Un conocido que tenía mucho tiempo sin ver, en cierta ocasión lo encuentro, al mirarlo le noto extraño, como que faltaba algo, entonces descubro que se hizo cirugía en la nariz; pasados unos minutos de charla, al verlo más relajado y seguro de sí mismo, por fin sacio la curiosidad preguntándole por qué se atrevió a someterse a tal operación. De respuesta me dice que la forma en cómo tenía su nariz nunca había sido de su agrado, además de que contaba con los medios económicos, por lo tanto se le facilitó descartar lo que la madre naturaleza otorgó y recurrir al Dios de la cirugía estética.
Argumentando que a partir de ello es más feliz, las mujeres le prestan mayor atención, ya puede ver a la cara con los que charla sin la zozobra de imaginarse que se están mofando del tamaño de su nariz. Híjole, la verdad nunca pensé que la facción saliente del rostro humano, entre la frente y la boca, con dos orificios, que comunica con el aparato respiratorio, fuera un trauma.
Siendo honesto, acá entre nosotros, como que la forma que le dieron a su recién creada nariz, no encaja muy bien con la fisonomía de su cara, muchas veces me da la impresión que los cirujanos estéticos, tienen un solo molde, pues los dejan con la imagen de Micheal Jackson, Alfredo Palacios o Eddie The Head, el ícono de la banda metalera Iron Maiden, y si a ello le agregamos que los ojos se les ven como los de Horacio y Clarabella de Disney, alargados y hondos, pues no se ven tan bien que digamos.
Además, ¿por qué vivir traumado? Siempre he dicho que mi nariz se asemeja a una pasilla rellena capeada y por ello no me siento inhibido ante los demás, digo, no tengo la facilidad de palabra del célebre Cyrano de Bergereac, mucho menos la capacidad olfativa del personaje del Perfume, Jean-Baptiste Grenouille -por cierto, “grenouille” en francés significa rana-; la parte positiva es que no me crece por decir mentiras como la marioneta de Geppetto, salvándome así de ese terrible polígrafo.
Tampoco soy capaz de moverla como Samantha Stephens de la serie “Bewitched”, y hacer mágicos hechizos; menos aun alumbrar al prójimo como Rodolfo el reno; pero mi nariz es la mía y nadie la tiene como yo, es decir, cuando alguien me vea de lejos dirán “ahí viene éste, con su pinche narizota a meterla donde nadie le llama”.
De igual forma, con nariz hermosa o de perico se pueden percibir los olores de las rosas, la buena comida, el excremento y lo putrefacto, ¿entonces, para qué gastarnos una fortuna en operaciones? Al fin de cuentas con ella nacimos y moriremos con ella, pero si no le gusta, pues mejor quítesela por completo para que no le haga feo.
Son una serie de artículos que ya han sido publicados en diversos periodícos locales.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Prueba superada
Figúrese estimado lector que con eso del avance tecnológico a los adultos mayores les cuesta algo de trabajo adaptarse a los artilugios modernos, a mi abnegada madrecita se le dificultó tanto aprender a utilizar la videocasetera, y cuando por fin sabía manipularla, salió al mercado el reproductor de DVD; entonces tuvimos que darle otro curso de capacitación, actualmente es una experta en su manejo, es más, le encuentra sentido al poder ver películas y escuchar sus discos favoritos de música en un mismo aparato, también se maravilló por el formato MP3 que le brinda horas de placer auditivo.
Me fascina ver el séptimo arte en su compañía, pues todavía guarda esa añeja costumbre de vivir en carne propia los personajes, conforme avanza la película denota ánimos distintos según el sentido de la trama. Una noche cuando disfrutábamos de la película “Prêt-à-porter”, en una escena donde aparece el actor italiano Marcello Mastroianni, sorprendida mamá exclamó “¡Jesús bendito! ¿Qué feo se puso con los años? Ni se parece”. Tal expresión me hizo reflexionar y entender que la vida es muy sabia, pues para engañar a la muerte nos va camuflando, así cuando esta nos quiera llevar lo más seguro es que se tarde un buen tiempo en identificarnos, es más, hasta puede llegar a confundirse con otro.
Por eso, muchas gracias a las patas de gallo que se van formando en la comisura de nuestros ojos, lo escaso del cabello en la mollera, la flacidez abdominal, los múltiples hundimientos lineales que interrumpen la uniformidad de nuestra superficie cutánea, pues debido a ello mutamos y nos vamos haciendo distintos.
Entonces porqué preocuparme de la esporádica impotencia sexual, la pérdida de serotonina que me va haciendo más furibundo, ansioso, lleno de angustia y explosivo; pues estoy consciente que todo ello es factura del avance de la edad para irme transformando en otro.
Me sobran los motivos para agradecerle a la vida que cada año me va haciendo diferente, y hoy más que nunca que por fin dejé atrás la edad de 41 años, ya puedo presumir que tengo 42 sin el temor de que alguien diga “estás en la edad peligrosa”, más ahora que Ricky Martin y Tiziano Ferro decidieron salir del closet; alabado sea el Altísimo porque continúa gustándome el género femenino, no en todas sus expresiones, por ejemplo hay mujeres masculinas que no son de mi agrado al igual que los hombres femeninos.
Con el transcurrir de los años ya no soy presa fácil de las damas que nos unía un taxi, el cuarto del motel y un estriptis, esas mujeres que me daban sus caricias a cambio de unos cuantos billetes y por quince minutos hacían que me sintiera un Casanova de alcoba, a pesar de ser tan torpe como la experiencia me lo ha escupido a la cara infinidad de veces. Menos aun, de las pequeñas perversas estudiantes de falda corta y piel de durazno, que intentan satánicamente seducirme por una decorosa calificación de las asignaturas que imparto.
Del empleo con la experiencia que se va adquiriendo, desaparecen las diferencias de edad, pues colegas que fueron mis profesores de bachillerato, en la actualidad compartimos ideas, opiniones y la creatividad que desbordan, lo cual nos hace congéneres.
Lo único lamentable es que de mi vida tan sólo un quince por ciento lo he disfrutado con mi familia, otro veinticinco en las aulas escolares y un sesenta han sido desperdiciados en ver televisión, conectado en la internet o escuchando música. Es tan cierto que la vida se nos escapa gracias a tantas cosas que llegamos a considerar “importantes”, que nos vamos envejeciendo interiormente preocupados por esas pequeñeces que muchas de las veces ni tan relevantes lo son. Es necesario hacer una pausa en nuestra ajetreada vida y reflexionar sobre lo que hemos descuidado, lo que debemos de mejorar o modificar.
