al estilo “Rocky Balboa” con sus respectivas secuelas, explicaciones de relaciones sadomasoquistas, videos anuarios que describen su trayectoria generacional. Es tanta la afición que grupos de estudiantes han creado sus propias compañías productoras de edición en video, lo que se traduce a empresarios fílmicos en potencia, esperemos lleguen a Hollywood.
Navegar por estos ciberespacios puede hacer ameno el tiempo, además de divertir y sorprender a la vez. ¿Qué sucedería si en lugar del prójimo se tratara de uno? Ya no sería un divertimento; molestos nos daríamos a la tarea de buscar a esos chamacos con ganas de fama que nos robaron material ilícito y les cobraríamos por copyright; expondríamos este tema ante las autoridades competentes del plantel exigiendo justicia , claro sin coartar la comunicación que proporciona la telefonía, simplemente evitar que se abuse del mismo como artífice de mofa y exhibición; pues no es justo que hagan un video de ti, y tú ni en cuenta, pero tus alumnos y otras personas se diviertan con el estilo patético de enseñar o denotar el abuso de la libertad de cátedra.
Para evitar brotes de violencia entre la comunidad escolar, algunas instituciones educativas han bloqueado el acceso a estos sitios en sus instalaciones, lo que significa que mientras el personal se encuentre en él, no podrá visualizar ninguna videofrecuencia, pero afuera, todo mundo continuará mofándose de las peripecias estudiantiles a acuestas de quien lo ignora; tales pretensiones de censura equivalen a querer quitar la caspa decapitando a las personas.
La información que nos llega a través de los medios que combinan el lenguaje común con lo audiovisual impregna nuestros sentidos, dando como resultado el representar e interpretar formas simbólicas de ver el entorno en que nos desenvolvemos y lo que es peor creer que es una realidad, la verdad es que la ignorancia tiene cierto encanto, la estupidez no, tal relajación social es un reflejo de la actual cultura; si se busca concientizar a las personas, no son estos medios los idóneos, pues su fin es entretener y divertir, para generar conciencia ahí están los docentes en las aulas.

jueves, 8 de mayo de 2008

Mea Culpa

Fíjense ustedes que acabamos de recibir el primer martes crudo del año, que tal este mes con su largo fin semana etílico, ya imagino cómo estarán los que libaron uva y cataron las distintas bebidas ofrecidas al Dios Baco; después de haberse puesto mágicos, despertar con el virus de la duda, con la sensación de que lo hecho se hizo sin uso de razón, lo que se conoce como cruda moral. Ya que estamos en este sentir, pues un servidor en pleno uso de sus facultades letales considera que es el momento ideal para deshacerse de sus fantasmas, por lo tanto expongo ante ustedes mis errores y pecados:

Nunca me he preocupado por la naturaleza y su medio ambiente, gracias a la reflexión de que ella jamás se preocupa de nosotros, y cuando le da en gana, nos produce un sismo o un huracán que arrasan a miles de personas; prefiero pugnar contra el ambiente de corrupción y prostitución que en algunos lugares están tan latentes.

He coartado la intuición de mis discípulos al fomentarles más las destrezas mecánicas que humanas, en la difusa idea de inculcar lo que para mí es razonable contra sus emociones. Lo que indudablemente ha hecho que mi producción académica sea un refrito, un reciclaje de ideas de otros.

Considero que valores como la solidaridad, autenticidad, honestidad y el amor no se pueden imponer, ni enseñar, más bien se deben de poner en práctica a través del ejemplo.

Pretendo erradicar la idea de vivir en un mundo en donde ya todo está hecho, que no hay nada nuevo o que crear; pero me irrita más el saber que alguien sacó adelante una faena con el sudor del de delante.

Padezco el síndrome de Peter Pan, más caigo en la razón que soñar no significa dejar de crecer; pues tengo la vaga idea de que se sueña mejor despierto que dormido.

Formo parte de esos hombres que como fósforos, en cuanto se calientan, pierden la cabeza, y piensan más con las hormonas que con las neuronas.

