miércoles, 9 de enero de 2008

Los medios digitales un paradigma de la información

Conforme pasan los años el ser humanos se apropia de los medios necesario para suavizar su ritmo de vida, y con ello genera un sin fin de utensilios y aditamentos que son ya parte de su acontecer diario; la vida en la actualidad se desarrolla entre chips, semiconductores y microprocesadores, convirtiendo así a la fibra óptica en el medio más eficaz de transporte, haciendo del ancho de banda una autopista donde navegan varios millares de usuarios, obteniendo información, diversión y placer, dejando atrás a los carteros del servicio postal, los telégrafos y la prensa escrita en papel periódico.

El Valle del Silicio en California, cuna de los más importantes avances en materia de tecnología digital, ha extendido sus dominios alrededor del planeta, ese lucrativo negocio concentra la tercera parte del tráfico diario de usuarios de la red internacional de información, beneficio que le otorga sustanciales dividendos a sus propietarios; si se hablara de lucha de clases, el poder digital sería hoy en día la clase dominante.

Entre esas creaciones se cuentan las herramientas tecnológicas o mejor conocidas como tecnologías de información, es decir, el uso de los medios digitales como lo son la internet, el correo electrónico, las plataformas de chat y el mundialmente utilizado "Messenger", propiedad de la multimillonaria firma Microsoft; por un lado estos utensilios fueron diseñados, como en su tiempo lo fue el teléfono, para acortar distancias, facilitar la comunicación y difundir información, que con el paso del tiempo el individuo los comenzó a emplear como espacios para la recreación, el entretenimiento y sobre todo el enriquecimiento de algunos consorcios; a partir de su utilización como motor de comercio las compras por teléfono son cosa del pasado, pues existen ya innumerables tiendas virtuales, en donde se puede encontrar desde un póster hasta un automóvil de lujo y un posible fraude con la tarjeta bancaria del cliente.

Los usuarios del correo electrónico tienen la facilidad de multiplicarse como el milagro de los panes y los peces, nada más que esta vez dan de comer a unos cuantos empresarios o magnates de la digitalización como Bill Gates o el hindú Sabeer Bhatia; tal nivel de afición genera un grado de adicción mayor, que supera al de uso de los vídeo juegos. Resulta inexplicable como un individuo al estar frente a un equipo de computo, no resiste la tentación de preguntar, si éste esta conectado a la red, si la respuesta es afirmativa, en su rostro se podrá apreciar la angustia por revisar su buzón electrónico, con el afán de leer los nuevos mensajes de sus amistades y diversas parejas sentimentales que en otras partes del mundo lo esperan, tal vez con las mismas ansias, o simplemente consultar su signo zodiacal en el sitio oficial de horóscopos de la red; en algunas oficinas, los jefes exigen a sus empleados que se den de alta en este medio para "agilizar" la comunicación, teniendo como consigna revisarlo antes de iniciar la jornada laboral para estar al día de las nuevas disposiciones laborales.

Los responsables de afinar y proveer de materia gris al planeta, no escapan del uso de la tecnología, pues en su desesperado esfuerzo por preservar la inteligencia, se ven en la necesidad de cambiar los cursos escolares que se impartían en aulas de concreto, por los llamados cursos en línea, en donde, desde un centro interactivo de enseñanza multimedia, salas de chat se vuelven espacios propicios para el intercambio académico; el correo electrónico es utilizado con fines escolares, rescatando así la esencia original de esta gama de instrumentos.

De igual forma los padres de familia invierten cierto porcentaje de su raquítico salario en un moderno equipo de computo con todos los servicios en red, para mejorar la educación de sus hijos, en su inocente acto tal vez les proporcionen la llave que abrirá de nuevo la Caja de Pandora; percatándose de esto meses después cuando revisen el elevado recibo de cobro de la compañía telefónica; pues surfear en la web, requiere de una buena dosis de paciencia, primero, por la exasperante lentitud de conectarse a ella, y después por la larga espera a que se cargue una página; además de las varias horas que el usuario invierte en bajar un programa de la red a su computadora.

Eso sin contar los achaques a la salud de los ojos, que trae consigo las horas de lectura frente al monitor, como lo es una visión borrosa, enrojecimiento y ardor ocular, fatiga y dificultades en la concentración visual y una posible fotosensibilidad cornea; y es que el ojo humano esta diseñado para observar los objetos a largas distancias, el problema radica en los objetos vistos de cerca, en donde el ojo necesita agudizar su enfoque visual de forma paralela, situación que implica un verdadero esfuerzo muscular ciliar.

Se ha preguntado alguna vez, ¿cuánto tiempo invierte un adolescente en tratar de conquistar a una desconocida, que tal vez podría ser un desconocido, en una sala caliente de algún chat? o buscando sitios pornográficos en la internet, enviando cadenitas por E- mail de todo tipo, desde milagrosas, de amor, hasta satánicas; acción que bien podría llamársele "terrorismo psicológico", pues al asegurarte que si no envías a un número específico de contactos la misiva, se esta propenso a jamás encontrar el amor o sufrir un grave accidente; y que decir de las múltiples personalidades que un sujeto adopta en el chat o el messenger con tal de parecer más atractivo o importante, lo cual sin lugar a dudas genera una dualidad de comportamiento que de forma patológica lo va aplicando en la vida común, en fin todo sea por encontrar a la media naranja en algún lugar de la tierra, motivado por el anhelo de entablar una relación amorosa a millas de distancias, y tal vez si la suerte le sonríe, se vera consumada en un matrimonio a ciegas.