Es una tristeza que le damos mayor prioridad a los cambios físicos que a nuestras relaciones familiares, preferimos comprar productos que supuestamente perpetúan la juventud, como tintes para el cabello, lociones capilares, cápsulas regeneradoras de la vitalidad, pastillas para ser virilmente aceptados por el sexo opuesto, entre otras nimiedades que lo único que nos causa son falsas ilusiones de nuestra persona.
Por lo tanto estimado lector, permita a la naturaleza seguir su curso, nunca va a poder engañarla; si uno aprende a aceptarse conforme la edad lo va transformando, probablemente la muerte no llegue a reconocerlo y pase de largo. Ahí tiene a Marcello Mastroianni, quien a dos años de regresar a la farándula después de su retiro, la calaca logró identificarlo, llevándoselo a dormir siempre con ella a finales de 1996. A pesar de reconocer lo anterior, seguro estoy, que aunque me proponga modificar tales costumbres, al dar la vuelta a la esquina lo habré olvidado y continuaré cometiendo las mismas estupideces de siempre.
Me fascina ver el séptimo arte en su compañía, pues todavía guarda esa añeja costumbre de vivir en carne propia los personajes, conforme avanza la película denota ánimos distintos según el sentido de la trama. Una noche cuando disfrutábamos de la película “Prêt-à-porter”, en una escena donde aparece el actor italiano Marcello Mastroianni, sorprendida mamá exclamó “¡Jesús bendito! ¿Qué feo se puso con los años? Ni se parece”. Tal expresión me hizo reflexionar y entender que la vida es muy sabia, pues para engañar a la muerte nos va camuflando, así cuando esta nos quiera llevar lo más seguro es que se tarde un buen tiempo en identificarnos, es más, hasta puede llegar a confundirse con otro.
Por eso, muchas gracias a las patas de gallo que se van formando en la comisura de nuestros ojos, lo escaso del cabello en la mollera, la flacidez abdominal, los múltiples hundimientos lineales que interrumpen la uniformidad de nuestra superficie cutánea, pues debido a ello mutamos y nos vamos haciendo distintos.
Entonces porqué preocuparme de la esporádica impotencia sexual, la pérdida de serotonina que me va haciendo más furibundo, ansioso, lleno de angustia y explosivo; pues estoy consciente que todo ello es factura del avance de la edad para irme transformando en otro.
Me sobran los motivos para agradecerle a la vida que cada año me va haciendo diferente, y hoy más que nunca que por fin dejé atrás la edad de 41 años, ya puedo presumir que tengo 42 sin el temor de que alguien diga “estás en la edad peligrosa”, más ahora que Ricky Martin y Tiziano Ferro decidieron salir del closet; alabado sea el Altísimo porque continúa gustándome el género femenino, no en todas sus expresiones, por ejemplo hay mujeres masculinas que no son de mi agrado al igual que los hombres femeninos.
Con el transcurrir de los años ya no soy presa fácil de las damas que nos unía un taxi, el cuarto del motel y un estriptis, esas mujeres que me daban sus caricias a cambio de unos cuantos billetes y por quince minutos hacían que me sintiera un Casanova de alcoba, a pesar de ser tan torpe como la experiencia me lo ha escupido a la cara infinidad de veces. Menos aun, de las pequeñas perversas estudiantes de falda corta y piel de durazno, que intentan satánicamente seducirme por una decorosa calificación de las asignaturas que imparto.
Del empleo con la experiencia que se va adquiriendo, desaparecen las diferencias de edad, pues colegas que fueron mis profesores de bachillerato, en la actualidad compartimos ideas, opiniones y la creatividad que desbordan, lo cual nos hace congéneres.
Lo único lamentable es que de mi vida tan sólo un quince por ciento lo he disfrutado con mi familia, otro veinticinco en las aulas escolares y un sesenta han sido desperdiciados en ver televisión, conectado en la internet o escuchando música. Es tan cierto que la vida se nos escapa gracias a tantas cosas que llegamos a considerar “importantes”, que nos vamos envejeciendo interiormente preocupados por esas pequeñeces que muchas de las veces ni tan relevantes lo son. Es necesario hacer una pausa en nuestra ajetreada vida y reflexionar sobre lo que hemos descuidado, lo que debemos de mejorar o modificar.
Es una tristeza que le damos mayor prioridad a los cambios físicos que a nuestras relaciones familiares, preferimos comprar productos que supuestamente perpetúan la juventud, como tintes para el cabello, lociones capilares, cápsulas regeneradoras de la vitalidad, pastillas para ser virilmente aceptados por el sexo opuesto, entre otras nimiedades que lo único que nos causa son falsas ilusiones de nuestra persona.
Por lo tanto estimado lector, permita a la naturaleza seguir su curso, nunca va a poder engañarla; si uno aprende a aceptarse conforme la edad lo va transformando, probablemente la muerte no llegue a reconocerlo y pase de largo. Ahí tiene a Marcello Mastroianni, quien a dos años de regresar a la farándula después de su retiro, la calaca logró identificarlo, llevándoselo a dormir siempre con ella a finales de 1996. A pesar de reconocer lo anterior, seguro estoy, que aunque me proponga modificar tales costumbres, al dar la vuelta a la esquina lo habré olvidado y continuaré cometiendo las mismas estupideces de siempre.
lunes, 29 de noviembre de 2010
La Torre de Babel
"Si queréis conversar conmigo,
definid primero vuestros términos". Voltaire
En la actualidad se vive un mundo vertiginoso en donde la velocidad es sinónimo de eficacia, es como si se debiera actuar primero y después se pensase; se cuentan con diversos utensilios que permiten el intercambio de satisfactores que los medios de comunicación nos han proporcionado en el constante bombardeo publicitario, y que con el paso del tiempo se implantan en nuestra vida, generando así una total dependencia entre los aparatos y nosotros.
La rapidez que exigen los medios de comunicación como lo son los mensajes de celular a celular, el entablar una charla en alguna sala de chat en la internet ha producido en las nuevas generaciones que el lenguaje escrito se vuelva sintético, por ejemplo para escribir palabras como "que" utilizan dos formas, por un lado puede ser útil la letra "Q" o también la literal "K", de igual manera para escribir la palabra "llegue" recurren a la simplificación literal de dos consonantes "YG", o la trillada síntesis romántica "TQM" que significa "te quiero mucho"; tales simplificaciones en la redacción son de gran utilidad, pues permiten estar en sintonía con el ritmo de vida de nuestros días, el problema radica en como estas reducciones boicotean la escritura en el idioma, pues al utilizarlas de forma común, poco a poco se vuelven del dominio popular y se llega a creer que escribir de esa forma es lo correcto.