He utilizado la Internet que tantas veces critico para obtener información que ha servido para estructurar algunas ideas, soy un asiduo al arte del WEBoneo, y a diario reviso la basura que tan amablemente mis conocidos me envían, truncando así sus aspiraciones al no reenviar las cadenas de correos electrónicos; al fin de cuentas mi vida no ha cambiado, además ya tengo a quien echarle la culpa de los males y problemas que me aquejan, pues a pesar de borrarlos, queda siempre la zozobra de que a lo mejor sí son ciertas las predicciones que en ellos se señalan.

Soy un usuario del Messenger, pero gracias a mi incapacidad de redactar claramente las ideas de forma rápida, hace que renuncie a él; de forma semejante he dejado de lado los mensajes de texto del celular; además considero que en unos cuantos renglones la persona no puede expresar realmente lo que piensa, y si lo hace, pues que reducido de ideas está.

Una vez concluido este confíteor en el cual he reconocido mi naturaleza dañina ante los lectores, por medio de esa buena voluntad de hacer una compensación a través de ella, esperando no haber negado mis emociones, y con el afán de no perjudicar sino por el contrario aliviar mi consciencia de todo prejuicio que empañe el cristal de la calma en mi alma, vuelvo a hacer lo mismo, pues al fin y al cabo existen estos momentos como filtros de la memoria y de la razón.

martes, 29 de abril de 2008

Entrevista con Marcial Aviña Iglesias

Por Ángel J. Hernández Hernández


Marcial nace en Colima el 26 de noviembre de 1968, sus padres: Eva Iglesias Martínez y Alejandro Aviña Armenta. Es el menor de cuatro hermanos, Alejandro, Ramón, Martín y Marcial. Antes de encausarse al campo académico la hizo de mozo de albañil, pintor, tanguista y mandadero.

Pedagogo de profesión, autodidacta por convicción, Marcial narra que durante su infancia como a todos los seres humanos no le gustaba ir a la escuela, -No iba a la secundaria, ni siquiera a la primaria, no me gustaba-. Su padre le leía comics -Me gustaban por las imágenes-, pero su padre solía bromear y a él le entraba la duda de si su padre mentía. Intentó leer por su cuenta con la ayuda del silabario, un cuadernillo como de 3 páginas comprado por su madre para que él aprendiera a leer, -A partir de ahí empecé a entender las palabras, lo que decían-, cuenta. Poco a poco, a través de los comics le nació el hábito de la lectura. Entre los 9 y los 10 años –Mi hermano el más grande tenía un cajón lleno de libros; el primer libro que leí que me llamo mucho la atención, fue el de Casanova, me atrajo por los dibujos que eran eróticos y se me hizo tan interesante lo que decían las historietas de Casanova en Italia. Todo su cajón me lo chuté me leí a Rius, El Libro Rojo de Mao Tse-Tung, el trabajo de Marx Volumen I, (que nunca editó otro), la biografía del Che, se sentía revolucionario tenía ese tipo de libros-.
La necesidad de estudiar surge cuando se ve atraído por las chicas de su edad, sentía vergüenza porque la primera pregunta en lanzarle era -¿En qué grado vas?, y pensaba: “Ni modo de decirles que no voy a la escuela”-. Aquí me imagino a un Marcial tímido y con las manos en las bolsas, hasta greñudo, ¿por qué no? Pero con cierto toque mafaldiano- Le dije a mi madre (que es el símbolo que representa más en mi familia, porque mi padre sólo fue por un ratito) ¿Sabes qué?, quiero ir a la escuela, y me llevo a la escuela nocturna, me evaluaron y me metieron a un tal grado. Ese mismo año fui cambiando de grados, mis hermanos que si estudiaron, me instruían en las noches-. Por su carácter curioso y nada conformista Marcial preguntaba a los de grados más avanzados qué estaban viendo, anotaba, y al día siguiente ya estaba pidiendo la reevaluación, llegaba con el director y decía- Yo se hacer esto-, hasta llegar al quinto grado donde lo pararon en seco. A la fecha aún se pregunta, ¿Qué pasaba con el sistema de educación que avanzó dos grados en un año? Dijeron: “éste va muy rápido” y le pusieron un estate quieto hasta salir sexto grado.