Entre un correo electrónico y otro los empresario hacen su agosto en el mercado mundial, enviando promocionales de distintos productos denominados mercadotecnia viral; además del material que se comercia, también existe otro tipo de artículos que resultan impresentables como para anunciarlos en medios respetables donde se debe de pagar por ello, acción que es ejecutada por los llamados Spammers, quienes se encargan de enviar a la infinidad de direcciones electrónicas toneladas de correo basura, que congestionan el servicio de Internet, en donde los usuarios se vuelven pepenadores de ellos, apropiándose de curas milagrosas, dietas que en cinco días hacen perder tres kilos, viajes gratis a paradisiacas islas caribeñas, sitios de éxtasis sicalíptico y rameras virtuales; lo grave de estos correos, estriba cuando entre ellos un cracker se introduce a la máquina del usuario con fines de beneficio personal o mera diversión maliciosa.

Otra de las consecuencia del inadecuado uso de los medios digitales ha sido el generar una total deshumanización en la comunicación y por ende una descomposición del lenguaje; pues por una parte al utilizar una serie de simbolismos y demás deformaciones lingüísticas para tratar de agilizar el intercambio de mensajes entre los usuarios del correo electrónico, chat o messenger; y que con el pasar de los días se adhieren al lenguaje coloquial que lo vuelve algo común. Esto en lugar de facilitar la comunicación la va empobreciendo y va fincando las bases de una nueva generación, a la cual ya no le interesan los viajes espaciales, pues resulta más atractivo ser un cibernauta, obtener experiencias sexuales a través de ciberorgasmos digitales en su ya corrompida imaginación, con seres asexuales y legalizar la piratería entre su núcleo social, gracias al apoyo de un software que viola infinidad de veces el endeble sistema de protección anticopias que alguna compañía disquera instalo en sus productos.

A raíz de esto, surge una pregunta, ¿Quién legaliza al Internet? las compañías que la utilizan de pretexto para lucrar con sus servicios, el gobierno federal o la Secretaría de Educación Pública; hasta la fecha, se vislumbra que los primeros tienen las riendas de este medio, mientras que los dos restantes están exentos de ejercer cualquier influencia, simplemente la utilizan como víctimas del vértigo de la popular demanda; y es que como señalan algunos expertos la Internet nace sin controles, bajo la consigna de la libertad total e igualdad de oportunidades para publicar y navegar en red; el problema radica en que, a través de vertiginoso "boom" comercial a veces inconscientemente pierde algunos valores fundamentales como los ya señalados.

Lo anterior no significa estar en desacuerdo con el uso de las herramientas tecnológicas, por el contrario es necesario establecer limites que permitan identificar hasta donde son en realidad necesarias para alguna actividad y en donde comienza el hedonismo de su uso.

Lecciones de urbanidad

El transitar por la ciudad de Colima, inspira un aire de provincia que los capitalinos envidian cada vez aquí, y eso que ellos frecuentan los lugares donde el confort artificial recrea sus pupilas y el paladar; más nunca sabrán del romance que existe entre la vendedora de semillas de calabaza y el lustrador de zapatos del jardín "Nuñez"; sus pies jamás han entrado a los microhogares que guarda orgullosamente la vecindad donde una enorme cantidad de personas se las ingenian para sobrevivir, su olfato nunca ha percibido el olor a tierra mojada de las empedradas calles del "Moralete" y sus hermosas mujeres descalzas. Atrás del estrés cotidiano de las vertiginosas avenidas y de su tránsito kamikaze se esconden un sin fin de historias, entre los habitantes de la ciudad de los dulces de alfajor y la cocada.

Una de tantas es la historia de la señora Trinidad Urzúa de Gómez, viuda de 47 años, hace dos años y medio que murió Jacinto su marido, el cual era chofer de un camión repartidor de agua purificada, y a pesar de lo mucho que lo amaba nunca le guardo luto, pues según su criterio, lloramos a nuestros muertos como si nosotros fueramos inmortales, desde entonces esta mujer se convirtió en el carpintero del futuro de sus tres hijos, dedicándose para sostenerlos al oficio de empleada doméstica; a duras penas ha sacado la educación básica de sus dos primeros retoños, los cuales valorando el enorme esfuerzo de su madre se afanan con ahínco al estudio, y en época de vacaciones para contribuir a la economía familiar se emplean como repartidores en un restaurante.

A pesar de que Doña Trini trabaja casi diez horas al día siempre tiene tiempo para atender las demandas de sus hijos, que conforme van creciendo los muchachos, éstas se van pareciendo a las demandas de los países subdesarrollados, es decir, además de ropa, calzado y sustento sus hijos le solicitan ayuda en las tareas escolares que conforme avanzan en cada grado escolar se ponen más difíciles; ella en cambio no les exige que saquen las mejores calificaciones, más si que estudien para que no sean como el vago perdulario trota calles al que apodan "el Capi".