Si a lo anterior se le agrega el lenguaje que hoy en día nuestra juventud emplea para comunicarse, en donde combinan frases en castellano y ciertos anglicismos varios de mis exprofesores de lengua y literatura se volverían a morir de la impresión que les causaría el escucharles; pues durante las últimas seis décadas se ha observado la eclosión de diversas formas de expresión verbal producto de las diferenciaciones de carácter clasista y regionalista derivados de perjuicios o estereotipos culturales como los son las castas sociales que deambulan en el entorno urbano: chilangos, fresas, cholos, chicanos, chuntaros, pochos, pachucos, guachos, etcétera. Estas divisiones ficticias además de generar una diversidad cultural que influencia a los púberes en la forma de vestirse, les inculca un vocabulario nuevo que difiere al practicado en el seno del hogar y que por ser diferente resulta atractivo a las grandes masas de chicos y chicas.
Resulta curioso que en su mayoría este nuevo lenguaje de la adolescencia adquiera significados distintos a su equivalente en castellano y en el inglés, y es que además del raro acento con que se pronuncian, también se debe de considerar la forma en como se gesticulan los músculos del rostro al expresarse.
Descifrar lo intrincado de estas formas de expresión tiene sus riesgos pues se podría caer en subjetivismos al explicar el significado de algunas frases que según la juventud pueden ser del "vocabulario común". A continuación pretendo hacer una especie de interpretación a algunas de esas palabras tomando como base la opinión de varios jóvenes que han sido mis alumnos por los diversos semestres que he impartido clases, espero no caer en determinismos, pues como ya lo dije anticipadamente puede que no sean las definiciones correctas:
Palabras en castellano
ANTRO: Cuando los jóvenes se refieren a este termino, hacen alusión a los diversos centro de diversión que puede variar desde una simple discoteca, un restaurante o hasta un bar de moda en donde se reúnen a disfrutar de sus círculos de amistades.
NETA: Palabra que equivale a decir la "verdad".
"OTRO NIVEL ARRIMITIVO": Frase usada por los púberos cuando algo les parece fuera de lo ordinario, nótese que la palabra "arrimitivo" la emplean de manera incorrecta para señalar que algo esta superior, como si tratase de decir "arriba".
"TE ESCAMAS": Esta expresión es utilizada para indicar que alguien siente pena, vergüenza o pudor.
RAYANDO: Equivale a señalar que alguien llego con premura o en el tiempo exacto.
EXPULSACIÓN: Es una forma incorrecta de referirse a la frase "expulsión", la cual fue acuñada por una comentarista del programa de televisión Big Brother VIP, y que gracias a la gran difusión y popularidad de este "Reality Show" se ha adoptado incluso por personas adultas que lo expresan como si fuera una alegoría del lenguaje.
"CHIDA": Esta palabra la utilizan con mayor frecuencia para referirse a algo que les fascina o agrada demasiado.
"NO MANCHES": Esta frase dentro del caló juvenil es una especie de eufemismo para la palabras "no mames", por aquello de que mamar se ha difundido con ciertas reminiscencias sexuales; se le dice "mamón" al sujeto que se mofa de otros o que goza de mucha presunción en su persona.
NAVE: Se refieren al automóvil, vehículo o carro.
"CERO VARO": Equivale a no tener nada de dinero.
"OTRO PEX": Al igual que la frase "no manches", "pex" es una forma elegante de referirse al termino vulgar de una flatulencia o "pedo", nada más que aquí viene a ser referencia a "otro asunto"; por otro lado, si se le antepone el "que" adquiere el sentido de saludo, "¿Que pex, cómo te va?".
WE: Típica frase de todos los fresas abreviando la palabra "wey" para que se escuche mas "refinado", considérese que no se hace referencia al "buey", o sea, el animal cuadrúpedo vacuno que tira de una yunta, sino al amigo o compañero.
SAZ: Es como decir "estoy de acuerdo".
SALE: Esta palabra guarda una estrecha semejanza con la anterior, pues equivale a la misma definición.
AMAGAR o FAJE: Ambas frases hacen alusión al momento en que una pareja expresa sus sentimientos de forma física.
HORRY: Es el apócope de la palabra horrible y equivale a que algo esta feo, es asqueroso o desagradable.
NACO: Según Carlos Monsiváis esta palabra etimológicamente proviene del termino Totonacos, segunda etnia indígena más grande de Veracruz; el vocablo Totonaca se compone de los términos "tu'tu" o "a'ktu'tu", que se refiere al número tres y "nacu'" que significa "corazón". Resulta contradictorio que una palabra que encierra un significado tan cordial, en el lenguaje de los muchachos adquiera un cariz despectivo de decirle a una persona que su presencia es non grata, poco agradable e incluso se vuelva aun más peyorativa cuando se le dice "Nacayote".
GATETE: Término que se dio a conocer por el actor Kuno Becker en cierta telenovela para tratar de una forma despectiva a una persona; al parecer este actor quiso señalar el despreciativo de gato de una forma incorrecta, y por ignorancia de la juventud esta palabra se utiliza como sinónimo de "naco".
ABORIGEN: Es otra forma despectiva de referirse a una persona autóctona y vernácula de nuestro medio, también es un sinónimo de "indio o naco".
PROLETARIADO: Modo despectivo de señalar a la clase "baja" o bien a cierto sector común y corriente.
Palabras en inglés
PHONE: Teléfono en español; pero que los jóvenes utilizan para referirse a hacer una llamada telefónica o el número telefónico.
HIPER: Adjetivo calificativo para expresar un nivel de agrado o desagrado sobre algo o alguien.
COOL: Significa algo parecido a "padrísimo". En inglés significa frío y de acuerdo a los rasgos de la cultura anglosajona (slang) equivale a fenomenal, pero la única interpretación que encuentro entre nuestros adolescentes es "chingón"; para explicar el concepto de "Chingón" consúltese el libro de Eduardo Del Río (Rius), Mexicanismos y otras peladencias, editorial Posada, México, 1971.
CHATEAR: Consiste en practicar el uso de alguna sala de chat en la internet, cabe aclara que esta expresión propiamente no existe en los diccionarios de habla hispana.
SUPER NICE o VERY NICE: Muy agradable.