Sus clases, las recuerdo por estar llenas de sarcasmos, con anécdotas didácticas sin aburrimientos, y como se lo dije -Entre la pachanga, acá, dando ganchos de enseñanza camuflados-, no es un académico cuadrático. A este punto, él añade que ya se ha acartonado, ya que en las evaluaciones a los docentes recibía críticas negativas por parte de los alumnos, y dice- A los estudiantes ya no les parece que sea sarcástico, que se tan yo, trato de ser acartonado, los veo que se están aburriendo, ¿recuerdas que hacía monólogos?, ya no los hago (noto algo de pesar en la voz), como que me ven como Señor y dicen: “¿cómo este señor va a venir a payasear?”. Eso ha repercutido positivamente, ya no me ponen tantos puntos negativos, sino positivos. La verdad, no sé qué le pasa a las nuevas generaciones, no sé qué querrán.
De sus gustos literarios, Marcial busca en un autor que sea interesante, que no aburra, que no sea tan técnico ni recurra a la formula, mucho menos repetitivo. En su adolescencia recuerda el gusto por Borges, aunque después lo haya cansado -Su lenguaje entre lo coloquial del argentino y del mexicano-. Después de leer otros autores mexicanos, llamaron su atención especialmente Juan José Arreola- Es uno de mis favoritos, mis respetos por lo que hizo, como el señor sin necesidad de tener estudios, tuvo una formación y una capacidad intelectual la verdad que sorprendente-.
Melómano y cinéfilo de corazón, en la música busca en el contenido de las letras, creció escuchando a los Beatles, The Doors, Pink Floyd, Led Zeppelin, etc.… -Este tipo de música me llamaba la atención por el ritmo, cuando empecé a leer busqué las letras, había una revista llamada Notitas musicales con las letras en inglés y español, después, saqué mis propias traducciones con un diccionario de mi hermano de la Universidad de Chicago. La primera canción que traduje, porque me dijeron que era satánica, fue Hotel California de The Eagles, y dije: “no tiene nada de satánico, es un alucín del tipo”, y la gente que pensaba que era una canción romántica, me daba risa. En un tianguis lo vi, me llamo la atención en un cassete de canciones románticas, jajajaja, no tiene nada de romántico, como que el tianguista estaba abusando de la ignorancia de las personas-. En el cine se queda con Tim Burton y Oliver Stone, aunque éste último ya chafea.
Iglesias gusta de los personajes oscuros, desesperanzados, locos, siendo él lo contrario, a ello arguye-Es una parte de mi alter-ego, las cosas que yo quisiera haber sido- , y yo lo comparo a Mutis cuando dice: “Maqroll, es todo lo que he querido ser y no he podido, lo que he sido y no he confesado.” Las comisuras de sus labios se mueven de nuevo y de la caverna de las palabras prosigue- Antes de ser profesor mi ex-jefe me decía: “que yo era como las moscas me gustaba estar donde estaba la podredumbre”. Me gustaba ir a todos los antros de mala muerte, me gustaba ver cómo vivían, a veces me inspiraba y escribía artículos sobre la vida de las personas, que publicaba en el extinto Cartapacios. Ahora un personaje muy fijo es la señora de la vaquita de las cabalgatas de la Villa, ¿qué onda? ¿qué pasara en su mente?, me pregunto, ¿estará esperando los 365 días del año para que lleguen las fiestas charro taurinas de Villa de Álvarez, para sacar su carrito, su vaquita? Ella va triunfando en ese momento, quiero saber que es lo que piensa. No me interesan los gays de la gasolina ni nada de eso-.
También lo impactan los multi-asesinos, la literatura que habla de tales-¿Qué pensaban estos tipos?, si a mí me horroriza la sangre. Estos tipos, lo que hacían con los cadáveres, en su cerebro ¿qué se estará fraguando?-.
Lo que llevó a Marcial por el camino de la docencia, es haber encontrado que había gente que compartía sus ideas, y respecto a eso habla de las nuevas generaciones -A horita no sé que piensen las nuevas generaciones, como que están más aburridos crónicamente que concentrados en lo que es su vida; están más conectados con los medios digitales, como que esa cosa les quito el cerebro, creen que a través del Internet, de la computadora, de los mensajes de texto están pensando. Yo pienso que no tienen ni idea de lo que están utilizando, si lo supieran utilizar, que la tecnología es para agilizar el proceso de vida y como dice Sabina: “pensar despacio para andar de prisa”, creo que ese sería el ideal de la tecnología. Todavía no lo entienden. Es como ir en un carro moderno viendo por el espejo retrovisor. Yo lo he hecho, me meto a la Internet y busco discos bien viejos, imágenes de la década donde yo estaba más joven. Utilizan la Internet para viajar al pasado-.