El grado de estudios de la señora Trinidad es de sexto de primaria inconcluso, pero esto no ha sido factor de acomplejamiento, pues desde que ingresó su primogénito a la primaria, en ella se fue fomentando la idea de saber más y así poder ayudarle, es por eso que desde un principio se compró en abonos una enorme enciclopedia que todas las noches lee como si se tratara de la "Novela Semanal" o el "Lágrimas y Risas"; en las casas donde trabaja durante sus escapaditas por el patio de servicio, diariamente se le adelanta al patrón leyéndose todos los periódicos para estar al tanto de lo que acontece en el mundo, y así cuando sus hijos le hagan un comentario sobre asuntos contemporáneos, ella podrá participar sin ninguna dificultad .

Todas las noches después de la cena se reúne con sus tres hijos para intercambiar experiencias del día, y casi siempre la mujer en su papel de egeria les infunde hábitos que según su criterio serán de beneficio una vez que ella ya no se encuentre a su lado; como especie de inventario analizan profundamente el modo de vida que sus vecinos llevan, con el fin de encontrar alguna que otra moraleja que les sirva de ejemplo en su formación; y como ella siempre les dice "las personas somos como el árbol frondoso que tiende con facilidad a deshojarse, por cualquier disturbio emocional"; haciendo alusión a esto les explica la situación de Ignacio Reyes el mecánico que vive en unión libre con Lucia Rodríguez que se desempeña como abogada en un bufete jurídico y casi siempre por su empleo tiene diversos litigios que le obligan a concluir su jornada laboral hasta altas horas del día, situación que Nacho no comprende debido a su poca formación académica, y al llegar la pobre cansada de trabajar éste la recibe con fuertes ataques de celos y que conforme avanza la discusión se van transformando en golpes, a pesar de esto nunca ha intentado dejarle, lo que da a pensar dos cosas o bien le guarda un pánico terrible o simplemente lo quiere en demasía; y es que a la gente no le agrada humillarse, pero cuando se ama, se hipoteca el orgullo y se hace lo que la pareja dictamina con tal de seguir a su juntos.

Otro triste caso es el de Policarpo Juárez, contador público de profesión, que al sufrir un recorte presupuestal la empresa donde trabajaba, se vieron en la necesidad de liquidarlo, durando casi dos años sin encontrar empleo, y para solventar esta crisis se dedico al oficio de tianguista, lo que repercutió en su vida conyugal, pues al no tener un salario fijo las deudas se empezaron a acumular, gracias a los caprichos consumistas a los que tenía acostumbrada a Sofía su esposa; la cual al verse desfavorecida económicamente, huyo con otro que le ofreció un coche del año y una cuenta en el banco; el desdichado de Poli no encontró otro camino que la vía alcohólica, y en una merluza cual Nerón prendió fuego a su casa sentándose sobre su reposet favorito a contemplar extasiado como el fuego arrasaba lo que tan celosamente alguna vez defendiera. Fue un verdadero milagro que el equipo de bomberos lo haya rescatado con vida del incendio; actualmente comparte un pequeño cuarto de vecindad con una meretriz, la cual desde su óptica no tiene mérito alguno que le haga desconfiar de su persona, así cuando ésta se va por las noches a desempañar su labor, él se queda a cuidar de la habitación. De forma égida doña Trini les dice a sus chamacos “A veces pensamos que al encontrar pareja vamos a dejar de estar solos, pero algunas ocasiones solo compartimos la soledad de dos”.

Una vez transcurrido lo anterior, les narra la anécdota que le aconteció a Florencio Aguirre, el que una vez fuera jefe del departamento de capacitación de la clínica “La cumbre”, donde ella labora como afanadora de medio turno los fines de semana; este sujeto vivía un tórrido romance con Rigoberto Pérez, un joven de diecisiete años, sin oficio ni beneficio con el cual compartía comida, casa y sustento, y que una noche cuando Florencio regresaba a su casa la encontró sin ningún mueble y una nota donde se mofaba de él; ahora solo tiene una mesa desplegable y una colchoneta, olvidándose de su recatado aspecto varonil y de la cuidada vida que alguna vez llevo, llegando al grado de perder su empleo y a refugiarse en bares de mala muerte donde según él se prostituye; a pesar de todo lo ocurrido, aún mantiene su humor característico, pues en las pasadas fiestas Charrotuarinas de Villa de Álvarez logro coronarse como "reina de los choferes", portando con orgullo la corona por todo la ruta de la cabalgata.