En un país donde la televisión se ha encargado de idiotizar a tres cuartas partes de la población y los profesores se la pasan en huelgas y paros laborales como pretexto para mejorar el raquítico salario que perciben, padres y madres de familia que quieren transformar a las escuelas en guarderías y reformatorios; resulta un pecado hablar correctamente, pues si así lo haces, ante la muchachada serás tachado de anticuado y pondrás una barrera semántica ante ellos.
Es inconcebible como ese léxico se aprende con facilidad y en menor tiempo que el invertido por los profesores de inglés al tratar vanamente en inculcar la lengua de Shakespeare a sus pupilos; de igual forma resulta ridículo como diversos escritores de la supuesta "onda", como áncora para atraer a los efebos a la lectura, recurren a este lenguaje y lo único que hacen es fomentarlo aún más; de manera semejante algunos docentes con el afán de didactar su enseñanza a los estudiante se apropian de este vulgar léxico, cayendo en la misma situación que los escritores.
Esto me remite a lo que alguna vez señalo Platón al decir que "hablar inapropiadamente no es sólo cometer una falta, sino hacer un daño irreparable a las almas"; entonces la Torre de Babel que de generación en degeneración hemos construido, nos lleva a una pregunta ¿En la actualidad se piensa como se habla?
definid primero vuestros términos". Voltaire
En la actualidad se vive un mundo vertiginoso en donde la velocidad es sinónimo de eficacia, es como si se debiera actuar primero y después se pensase; se cuentan con diversos utensilios que permiten el intercambio de satisfactores que los medios de comunicación nos han proporcionado en el constante bombardeo publicitario, y que con el paso del tiempo se implantan en nuestra vida, generando así una total dependencia entre los aparatos y nosotros.
La rapidez que exigen los medios de comunicación como lo son los mensajes de celular a celular, el entablar una charla en alguna sala de chat en la internet ha producido en las nuevas generaciones que el lenguaje escrito se vuelva sintético, por ejemplo para escribir palabras como "que" utilizan dos formas, por un lado puede ser útil la letra "Q" o también la literal "K", de igual manera para escribir la palabra "llegue" recurren a la simplificación literal de dos consonantes "YG", o la trillada síntesis romántica "TQM" que significa "te quiero mucho"; tales simplificaciones en la redacción son de gran utilidad, pues permiten estar en sintonía con el ritmo de vida de nuestros días, el problema radica en como estas reducciones boicotean la escritura en el idioma, pues al utilizarlas de forma común, poco a poco se vuelven del dominio popular y se llega a creer que escribir de esa forma es lo correcto.
Si a lo anterior se le agrega el lenguaje que hoy en día nuestra juventud emplea para comunicarse, en donde combinan frases en castellano y ciertos anglicismos varios de mis exprofesores de lengua y literatura se volverían a morir de la impresión que les causaría el escucharles; pues durante las últimas seis décadas se ha observado la eclosión de diversas formas de expresión verbal producto de las diferenciaciones de carácter clasista y regionalista derivados de perjuicios o estereotipos culturales como los son las castas sociales que deambulan en el entorno urbano: chilangos, fresas, cholos, chicanos, chuntaros, pochos, pachucos, guachos, etcétera. Estas divisiones ficticias además de generar una diversidad cultural que influencia a los púberes en la forma de vestirse, les inculca un vocabulario nuevo que difiere al practicado en el seno del hogar y que por ser diferente resulta atractivo a las grandes masas de chicos y chicas.
Resulta curioso que en su mayoría este nuevo lenguaje de la adolescencia adquiera significados distintos a su equivalente en castellano y en el inglés, y es que además del raro acento con que se pronuncian, también se debe de considerar la forma en como se gesticulan los músculos del rostro al expresarse.
Descifrar lo intrincado de estas formas de expresión tiene sus riesgos pues se podría caer en subjetivismos al explicar el significado de algunas frases que según la juventud pueden ser del "vocabulario común". A continuación pretendo hacer una especie de interpretación a algunas de esas palabras tomando como base la opinión de varios jóvenes que han sido mis alumnos por los diversos semestres que he impartido clases, espero no caer en determinismos, pues como ya lo dije anticipadamente puede que no sean las definiciones correctas:
Palabras en castellano
ANTRO: Cuando los jóvenes se refieren a este termino, hacen alusión a los diversos centro de diversión que puede variar desde una simple discoteca, un restaurante o hasta un bar de moda en donde se reúnen a disfrutar de sus círculos de amistades.
NETA: Palabra que equivale a decir la "verdad".
"OTRO NIVEL ARRIMITIVO": Frase usada por los púberos cuando algo les parece fuera de lo ordinario, nótese que la palabra "arrimitivo" la emplean de manera incorrecta para señalar que algo esta superior, como si tratase de decir "arriba".
"TE ESCAMAS": Esta expresión es utilizada para indicar que alguien siente pena, vergüenza o pudor.
RAYANDO: Equivale a señalar que alguien llego con premura o en el tiempo exacto.
EXPULSACIÓN: Es una forma incorrecta de referirse a la frase "expulsión", la cual fue acuñada por una comentarista del programa de televisión Big Brother VIP, y que gracias a la gran difusión y popularidad de este "Reality Show" se ha adoptado incluso por personas adultas que lo expresan como si fuera una alegoría del lenguaje.
"CHIDA": Esta palabra la utilizan con mayor frecuencia para referirse a algo que les fascina o agrada demasiado.
"NO MANCHES": Esta frase dentro del caló juvenil es una especie de eufemismo para la palabras "no mames", por aquello de que mamar se ha difundido con ciertas reminiscencias sexuales; se le dice "mamón" al sujeto que se mofa de otros o que goza de mucha presunción en su persona.
NAVE: Se refieren al automóvil, vehículo o carro.
"CERO VARO": Equivale a no tener nada de dinero.
"OTRO PEX": Al igual que la frase "no manches", "pex" es una forma elegante de referirse al termino vulgar de una flatulencia o "pedo", nada más que aquí viene a ser referencia a "otro asunto"; por otro lado, si se le antepone el "que" adquiere el sentido de saludo, "¿Que pex, cómo te va?".
WE: Típica frase de todos los fresas abreviando la palabra "wey" para que se escuche mas "refinado", considérese que no se hace referencia al "buey", o sea, el animal cuadrúpedo vacuno que tira de una yunta, sino al amigo o compañero.
SAZ: Es como decir "estoy de acuerdo".