Filósofo: Diógenes, ¿por qué? -Por su tipo de vida, cuando él está grande y se da cuenta de que no es el momento de sentarse a tirara la güeva, es el momento de echarle más ganas, porque es cuando tienes la mayor energía-. Coincide también con mi gusto por Borges, que decía: “A partir de los 60 años es cuando empieza la juventud del ser humano, es cuando se empieza a vivir.”
Sabina, ¿qué te deja? –Me deja el sabor de la derrota de los perdidos-.
¿Poesía? – No he leído mucha poesía, no me interesa. Pero me quedo con Byron, su lado oscuro, cuando estaba en secundaria y leo su biografía, llama mi atención cuando junta a los poetas y les pide que hagan un poema de terror, es cuando se le ocurre a Shelley su Frankestein-.
Narrativa: -definitivamente don Juan José Arreola-.
*Entrevista publicada en el suplemente Destellos No. 88 (el 8 de Abril de 2008), del periódico El Comentario No. 10, 460.

viernes, 25 de abril de 2008

ESA NECEDAD LLAMADA MOCEDAD

Escribir sobre estereotipos de los adolescentes implica realizar una radiografía de la realidad social en donde se conjugan dos términos entre si, uno es la acepción de cultura y otro es la palabra civilización, entendiendo a esta como Alfonso Reyes la definía, “el conjunto de conquistas materiales, descubrimientos prácticos y adelantos técnicos de la humanidad. Mientras que cultura son las conquistas semejantes de carácter teórico o en el puro campo del saber y del conocimiento”. En este sentido en la vida civilizada por cada derecho que se exige, existe un deber que se debe de cumplir.

Bajo esta ideología es como los hombres rigen su modo de vida, creando leyes, principios y normas sociales a las cuales hay que acatar; es por ello que desde una generación a otra se van inculcando. En los primeros años de vida es muy fácil, al sujeto hay que decirle que hacer y como hacerlo, pero lo complicado viene después, de acuerdo a Mario Benedetti cuando el ser humano “es expulsado de la infancia para entrar a una de las etapas más críticas que acompañan una serie de cambios físicos y psicológicos, en donde comienza a surgir en él un fuerte resentimiento hacia las personas que no lo comprenden, los adultos que casi siempre buscan amedrentar esos ímpetus de locura que caracteriza a este periodo ordenando y prohibiendo”, tratan de controlar sus actos, con la justificación de evitar que cometan los mismos errores de ellos pues desde el modo de pensar adulto son una catástrofe moral; eligen su profesión sin antes consultarles si es de su agrado, sólo por el simple hecho de que el abuelo o el padre la ejercen.

Es la adolescencia la edad de piedra, son esos personajes omnipresentes que viven en un mundo fascinante, lleno de diversión, sexo y violencia simbólica como anestesia a su espíritu rebelde; incansables buscadores de la excitación física y mental que con frío cinismo, tratan de satisfacer sus imperiosas necesidades primarias, donde el aburrimiento es el peor pecado que se puede cometer en su ajetreada vida; a ellos no les interesa la crisis mundial, pero si les urge saber cuando va a salir la edición especial de Rolling Stone; no les preocupa que van a ser de adultos, más si envidian la profesión del fotógrafo de la Playboy; no conocen todos los museos de su estado, pero si se saben de punta a punta las plazas comerciales; no les importa si Hidalgo y Zapata murieron en defensa de la patria, pero guardan luto el día que se suicido su cantante de rock predilecto; no les agrada que su dignidad sea amputada, en cambio la sociedad adulta les aburre y prefieren no escucharla subiéndole al volumen a sus estéreos al grado de aturdirse con la música.

El tabulador de palabras que en el seno familiar se inculcó, es dejado atrás para dar paso a una nueva forma de expresión jergales y calos; de acuerdo a su forma de pensar, los padres son contradictorios en sus consejos, pues les dicen que las drogas enervan el cerebro hasta llegar a la demencia; entonces porque cuando eran niños les leían cuentos como Peter Pan y Alicia en el país de las maravillas, que en realidad son viajes psicodélicos perfectos que ni con el mejor estupefaciente alucinógeno se puede realizar.