De vez en cuando Samuel el hijo mayor se retira del comedor y se pone a ver el televisor, en su interior la mujer siente una fuerte envidia por aquel aparato electrónico que le roba la atención de su chamaco, tratando de justificar la actitud de éste ante su dos hijos menores, les dice “Hay gente que cree que al llegar a cierta edad, aprender ya no te enseña nada”; y empieza a comentar la vida de Esther Morales, mujer que a los 18 años impulsada por la necesidad de salir de la precaria situación que en su hogar imperaba, decidió ser la concubina de Don Calixto Davila, el dueño de los almacenes textiles donde ella trabajaba. Durando así, casi diez años, pues al enviudar don Cali, decidieron unir sus vidas por la vía conyugal; poco a poco la diferencia de edades fue haciendo un abismo a causa de los terribles celos del hombre, que ya no le dejaba salir a solas ni a la esquina, manteniéndola encerrada todo el día en casa; pero lo que no sabía Calixto, era que, al irse a laborar al almacén, Esther daba rienda suelta a su apetencia sexual con Fidencio el mozo que él mismo le enviaba a su esposa para realizar los mandados; atinadamente la señora Trinidad les comenta a sus chamacos "a veces las personas maduras para satisfacer su vanidad buscan una pareja que sea más joven, terminando por engañarse a causa de ello, pues la edad no se les va a reducir, ni los va hacer mas viriles, al contrario envejecerán con mayor rapidez gracias a la tensión emocional y a la incertidumbre que trae consigo tal situación".

Esto le recuerda la relación de amantes por más de seis años que sostuvieron Laura Guijarro y Santiago Pérez, siempre se les veía tan felices por el barrio abrazados o tomados de la mano; lo malo vino cuando Santi se divorcio de Domitila la que era entonces su mujer y se caso con Laura; pues a raíz de esto, todo se volvió monótono y aburrido hasta mermar su situación. Al año y medio de casados se separaron para nunca más volverse a ver, ni siquiera como amigos; era como si el caramelo del pecado había perdido su sabor; resulta inexplicable por qué los seres humanos nos sentimos atraídos por lo prohibido y cuando esa clandestinidad deja de serlo, ya no vale la pena, dejando un profundo vacío de insatisfacción y menosprecio hacia lo que antes resultaba atractivo.

En su empeño por proporcionar a sus hijos las diversas reglas de la moral y la decencia doña Trinidad, no escatimaba esfuerzos en comparar las virtudes y los vicios de sus vecinos con tal de inculcarles buenos valores y que estos no cayeran al abismo de la infamia; sin tomar en consideración que a fuera del hogar, la sociedad en su modo vertiginoso por alcanzar la modernidad va hacer que sus vástagos lleguen a la cúspide de la “Torre de Babel”, y olviden todos esos principios con tal formar parte de algún circulo de amistades. Lo cual se pudo constatar quince años más tarde, cuando su hijo Samuel por incompatibilidad de caracteres firmaba el acta de divorcio y tenía sobre su espalda una pensión alimenticia de $ 2, 800.00 mensuales por cubrir para el sostenimiento de sus cinco hijos; Felipe el de en medio había contraído nupcias, gracias a un embarazo no deseado, lo que trunco su carrera de médico y a duras penas se las ve para sostener a su pequeña familia como empleado de una botica; mientras que Julián el último de ellos, se encuentra ante el dilema de continuar estudiando una carrera profesional o irse a los Estados Unidos a recoger a paladas los dólares que sus amigos le exageran que hay por aquellos rumbos; por su parte la pobre de Trini ya con sus piernas cansadas y reumáticas, se dedica a planchar ajeno y ganando apenas lo suficiente para vivir honradamente, más siempre al santo de su devoción le enciende tres veladoras para que no deje de cuidarle a sus muchachos.

HIPOLITAS NOCTURNAS

Dedicado a “ella”, cuyo nombre prometí olvidar y
quizá en estos momentos se encuentre bailando
en el Tropicana o en el Conga Tijuana.


Un sin fin de historias envuelven a una ciudad que despierta cuando el sol se va a dormir; la noche con sus penumbras incita a la diversión, al asueto de un día de trabajo. Las calles duermen quietas, únicamente los autos pasan raudos y se perfilan rumbo a la sucia esquina de algún bar, en donde un luminoso letrero indica el sitio que es resguardado por una enorme puerta custodiada por un tipo de cara charrasqueda, centinela de la fortificación. Sitio catalogado por los moralistas como la fuente de vicios del hombre, pues según ellos ahí habitan la escoria de los placeres mundanos; mientras que para otros conserva el anhelado confort y alegría de la ciudad ebria de luces.

En su interior, el ambiente a media luz permite distinguir una serie de siluetas sin nombre, mascaras difíciles de reconocer a través de la atmósfera de misterio y curiosidad de los allí presentes que deambulan entre olores que combinan fragancias de licor efervescente, tabaco y perfume barato pero sofisticado.

Bajo las luces de neón se pasean como luciérnagas las musas semidesnudas que inspiran los deseos sexuales reprimidos de los espectadores que dan vida a la urbe sin sueño. Erguida como torre al centro del cabaret se encuentra la pista donde los sinuosos y voluptuosos cuerpos de las amazonas nocturnas bailan eróticamente al compás de las líricas que tanto odian; extraviadas en las coreografías del fango realizan hermosos movimientos de cadera que sin llevar el ritmo de la música dejan entrever poco a poco, cual capullo de seda, el escultural cuerpo.

El público expectante lanza gritos de júbilo por las prendas que caen y dejan ver cada uno de los ladrillos que construyen sus naturales y bien formados cuerpos; no como el de las Venus del bisturí que produce la meca del cine norteamericano.