SALE: Esta palabra guarda una estrecha semejanza con la anterior, pues equivale a la misma definición.
AMAGAR o FAJE: Ambas frases hacen alusión al momento en que una pareja expresa sus sentimientos de forma física.
HORRY: Es el apócope de la palabra horrible y equivale a que algo esta feo, es asqueroso o desagradable.
NACO: Según Carlos Monsiváis esta palabra etimológicamente proviene del termino Totonacos, segunda etnia indígena más grande de Veracruz; el vocablo Totonaca se compone de los términos "tu'tu" o "a'ktu'tu", que se refiere al número tres y "nacu'" que significa "corazón". Resulta contradictorio que una palabra que encierra un significado tan cordial, en el lenguaje de los muchachos adquiera un cariz despectivo de decirle a una persona que su presencia es non grata, poco agradable e incluso se vuelva aun más peyorativa cuando se le dice "Nacayote".
GATETE: Término que se dio a conocer por el actor Kuno Becker en cierta telenovela para tratar de una forma despectiva a una persona; al parecer este actor quiso señalar el despreciativo de gato de una forma incorrecta, y por ignorancia de la juventud esta palabra se utiliza como sinónimo de "naco".
ABORIGEN: Es otra forma despectiva de referirse a una persona autóctona y vernácula de nuestro medio, también es un sinónimo de "indio o naco".
PROLETARIADO: Modo despectivo de señalar a la clase "baja" o bien a cierto sector común y corriente.
Palabras en inglés
PHONE: Teléfono en español; pero que los jóvenes utilizan para referirse a hacer una llamada telefónica o el número telefónico.
HIPER: Adjetivo calificativo para expresar un nivel de agrado o desagrado sobre algo o alguien.
COOL: Significa algo parecido a "padrísimo". En inglés significa frío y de acuerdo a los rasgos de la cultura anglosajona (slang) equivale a fenomenal, pero la única interpretación que encuentro entre nuestros adolescentes es "chingón"; para explicar el concepto de "Chingón" consúltese el libro de Eduardo Del Río (Rius), Mexicanismos y otras peladencias, editorial Posada, México, 1971.
CHATEAR: Consiste en practicar el uso de alguna sala de chat en la internet, cabe aclara que esta expresión propiamente no existe en los diccionarios de habla hispana.
SUPER NICE o VERY NICE: Muy agradable.
En un país donde la televisión se ha encargado de idiotizar a tres cuartas partes de la población y los profesores se la pasan en huelgas y paros laborales como pretexto para mejorar el raquítico salario que perciben, padres y madres de familia que quieren transformar a las escuelas en guarderías y reformatorios; resulta un pecado hablar correctamente, pues si así lo haces, ante la muchachada serás tachado de anticuado y pondrás una barrera semántica ante ellos.
Es inconcebible como ese léxico se aprende con facilidad y en menor tiempo que el invertido por los profesores de inglés al tratar vanamente en inculcar la lengua de Shakespeare a sus pupilos; de igual forma resulta ridículo como diversos escritores de la supuesta "onda", como áncora para atraer a los efebos a la lectura, recurren a este lenguaje y lo único que hacen es fomentarlo aún más; de manera semejante algunos docentes con el afán de didactar su enseñanza a los estudiante se apropian de este vulgar léxico, cayendo en la misma situación que los escritores.
Esto me remite a lo que alguna vez señalo Platón al decir que "hablar inapropiadamente no es sólo cometer una falta, sino hacer un daño irreparable a las almas"; entonces la Torre de Babel que de generación en degeneración hemos construido, nos lleva a una pregunta ¿En la actualidad se piensa como se habla?
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Ruido
“Ruido de abogados, ruido compartido,
ruido envenenado, demasiado ruido”. Joaquín Sabina
Dicen que cuando una gallina va a poner un huevo cacaraquea para que todo mundo se dé cuenta que va realizar esa actividad y advertir a las demás aves del gallinero que no se interpongan; en la raza humana muchos la imitamos, a poco no es patético escuchar al funcionario que por fin se le ocurrió una idea brillante, entonces es prioridad gritarla a los cuatro vientos para que todos nos demos cuenta que por fin su oxidado cerebro se puso a trabajar.
Caso semejante el tipo que le pone su nombre y apellidos a todo lo que realiza, así sean actividades inherentes a su función laboral, digo, si se trata de asuntos nuevos o que no se relacionan con su empleo, pues si es justo patentizarlos, pero si son actividades comunes, la verdad uno piensa que se trata sólo de reconocimiento social. Igual de patético es el que se va ir de viaje y tiene que decirle a todas sus amistades su itinerario, además anuncia que por motivos de su próximo paseo no podrá estar disponible, ¡qué asco!
Ya entrados en este tema, es vergonzoso observar como muchos con tal de alcanzar el codiciado reconocimiento social, hacen hasta lo imposible, por ejemplo escribir sus datos reales y completos para abrir una cuenta de correo electrónico, con el riesgo de ser suplantados por algún extorsionador; elaborar tarjetas de presentación incluyendo además del número de teléfono celular, hasta el de casa, o sea, más material para el crimen organizado que siempre está al acecho.
Es común observar entre los usuarios del Messenger a sujetos ávidos de poner en los cuernos de la luna su reputación, utilizando en los mensajes de sus nicks, frases que hacen alarde sobre las importantes actividades emprendidas o que están desempeñando: “ocupado haciendo tesis”, “dándole duro al informe”, “fue un éxito la ceremonia”, por citar algunas; en la red social de Facebook pululan individuos que en su perfil se encuentran redactados todos sus datos personales reales, además de rendir un humilde tributo a su ego escribiendo frases que motiven a sus supuestos amigos a “pensar”, siendo lo más penoso que sus contactos se sienten inteligentes al dar respuesta a tales planteamientos.
Algunas personas en lugar de preocuparse por su importancia social, deberían cuidar mejor su aspecto, lucen desaliñados, les chilla la rata por no utilizar desodorante y hasta a algunos les huele la buchaca a causa de su halitosis; muchos de ellos tienen un carácter de los mil diablos, son prepotentes, engreídos, entrelucidos; o sea, los clásicos que deberían ser tratados con pinzas.
Lo recomendable es mejorar el carácter, pues eso denota tal como es en realidad la persona, y la reputación es lo que los demás piensan de uno, es decir, es algo cien por ciento subjetivo.