La tecnología ha venido a dar un cambio en la ontogénesis del ser humano, dando origen al homo sapiens informaticus; por un lado los jóvenes están acostumbrados a la veracidad de las imágenes antes que los hechos, gracias a la televisión, ya que estos desde la infancia pasaban más tiempo frente al televisor que en el aula de clases.

En promedio un joven ve programas de televisión treinta horas semanales, y si eso se le suma las que disfrutan navegando por Internet, consultando cosas tan simples como el diseñar y actualizar su red social, tratar de entablar una relación sentimental vía correo electrónico o simplemente buscar obtener sexo interactivo como lo recomienda el vaticano.

Ese estilo de vida en donde se combinan los medios masivos de comunicación y la informática, ha hecho una juventud acéfala, es decir, entre más fácil se hagan las cosas mejor; de que sirven los periódicos, si están la Internet y el televisor; para que leer y comprender libros que exigen cierto grado de concentración, mejor escuchar un audio libro, esperar el resumen en algún blog o simplemente rentar una película basada en el texto.

Tal parece que la tecnología es para los muchachos un medio más de diversión, algo que los hace pensar en una forma de progreso estático aunado a las reglas del consumismo, o sea progresar es igual a no moverse de su silla, sólo basta tener una moderna computadora y se trabajará en una especie de oficina virtual donde todo se podrá adquirir por medio de cualquier sitio de subastas en la Web.

Al llegar al nivel medio superior el joven se encuentra ante un mundo distinto al que conoció en sus estudios anteriores, ya no hay prefectos que controlen su conducta, ni profesores sermoneadores; se puede fumar - al fin que ellos son los que van a padecer de cáncer pulmonar- por cada idiotez que diga nadie se molestará, al contrario esto aumentará su fama; si se desea y los ánimos así lo disponen puede entrar a clases, si no se puede ir de despelote a algún otro lugar; de hecho están en su hábitat donde las aulas lucen el polvo acumulado de meses en los cristales - si es que los hay - ventiladores de techo doblados que semejan enormes murciélagos, paredes donde la semiótica estudiantil se manifiesta, sillas con paletas tipo diccionario en el cual se encuentran un sin fin de respuestas, baños que conservan el delicado buqué distintivo de esta edad.

El bachillerato desde la óptica estudiantil es percibida a través de dos ángulos muy distintos, un primero dista en quienes lo consideran como un segundo hogar, es decir, la ubre que alimenta a los apóstoles del cuaderno; mientras que para el segundo es como una cárcel sin puertas, es donde se pierde el sentido de guardería y adquiere un sentido de estacionamiento para esos que hacen la mimesis de estudiantes, aquellos que consideran más fácil salir la preparatoria mediante exámenes extraordinarios, que a través de los cursos normales, situación por la cual algunos de estos no llegan a concluir sus estudios. Es como si al ingresar a ese abrevadero de jóvenes que representa la enseñanza media, se fueran desvaneciendo los conocimientos obtenidos a lo largo de la educación básica.

Con el paso del tiempo viene una metamorfosis, y lo que era ruido enajenante pasa al disfrute sutil de la música, la pornografía al saludable erotismo y el papel de hada buena que en la infancia representará la religión, poco a poco se desvanece para dar acceso al iconoclasta. Es el paso del preparatoriano a universitario.

LA TELEVISION: OJO, MUCHO OJO

HOY EN LA CULTURA

A través de los años el hombre ha evolucionado, hasta conformarse en lo que ahora se conoce; en su paso por la historia ha entrado en contacto con sus semejantes lo que ha dado origen al intercambio cultural. Mediante esa forma de integración racial, el hombre ha vivido guerras, ha visto la consolidación de naciones, ha conocido innumerables inventos en favor y en contra de la humanidad; para algunos ese intercambio cultural ha sido una degradación, pues el ser humano al "apoderarse de televisores, aire acondicionado, automóviles, aviones, control de natalidad y divorcio, comida congelada, antibióticos y música grabada se volvió un ser aislado de las dificultades de la vida, holgazán y aburrido"( SCHILLINGER, Liesl, 1996,); mientras otros consideran que a través de ese intercambio la cultura se modifico de un modo más fino y placentero, en pocas palabras se civilizo.