Haciendo círculos alrededor de la pista se sitúan las mesas donde los clientes aburridos de la monotonía de sus vidas hogareñas consumen la miel del escorpión finamente embotellada, gozando en compañía de la mujer que da satisfacción a sus sueños de embriaguez. Compañía que se transforma en “amigos” de unos cuantos minutos, y después viene la soledad en la que se circunscribe la existencia de estas mujeres que por unos cuantos billetes permiten a éstos que posen sus torpes caricias, las cuales dejan un rastro de saliva en su delicada piel.

En sus cabezas además del tinte que cubre su cabello, también habitan sueños, uno de ellos es el de vivir siempre amarradas a la esclavitud de ser felices algún día y dejar la vida nómada que llevan; volver a dormir por las noches, cuidar de sus hijos, vástagos de aquella amistad que se convirtió en un amor del cual surgió el estigma del embarazo. Escozor que durante nueve meses fue haciendo de la fuente principal de remuneración económica un ablandabrevas, trayendo consigo días terribles de hambre.

Esquivan el futuro o la posibilidad de cuando el cuerpo pierda la macices y las arrugas adornen sus rostros, producto de las noches de desvelo; las obligue a buscar clientes bajo la penumbra de un farol de madrugada dentro de un olvidado jardín o en las afueras de un hotel de malamuerte, devaluando aquel cuerpo que en su plenitud se ofrecía al mejor postor.

Pero esas inquietudes son olvidadas noche tras noche, lo que importa es conseguir el alimento de mañana, razón de su noctívago trajinar, esperando terminar la ardua jornada de falso glamour, para regresar a sus casas como vampiras a dormir de día, unas veces solas otras acompañadas por alguien que les conmovió su duro corazón; quedándose el lugar tan silencioso como cementerio de pueblo, dando con ello a la lujuria un reviste de moralejas para los que ahí asistieron y un receso hasta la penumbra del día siguiente.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Ruido en el aire

Los medios masivos de comunicación mediante satélites, fibra óptica y microondas han sido y serán el eje vital para unir fronteras, colaborar y mantener informado al género humano. Actualmente no existe sujeto alguno que niegue tener un televisor o radio en su hogar, empleo o negocio; es obvio que el individuo no puede resistirse al vértigo de la comunicación o ya de plano sentir que alguien lo acompaña en su obligada soledad, pero además de noticias los medios en sus diferentes ámbitos se dedican a fomentar formas de vida y costumbres que se transforman en spots publicitarios, los que a su vez se vuelven influjos culturales que decididamente convierten el futuro del país y en consecuencia la ideología individual de las futuras generaciones.

El esfuerzo de la escuela por introducir un sistema de pensamiento ha sido a veces destituido por los medios de comunicación, ya que estos proponen a sus receptores un programa mental donde se combina la cultura de masas y la mercadotecnia; entonces si un indicador del retraso en la población es el bajo índice de lectura, un buen ratings se define en la mayoría de personas que ven televisión, escuchan radio o están conectados al espacio virtual.

Por otro lado en los últimos años la televisión ha entrado a una fase de tremenda decadencia debido a la serie de trastornos que trajo consigo la disputa entre las dos cadenas más importantes de televisión nacional, originando que la gente recurra al radio, a la prensa o a la Internet para informarse de “verdad”.

Bajo esta perspectiva la radio ocupa el segundo lugar de preferencia entre los distintos medios, adquiriendo un cariz de cotidianeidad que de hecho se puede constatar observando en las oficinas como las secretarias la utilizan para analgesia del trabajo, al igual que los albañiles, pintores y chóferes, transformándose de ese modo en la banda sonora de una película llamada vida.

Desde aquel histórico 24 de diciembre de 1906, cuando por vez primera se emitían a través de la radio música y voz, hasta nuestros días como preámbulo diáfano la radio deja escapar sobre la superficie abrupta una serie de efectos, explosiones, rayones, puentes musicales, coros de canciones y voces afectadas, con el firme propósito de atraer la atención del público, recuérdese como gracias a este aparato Orson Welles alcanzo la celebridad mediante una versión radiofónica de la novela “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells, la cual causó sensación y simultáneamente pánico en la ciudad de Nueva York en 1938.

Hoy en día desde el interior de la radio se cronometra el ritmo de vida y se analizan infinidad de temáticas, mismas que van desde política y nota roja hasta astrología y esotérica, tornándose en un vehículo amarillista que curiosamente se vuelve un espejo de los demás medios y por lo tanto vocero de la jodidez urbana.

Una cabina de audio difunde la información que ciertas veces no es la original, pues al pasar por el locutor, este le imprime algunas alteraciones producto de su dicción y de la diacrítica forma de emitir las palabras; si a ellos se le agrega que en su soliloquio los locutores envían una serie de frases camufladas que los radioescuchas decodifican haciéndolas suyas. Tales contenidos verbales no siempre actúan particularmente en su significación literal, sino como punta de decodificación simbólica de carácter colectivo, es decir de una forma u otra en ese trueque lingüístico nuestro castellano se prostituye con anglicismos que al pasar de los años se integra al lenguaje coloquial de la juventud, olvidando por completo la idea de promover una cultura nacional y dando paso a reproducir formas de pensamiento extranjero.