Si de hacer ruido se trata, les recomiendo el que hacían mis progenitores en su adolescencia cuando iban cada fin de semana a un motel a ensayar su luna de miel, en la planta baja había un salón de baile, y todos los tertulianos incómodamente se quejaban con el dueño del inmueble del tremendo escándalo que papá y mamá producían en sus 45 minutos de lucha cuerpo a cuerpo sobre las sábanas.
ruido envenenado, demasiado ruido”. Joaquín Sabina
Dicen que cuando una gallina va a poner un huevo cacaraquea para que todo mundo se dé cuenta que va realizar esa actividad y advertir a las demás aves del gallinero que no se interpongan; en la raza humana muchos la imitamos, a poco no es patético escuchar al funcionario que por fin se le ocurrió una idea brillante, entonces es prioridad gritarla a los cuatro vientos para que todos nos demos cuenta que por fin su oxidado cerebro se puso a trabajar.
Caso semejante el tipo que le pone su nombre y apellidos a todo lo que realiza, así sean actividades inherentes a su función laboral, digo, si se trata de asuntos nuevos o que no se relacionan con su empleo, pues si es justo patentizarlos, pero si son actividades comunes, la verdad uno piensa que se trata sólo de reconocimiento social. Igual de patético es el que se va ir de viaje y tiene que decirle a todas sus amistades su itinerario, además anuncia que por motivos de su próximo paseo no podrá estar disponible, ¡qué asco!
Ya entrados en este tema, es vergonzoso observar como muchos con tal de alcanzar el codiciado reconocimiento social, hacen hasta lo imposible, por ejemplo escribir sus datos reales y completos para abrir una cuenta de correo electrónico, con el riesgo de ser suplantados por algún extorsionador; elaborar tarjetas de presentación incluyendo además del número de teléfono celular, hasta el de casa, o sea, más material para el crimen organizado que siempre está al acecho.
Es común observar entre los usuarios del Messenger a sujetos ávidos de poner en los cuernos de la luna su reputación, utilizando en los mensajes de sus nicks, frases que hacen alarde sobre las importantes actividades emprendidas o que están desempeñando: “ocupado haciendo tesis”, “dándole duro al informe”, “fue un éxito la ceremonia”, por citar algunas; en la red social de Facebook pululan individuos que en su perfil se encuentran redactados todos sus datos personales reales, además de rendir un humilde tributo a su ego escribiendo frases que motiven a sus supuestos amigos a “pensar”, siendo lo más penoso que sus contactos se sienten inteligentes al dar respuesta a tales planteamientos.
Algunas personas en lugar de preocuparse por su importancia social, deberían cuidar mejor su aspecto, lucen desaliñados, les chilla la rata por no utilizar desodorante y hasta a algunos les huele la buchaca a causa de su halitosis; muchos de ellos tienen un carácter de los mil diablos, son prepotentes, engreídos, entrelucidos; o sea, los clásicos que deberían ser tratados con pinzas.
Lo recomendable es mejorar el carácter, pues eso denota tal como es en realidad la persona, y la reputación es lo que los demás piensan de uno, es decir, es algo cien por ciento subjetivo.
Si de hacer ruido se trata, les recomiendo el que hacían mis progenitores en su adolescencia cuando iban cada fin de semana a un motel a ensayar su luna de miel, en la planta baja había un salón de baile, y todos los tertulianos incómodamente se quejaban con el dueño del inmueble del tremendo escándalo que papá y mamá producían en sus 45 minutos de lucha cuerpo a cuerpo sobre las sábanas.
miércoles, 17 de noviembre de 2010
¿La oficina ideal?
Una mañana en las épocas cuando me desempeñaba profesionalmente en una conocida dirección general, un compañero de trabajo, con cierto desgano comentaba que se le hacía una injusticia tener que presentarse todos los días laborables a la oficina, pues sólo bastaba con contar en casa con una computadora conectada a internet y que cada quien desarrollara su empleo desde la comodidad del hogar.
Bajo esa idea el Messenger podría ser utilizado como un medio para eficientar la comunicación entre los compañeros, por lo tanto no existiría el morbo de saber qué tipo de ropas se portan ese día, es más, como uno se encuentra en su propia casa, hasta en paños menores puede estar, por lo tanto nadie se escandalizará de que te estás rascando las partes nobles; existiría menos probabilidad de un acoso sexual, pues quien así lo hiciera correría el riego de que sus intenciones queden guardadas en la bandeja de conversaciones.
Evitarías muchos de los conflictos que se suscitan en el ámbito laboral, por ejemplo los complots entre oficinistas para poner en mal a alguien, bueno no al cien por ciento, pues podemos desprestigiar con un correo electrónico a quien se nos hinche; ya no tendríamos que soportar los gustos musicales, charlas y malos chistes del colega; las suspensiones por horas de almuerzo desaparecerían, o sea, ese trillado dicho de “primero desayunar que ser cristiano” sería cosa del pasado, pues se puede degustar de los sagrados alimentos mientras se trabaja, y nadie que se queje de que la oficina huele a lonchería.
El correo electrónico se transformaría en el canal de enlace para que los altos mandos proporcionen indicaciones, den instrucciones y envíen materiales de trabajo, sólo a los muy pendejos les costaría mucho comprender tales indicaciones; las tediosas reuniones de trabajo se llevarían a cabo en salas de chat, así el jefe no se incomodaría al ver que alguno de sus subalternos bosteza o está todo desparramado sobre la silla, igual sería difícil poder hacer o decir alguna payasada, pues quedaría en evidencia quien así lo hiciese, ahorrándose la inquietante frasecita del dirigente de “voy a hacer de cuenta que no oí nada”, si, esa que te pone los tanates de moño.
De llegar a cumplirse los anhelos de este excompañero, según él se tendrían las siguientes ventajas: por un lado se disminuirían los congestionamientos viales a las horas pico, por lo tanto habría menos acorazados con llantas en las calles; los bebés ya no tendrían que ir a las desoladas guarderías, evitando la proliferación de tanto sujeto bipolar que pulula por allí; ya no se desperdiciaría papel, impidiendo con ello el holocausto de árboles.
Con esas justificaciones más de alguno se podría convencer de la factibilidad de tales aspiraciones, pero considero que al estar sentado frente a un ordenador, en la soledad del hogar o con las presiones domésticas, lo más probable es que las ideas para realizar proyectos, diseños o cualquier prototipo bajo esta forma de trabajo sean el resultado del copy paste, enviando por una cloaca el trabajo intelectual.