Para lograr el proceso de civilización, el pensamiento del hombre es permeado por una serie de factores ideológicos, como la familia, la religión, el circulo de amigos, etcétera; es lo que Durkheim denomina como educación, o sea "la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las aún no maduras para la vida social, cuyo objetivo principal es el originar y desarrollar en los individuos cierto número de estados físicos intelectuales y morales que de ellos exigen tanto la sociedad política en su conjunto cuanto el medio especial al que en particular son destinados" (LÓPEZ ROSADO, Felipe ,1978 ) ; es decir, la consigna de cada etnia o bloque social es instruir, fabricar sujetos con el mismo molde.
El modo de vivir de cada conglomerado humano varía según la situación geográfica; pero permanecen comunicados gracias al apoyo de los diferentes medios que existen en el planeta, uno de ellos y tal vez el principal es el televisor.

La estupidez administrada con inteligencia, es el patrón global que lucra las formas de pensar, vestir, comer, peinar y calzar de una sociedad consumista como la nuestra. Es el medio de información más ágil y rápido del que se dispone hoy en día, hace que la juventud no se interese por los escritos de Borges, mucho menos que escuchen a Stravinski; debido a esa engañosa basura de fácil acceso, la cual ya no es parte de la cultura, sino por el contrario, es la cultura.

OCURRIÓ ASÍ....

"La televisión no es un medio que haya transformado la política mundial o las vidas de los jóvenes sino un transmisor de programas crudos y estúpidos que inducen a la violencia" (KATZ, Jon, 1994) , a una tentación de la cual el hombre no puede escapar, y que por desgracia en la actualidad es el instrumento de enajenación utilizado por las múltiples cadenas de televisión que dizque comunican al planeta. Si esa constante captura de neuronas para el banco de masas encefálicas idiotizantes que día a día se suman a los índices de adeptos al culto por la cajita de imágenes con movimiento.

La influencia de este "medio de comunicación electrónico," es de tal magnitud que ha dado génesis a una generación sin imaginación, desmembrada de su entorno familiar, político y educativo; a los cuales ya no les importa el alto porcentaje de mortandad en Somalia debido a la fuerte hambruna, el reinicio de la guerra del Golfo Pérsico, las innumerables niñas menores de 12 años violadas por adultos insaciables, la muerte de gente inocente por accidente con una bala en la frente, pues esas injusticias mediante un canal de televisión son puras noticias de un día ordinario en cualquier jodido barrio.

Estos "Cibernoides" están acostumbrados a ser seducidos por el morbo y la violencia que lo mismo les da vivirlo "a sangre fría" que "a través del video" ellos saben que dentro de una "ciudad desnuda" todo puede ser de "primer impacto"; gracias a la magia de la televisión, se disfrutan los mejores crímenes y se instruye en como matar en menos de tres patadas. La sangre es tan común ahí que el mismísimo conde drácula, luciría insignificante ante los sedientos televidentes.

Por otro lado los delincuentes y violadores ya no le temen al "fuerte" brazo de la ley, sino a la gente, que sin conciencia alguna siguen los ejemplos de justicia por cuenta propia promovidos por el televisor.

El circo, maroma y teatro que años atrás fomentara el televisor; ahora fueron cambiados por sangre, carne y huesos putrefactos; todos los días millones de teleadictos se apiñan frente al monitor como buitres para observar la espectacular carroña que allí se exhibe. Tal parece que Charles Mason, es una tierna obejita ante los productores de estos tipos de programas amarillistas y sádicos, cuyo objetivo es, sin imaginar, el lograr en el individuo una deshumanización total ante el prójimo.

De seguir así en un futuro no muy lejano los centros de esparcimiento como los circos, cambiaran sus actos de acrobacia por ejecuciones de asesinos, los animales por minusválidos y las edecanes por travestís.

SABER VER

Con lo antes expuesto no quiere decir que este en contra de la libertad de expresión, más bien existe la duda sobre si semejante transmisión promueve una catarsis o sencillamente retroalimenta patologías.

A raíz de lo anterior nos encontramos ante dos disyuntivas:
1. Apagar el aparato, para no seguir embruteciéndose.
2. Aprender a verlo libre de toda influencia y prejuicios.

* Primer artículo publicado en el suplemento cultural Cartapacios del periódico Ecos de la Costa, Abril 1997.