Pese a lo anterior la radio en su ardua tarea publicitaria y por alcanzar una mayor audiencia se atreve a fomentar una serie de eventos que irónicamente son aceptados socialmente; por ejemplo concursos en los que se convoca a participar a las escuela para que inviten a sus estudiantes a enviar mensajes de texto para tener la posibilidad de ganar la organización completa de una kermesse, recibir en la explanada cívica del plantel a un grupo musical, y lo más risible ofrecer una cirugía estética de busto a la dama que resulte agraciada. Como ustedes saben tales situaciones poco a poco se integraran a la serie de valores que se inculcan de forma extraclase llegándolos a convertir en hábitos.

El futuro de la radio tiene dos caminos; el primero se encuentra en las universidades, ello implica reinventarla en un sentido académico que conjugue lo experiencia obtenida a lo largo de los años con las ideas frescas de los universitarios, además de regresar al salón de clases a los antiguos locutores para que se de el intercambio de experiencias con aquellos estudiantes de comunicación, lo que dará un matiz diferente a la programación y un estilo alternativo a la producción de espacios radiofónicos donde se rescate lo mejor de este medio.

Y por último esta el Podcast, que consiste en una pequeña capsula tipo radiofónica en formato mp3, donde se abordan infinidad de temas, éstos pueden ser escuchados en diversos sitios de Internet. Por utilizar el ciberespacio este medio en algunos de sus materiales se llega a abusar de la libertad, en muchas de las ocasiones esa ilegalidad suele ser beneficiosa para quienes lo escuchan, pues al no tener alguien que lo censure existe mayor credibilidad en sus aportes.

La otra vía consiste en revalorizar al equipo actual de cada una de las estaciones que dan vida a la radio, con el propósito de conjuntar lo ya existente con lo que hace falta, para demostrar con ello que a pesar de sus carencias la radio aún tiene mucho que ofrecer con calidad.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La importancia de la lectura en la educación

Si la mayoría de los profesores disfrutaran de la lectura como ver la televisión, o seguir las jugadas de un encuentro futbolístico, el quehacer académico en las aulas sería otra cosa; ya no habría improvisaciones en clases, el tiempo de trabajo se disfrutaría y no caerían en el tedio que actualmente predomina.

El esfuerzo por llevar la cultura escrita a los habitantes de este planeta son muchos, se organizan concursos de lectura, elaboración de ensayos, cada 23 de abril es celebrado el día mundial del libro; y la respuesta esta ahí en las desérticas bibliotecas, las librerías que solamente reciben altas ventas en épocas de transición escolar; la culpa no está en los estudiantes pues son ellos quienes viven del ejemplo, primero en su educación informal donde sus padres y madres rara vez se les ve disfrutando de un libro ya sea por el pretexto de las múltiples labores que exige la actividad doméstica o el ejercicio laboral de sus respectivas profesiones y el único espacio disponible para ello se destina a contemplar un capitulo más de su telenovela familiar o el encuentro de titanes del deporte.

Por su parte la educación formal, a pesar de ser el lugar propicio para fomentar la lectura, no ha sido así; en la educación básica el libro de texto se ha convertido en algo parecido al catecismo donde el leer es una prueba de habilidad que se valora sin percatarse del proceso que implica la comprensión de la misma; la Secretaría de Educación Pública hace un esfuerzo por seleccionar en cada tomo de lecturas lo mejor de los literatos hispanoamericanos, que de seguro hasta los mismos profesores de ese nivel ignoran gran parte de sus obras.

El libro de texto gratuito en la mayoría de las escuelas primarias es el receso de la actividad docente, pues el papel de guía del aprendizaje que supuestamente debe de poseer se ha olvidado, haciéndolo parecer como un instrumento autodidacta de los propios alumnos, frases como éstas se escuchan a diario en las aulas: “Lean y luego respondan de su libro de Español, las páginas 104, 105 y 107, voy a salir a la dirección, luego vuelvo"; de que se trata por favor, una cosa es que el estudiante tenga actualmente un vocabulario tomado de sus personajes de la televisión y otra que sepa resolver problemas de lecto-escritura, sin la guía o supervisión del profesor.

En el nivel medio superior, los docentes culpan a sus camaradas del nivel básico por egresar alumnos sin las habilidades académicas necesarias, y la pregunta es, ¿Qué hacen ellos por corregir o mejorar este defecto? Si es en este nivel donde se debe preparar al alumno para que se enfrente a los retos que en un futuro le impondrá el nivel superior o en su caso el campo laboral; de igual forma como efecto dominó los profesores del nivel superior acusan a sus homólogos del mismo defecto y esto como reflejo en las aulas no exonera a los alumnos de cargar con este mal por el resto de su vida escolar.

Los pretextos por disimular las limitantes del mentor son muchas, tal parece como si el conocimiento llegado a cierta edad tiene fecha de caducidad y no se considera como una simple cuestión de actitud que permea la labor docente de todos los niveles. En realidad la mayoría de los profesores no son asiduos al conocimiento debido a que la lectura no es una actividad que sea de su total agrado, pues si se tiene que informar de algún acontecimiento de índole político, tecnológico o cultural, recurre al televisor olvidándose por completo del periódico.