Bajo esa idea el Messenger podría ser utilizado como un medio para eficientar la comunicación entre los compañeros, por lo tanto no existiría el morbo de saber qué tipo de ropas se portan ese día, es más, como uno se encuentra en su propia casa, hasta en paños menores puede estar, por lo tanto nadie se escandalizará de que te estás rascando las partes nobles; existiría menos probabilidad de un acoso sexual, pues quien así lo hiciera correría el riego de que sus intenciones queden guardadas en la bandeja de conversaciones.
Evitarías muchos de los conflictos que se suscitan en el ámbito laboral, por ejemplo los complots entre oficinistas para poner en mal a alguien, bueno no al cien por ciento, pues podemos desprestigiar con un correo electrónico a quien se nos hinche; ya no tendríamos que soportar los gustos musicales, charlas y malos chistes del colega; las suspensiones por horas de almuerzo desaparecerían, o sea, ese trillado dicho de “primero desayunar que ser cristiano” sería cosa del pasado, pues se puede degustar de los sagrados alimentos mientras se trabaja, y nadie que se queje de que la oficina huele a lonchería.
El correo electrónico se transformaría en el canal de enlace para que los altos mandos proporcionen indicaciones, den instrucciones y envíen materiales de trabajo, sólo a los muy pendejos les costaría mucho comprender tales indicaciones; las tediosas reuniones de trabajo se llevarían a cabo en salas de chat, así el jefe no se incomodaría al ver que alguno de sus subalternos bosteza o está todo desparramado sobre la silla, igual sería difícil poder hacer o decir alguna payasada, pues quedaría en evidencia quien así lo hiciese, ahorrándose la inquietante frasecita del dirigente de “voy a hacer de cuenta que no oí nada”, si, esa que te pone los tanates de moño.
De llegar a cumplirse los anhelos de este excompañero, según él se tendrían las siguientes ventajas: por un lado se disminuirían los congestionamientos viales a las horas pico, por lo tanto habría menos acorazados con llantas en las calles; los bebés ya no tendrían que ir a las desoladas guarderías, evitando la proliferación de tanto sujeto bipolar que pulula por allí; ya no se desperdiciaría papel, impidiendo con ello el holocausto de árboles.
Con esas justificaciones más de alguno se podría convencer de la factibilidad de tales aspiraciones, pero considero que al estar sentado frente a un ordenador, en la soledad del hogar o con las presiones domésticas, lo más probable es que las ideas para realizar proyectos, diseños o cualquier prototipo bajo esta forma de trabajo sean el resultado del copy paste, enviando por una cloaca el trabajo intelectual.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Escasez de blanquillos
A nadie gusta ser considerado como cobarde, pues de clasificarnos de esa forma, nos sentimos débiles, impotentes o faltos de orgullo moral, como si perdiésemos el honor. En repetidas ocasiones tanto en la radio como en el comic, el personaje de Kalimán solía decir que “solo el cobarde muere dos veces”, para referirse a lo deshonroso que es huir por la puerta fácil, es decir, dejar a un lado la responsabilidad de sus acciones y hacer caso omiso de las consecuencias que trae consigo cometer ciertos actos.
Saco lo anterior a colación, pues la verdad, me caga ser testigo de hechos que como seres humanos nos denigran; resulta que el otro día que visitaba una conocida tienda departamental, al pasar por el pasillo de cristalería, un pequeño de esos que dan la impresión que en su casa lo tiene enjaulado, pues como animal raro andaba tomando todo lo que se ponía por enfrente, mientras la mamá haciéndose la disimulada comparaba precios y calidad de los productos que ahí se exhibían, por su parte el chamaco al coger un angelito en fino cristal cortado se le resbala de sus manos y va a dar al suelo haciéndose añicos, la madre como sargento que suelen ser, lo regaña y le da un sopapo; al mismo tiempo que ejecuta tales acciones sus ojos escudriñan el lugar, al percatarse que nadie vio lo acontecido, recoge los fragmentos y los coloca en el espacio que instantes atrás ocupase, y como si nada hubiera sucedido abandona el lugar.
A esta señora le faltaron huevos para ir a la caja con los trozos de cristal y decirle a la cajera lo que había hecho su pinche hijo, prefirió esconderse como las bestias acorraladas, huyó de su responsabilidad y de poder haber educado a su hijo haciéndole ver las consecuencias de su chingada actitud; en cambio dejó endeudada a la responsable de ese departamento, pues lo pobre tendrá que pagar el objeto roto, ¿acaso piensan que los dueños de la tienda perderán sus ganancias por un simple error laboral?
De igual forma acontece cuando vas al banco a cambiar un cheque, y el presionado cajero te da el doble de la denominación, y tú feliz sales con la jodida idea de que ya chingaste, es tan grande Diosito contigo que te premia de esa forma, ni madres, tenemos la responsabilidad de regresarnos e ir con el empleado y hacerle ver su error, ¿qué tal si fuera al revés? Si te hace falta dinero inmediatamente te devuelves a pendejearlo y hasta evidenciarlo con el gerente.
Es una pena que la cultura de la transa sea más fácil de aprenderse que los contenidos académicos en las escuelas, gracias a ese reconocido “valor” de chingar, o sea, el que chinga mejor es el más capaz en nuestro país, esas si son competencias, ¿a poco no? Me atrevo a afirmar lo anterior con la certeza que me da el fracaso en tales menesteres, y, porque una tarde de esas calurosas que en nuestro Estado son comunes, un compañero docente al concluir su jornada laboral, se sube a su lujoso coche rojo, baja los cristales polarizados y se pone los absurdos lentes imitación “Dolce & Gabbana”, que compró en el tianguis y según él lo hacen sentir como aquel investigador privado de los ochentas llamado Thomas Magnum, enciende el motor del vehículo y le da reversa, con tal de llamar la atención hace que los neumáticos rechinen, pero debido a la velocidad y lo suelto de la arena se barre hasta enganchar su parachoques con la defensa del carro de enfrente.
Al darle marcha, la fuerza de arranque hace que se jale hasta romper la defensa del coche enganchado, inmediatamente para el suyo, desciende, y se cerciora de que a su automóvil no le haya pasado nada, al percatarse que no fue así, mira por encima de las gafas oscuras para cerciorarse de que nadie lo vio, al darse cuenta de que pasó desapercibido, se trepa de nuevo para abandonar el estacionamiento de la escuela, dándose a la fuga como méndigo delincuente.