Cuando se trata de algún aspecto académico el medio más socorrido es la Internet, descartando la idea de que actualmente cualquiera que sepa el manejo de las herramientas informáticas puede crear un website lleno de embustes y charlatanerías que por ser parte de este medio se le otorga una validez oficial que esta exenta de la aprobación de la SEP, a diferencia de los libros y publicaciones escritas que circulan en el país las cuales son supervisadas por esta secretaría.

Resulta irónico que profesores de lengua y literatura en su vida hayan leído otros libros que no fueran los que sus profesores les obligaban a leer, y peor aún que se limiten a seguir un programa académico donde se recomienda una bibliografía, de la cual cuando mucho conocen la sinopsis de los textos como efecto placebo de su didáctica.

De igual forma resulta inexplicable que durante los cursos de capacitación y actualización docente que ofrecen algunas instituciones académicas a sus profesores, éstos se muestren angustiados por que aún no se les ha otorgado el libro que ciertas compañías editorial les promueven con fines de lucro para sus estudiantes y que ellos en forma de engaño hacia los representantes de estas casas editoriales fingen interés con el propósito de obtenerlo gratuitamente y al final los engañados resultan ellos mismos, pues el ejemplar terminara llenando el espacio estético de su librero, ignorando por completo su contenido.

Finalmente cabe aclarar que la lectura no es la panacea de la comunidad docente, más si es un medio a través del cual se enriquece el vocabulario, se corrige la cacofonía, acrecienta la capacidad imaginativa y maravillosamente desaparecen esas molestas muletillas que inconscientemente los profesores poseen.

¿Cómo ser estudiante y no morir en el intento?

A todos los alumnos que me han enseñado
el oficio de la docencia.

Hablar sobre la labor estudiantil dentro del aula es analizar un aspecto del individuo como si se tratara de una dualidad biológica, es decir, una vida doble, pues al término de una jornada escolar, el sujeto llega a su hogar quitándose el uniforme y con ello la actitud discente, atrás quedan los salones, las prácticas de laboratorio, el difícil arte de escuchar la homilía docente y saborear la eucaristía académica.

Es como si la escuela fuera tan terrible que no da cabida a sinónimos de hogar y albergue; los alumnos se debaten entre el sarcasmo de los profesores y las burlas de sus compañeros, han convertido la inteligencia en pecado de omisión; son unos verdaderos activistas ecológicos que se manifiestan en contra del sacrificio de tanto árbol que ha dado origen a la creación de libros. Si llegan a fastidiar al profesor éste sin lugar a dudas lo expulsará y para el estudiante equivaldrá a libertad bajo palabra, pero si no quieren ser "libres" a su modo, simplemente demuestran una obediencia cargada de tintes hipócritas y serviles hacia su profesor; el laboratorio de informática por su parte se transforma en embajada del "chat" internacional que los internautas utilizan en sus vastas conquistas sentimentales, y ahora con el uso de la computadora portatil, pues también el salón de clases , si el profesor es aburrido.

En épocas de evaluación se da una encarnizada batalla por sacar los mejores promedios, sin medir las consecuencias de a quién se aplasta; esto obliga a los muchachos a estudiar arduamente en la semana que se programan los exámenes, rompiendo con el letargo que semanas atrás les había llenado el televisor, la discoteca y los bares noctívagos en los que se daban charlas tan interesantes sobre canibalismo y escatofagia informativa del prójimo; es por ello que en los días de exámenes se les puede ver estudiando por doquier, en la parada del colectivo, por los pasillos de la escuela y hasta en el interior de los baños, memorizando información que recitarán como un loro a la hora del examen, y transcurridos los días se convertirá en amnesia pura.

La presión de las pruebas parciales les retribuye problemas gástricos e incesantes dolores musculares, tal parece que en cada evaluación parcial el médico y el psiquiatra recibieran sus mesadas; bajo esta situación no hay mejor remedio que solicitar la analgésica ayuda del instrumento norteño de Don Ramón Ayala, "el acordeón", el cual puede adoptar múltiples formas desde una pequeñísima hoja, hasta el respaldo del compañero de enfrente, en fin todo sea por no defraudar a sus familiares con una calificación reprobatoria; después de dos semanas todo vuelve a la aparente normalidad, con la misma rapidez que se asimiló la información en unos cuantos días, así de rápido se olvida.

La peor fase del estudiante se presenta cuando ya está a punto de concluir su formación escolar y se va a enfrentar con la difícil elección de carrera; precisamente en esas fechas en su cabeza comienza a gestarse un dilema o encrucijada vocacional, por un lado está la presión familiar y por otro el orgullo de no quedarse atrás de sus compañeros en el avance académico, y si a ello le sumamos la escasez del bolsillo que muchas veces no les permite ingresar al área formativa de su preferencia. En esos momentos su ego se siente doblegado y la circunstancias le obligan a pedir ayuda; requiriendo de alguien que lo oriente sobre su futuro, el cual desde su óptica se parece más al cobrador de abonos de un comercio al que hay que escondérsele.

Hasta aquí surgen una serie de interrogantes que como docentes nos planteamos, ¿qué hacer ante esta situación del alumno, si no tenemos las herramientas profesionales necesarias? ¿cómo ayudarle en su orientación vocacional y evitarle caer en una disonancia? Esas y otras preguntas quedan a la reflexión de quien se interesó en la lectura de este artículo.

Crónica de un examen anunciado

Para robarle una sonrisa a la Chachis.

Son casi las siete de la mañana, las instalaciones de la escuela preparatoria “Monte Bello” comienzan a recibir a los primeros profesores que se autodenominan “el clan de las siete”; los intendentes recogen la basura y el polvo de la jornada anterior; los alumnos con sus rostro abotagado del descanso nocturno y espavilandose el sueño como autómatas dirigen sus pasos humildemente hacia el interior de las aulas; el coordinador académico del plantel muy servicial y esbozando su peculiar sonrisa les da los buenos días a sus madrugadores docentes y les abre la puerta de la dirección; como todas las mañanas les invita el aromático café que amablemente prepara para deleite de ellos.

Es periodo de exámenes y la tensión de los jóvenes se deja entrever, manos sudorosas a pesar del clima frío repasan los cuadernos escolares una y otra vez tratando de enganchar la mayor información posible, que como carbonato repetirán en defensa de su examen. Las sillas se acomodan estratégicamente procurando siempre quedar a un lado del “cerebrito”, al cual le podrán sustraer toda la savia intelectual desde lejos haciendo ojos de cangrejo o vista de halcón según la situación.

El profesor sinodal faltando cinco a las siete entra al salón, bajo el brazo trae el fajo de exámenes, y el termómetro de presión cardiovascular registra el máximo; los barullos se dejan escuchar y el docente como toque de diana comienza a acomodarlos de acuerdo a su modo de percibir la astucia de éstos; el pase de lista reglamentario comienza, posterior a esto se reparten uno a uno por filas los materiales mediante los cuales demostrarán sus habilidades y destrezas adquiridas a lo largo de tres meses en las clases.

Los primeros treinta minutos de un examen son de concentración absoluta, infinidad de ideas invaden el ansia por responder cada una de las intrincadas preguntas, que curiosamente conforme avanza el tiempo se empiezan a poner cada vez más escabrosas; de forma extraña los alumnos empiezan a padecer una serie de enfermedades vírales como sinusitis, estornudos violentos, humedad nasal, ataques de tos y posibles alergias gripales. Transcurrida la hora comienza la amnesia, y la desesperación invade aquel recinto que horas atrás fuera un campo de concertación del camuflaje y la estrategia del copiado; en esos momentos de tensión en los cuales transcurre el examen surgen los deseos de comparar las respuestas con las de los demás o simplemente con las del genio orador de las clases.

Precisamente en ese lapso de tiempo, alguien de la “concentrada concurrencia”, cuestiona los planteamientos argumentados por su profesor en la estructura de una pregunta y esto se comienza a diseminar entre todos los alumnos como sombra de la duda; espacio temporal que es aprovechado por los más hábiles plagiadores de exámenes que sin miedo a las leyes que existen sobre el derecho de autor, se apropian transcribiendo con algo de sinécdoque las respuestas de sus inteligentes colegas, alivio que es casi comparado al de poseer la llave que abre la caja de pandora.
A la hora con veinte minutos algunos chicos entran en un profundo letargo que resignadamente les dicta que su capacidad intelectual ya no da para más, entrando a lo que se podría denominar estreñimiento cerebral; otros en estado de vigilia esperan como si se tratara de un concurso a obtener algún premio de consolación. Enormes explosiones de compañeros que se descongestionan sus fosas nasales, intercambio de gomas para borrar y saca puntas de lápices, son una fuente del trueque de la fluida información que secretamente se suscita.

Chicos atónitos mirando al techo del aula, como plegaria al dios de las respuestas buscan abrir el desván de su mente para tratar de sacudir aquellos contenidos académicos que el polvo de la televisión, las revistas de la farándula y el ruido de las discotecas oxidaron. Como eslogan de un comercial chocolatero sienten un hueco en su estomago aunado al del cerebro que lentamente clava la estaca de la incertidumbre; con ojos tristes los que permanecen en su silla ven alejarse a sus colegas, y el fantasma del morbo por saber que respuestas escribieron los demás ronda por su pensamiento, y da inicio el bocifereo en los pasillos de los que ya terminaron, entre burlas, tristeza y enojo es recordado aquel fatídico día, como preámbulo al holocausto estudiantil que se avecina cuando se les de a conocer sus resultados.

Rostros de jubilo y decepción se dejan entrever, como si fuera la final de un encuentro deportivo de las olimpiadas. Los que se quedan al final siempre dejarán una duda al sinodal, o son los más inteligentes y responsables o se quedan por la inercia de copiar; afuera los muchachos ya tranquilos les invade una hambre y sed terrible que los hace dirigirse a la cafetería del plantel, pues lo difícil ya ha pasado, y para el examen de mañana todavía falta mucho.