De nueva cuenta, este compañero no tuvo el suficiente valor civil de ir a buscar al dueño del auto dañado y hacerse responsable de su babosada o de perdida colocar en el limpiaparabrisas del afectado un papel con su número de celular asumiendo la estupidez de su acto; digo nadie lo va a matar por dañar lo ajeno si te comprometes a cubrir los gastos, en cambio siempre que lo vea pensaré, ahí va ese pocos huevos.
Además todos esos faltos de valor civil, se llenarán de cólera al leer en prensa o ver por televisión las injusticias que otros seres humanos cometen, al fin de cuentas los medios los evidenciaron y a ellos no, por lo tanto seguirán conviviendo con usted y conmigo como si nada hubiera pasado.
Saco lo anterior a colación, pues la verdad, me caga ser testigo de hechos que como seres humanos nos denigran; resulta que el otro día que visitaba una conocida tienda departamental, al pasar por el pasillo de cristalería, un pequeño de esos que dan la impresión que en su casa lo tiene enjaulado, pues como animal raro andaba tomando todo lo que se ponía por enfrente, mientras la mamá haciéndose la disimulada comparaba precios y calidad de los productos que ahí se exhibían, por su parte el chamaco al coger un angelito en fino cristal cortado se le resbala de sus manos y va a dar al suelo haciéndose añicos, la madre como sargento que suelen ser, lo regaña y le da un sopapo; al mismo tiempo que ejecuta tales acciones sus ojos escudriñan el lugar, al percatarse que nadie vio lo acontecido, recoge los fragmentos y los coloca en el espacio que instantes atrás ocupase, y como si nada hubiera sucedido abandona el lugar.
A esta señora le faltaron huevos para ir a la caja con los trozos de cristal y decirle a la cajera lo que había hecho su pinche hijo, prefirió esconderse como las bestias acorraladas, huyó de su responsabilidad y de poder haber educado a su hijo haciéndole ver las consecuencias de su chingada actitud; en cambio dejó endeudada a la responsable de ese departamento, pues lo pobre tendrá que pagar el objeto roto, ¿acaso piensan que los dueños de la tienda perderán sus ganancias por un simple error laboral?
De igual forma acontece cuando vas al banco a cambiar un cheque, y el presionado cajero te da el doble de la denominación, y tú feliz sales con la jodida idea de que ya chingaste, es tan grande Diosito contigo que te premia de esa forma, ni madres, tenemos la responsabilidad de regresarnos e ir con el empleado y hacerle ver su error, ¿qué tal si fuera al revés? Si te hace falta dinero inmediatamente te devuelves a pendejearlo y hasta evidenciarlo con el gerente.
Es una pena que la cultura de la transa sea más fácil de aprenderse que los contenidos académicos en las escuelas, gracias a ese reconocido “valor” de chingar, o sea, el que chinga mejor es el más capaz en nuestro país, esas si son competencias, ¿a poco no? Me atrevo a afirmar lo anterior con la certeza que me da el fracaso en tales menesteres, y, porque una tarde de esas calurosas que en nuestro Estado son comunes, un compañero docente al concluir su jornada laboral, se sube a su lujoso coche rojo, baja los cristales polarizados y se pone los absurdos lentes imitación “Dolce & Gabbana”, que compró en el tianguis y según él lo hacen sentir como aquel investigador privado de los ochentas llamado Thomas Magnum, enciende el motor del vehículo y le da reversa, con tal de llamar la atención hace que los neumáticos rechinen, pero debido a la velocidad y lo suelto de la arena se barre hasta enganchar su parachoques con la defensa del carro de enfrente.
Al darle marcha, la fuerza de arranque hace que se jale hasta romper la defensa del coche enganchado, inmediatamente para el suyo, desciende, y se cerciora de que a su automóvil no le haya pasado nada, al percatarse que no fue así, mira por encima de las gafas oscuras para cerciorarse de que nadie lo vio, al darse cuenta de que pasó desapercibido, se trepa de nuevo para abandonar el estacionamiento de la escuela, dándose a la fuga como méndigo delincuente.
De nueva cuenta, este compañero no tuvo el suficiente valor civil de ir a buscar al dueño del auto dañado y hacerse responsable de su babosada o de perdida colocar en el limpiaparabrisas del afectado un papel con su número de celular asumiendo la estupidez de su acto; digo nadie lo va a matar por dañar lo ajeno si te comprometes a cubrir los gastos, en cambio siempre que lo vea pensaré, ahí va ese pocos huevos.
Además todos esos faltos de valor civil, se llenarán de cólera al leer en prensa o ver por televisión las injusticias que otros seres humanos cometen, al fin de cuentas los medios los evidenciaron y a ellos no, por lo tanto seguirán conviviendo con usted y conmigo como si nada hubiera pasado.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
¿Cuál es la diferencia?
A lo largo de la profesión de docente, uno conoce infinidad de personas, es más, muchas veces me topo en la calle con alguno que fue estudiante de mi clase, al saludarme me deja perplejo, pues comienzo a escarbar en las entrañas de la memoria y no logro recordar de quién se trata, pues para ser honesto, únicamente recuerdo a dos clases de alumnos, los sobresaliente y a los revoltosos.
De entre esos estudiantes, hay uno que llamó mucho mi atención, por ciertas particularidades de su personalidad, para no ponerlo en evidencia lo llamaré Tommy. Este muchacho no entra ni en la categoría de nerd, mucho menos es un geek, más bien es una especie de sujeto silencioso, de esos que no van a las fiestas de la escuela, promociones y otros eventos. Taciturno en el trato con los demás, con un coeficiente intelectual por encima de la media, pero con pocos dones cuando se trata de platicar por el simple hecho de charlar y de los rituales sociales ordinarios. Eso sí, él sabe lo que realmente es importante en una charla, pues no le apetece perder el tiempo con palabrerías triviales o jueguecitos de status para tontos.
Para este chamaco todas las asignaturas tienen temas importantes, el problema son los profesores que no saben despertar el interés por ellos; por ejemplo, en la doctrina católica aprendió que el primer ecologista fue Noé, Jesús de Nazaret además de ser comunista, puede considerarse el precursor del feminismo. En su transitar por el bachillerato fue presidente de la sociedad de alumnos, nombramiento que se vio obligado a declinar debido a que su honestidad no le permitió continuar, pues, bajó el promedio de calificaciones y no era justo que su escuela tuviera un indigno representante, además nunca abusó de su fuero presidencial, pues a pesar de que las chicas lo asediaban, jamás sucumbió ante tal tentación.
Para colmo de sus progenitores eligió la ocupación de músico de rock, como es sabido, ésta no puede considerarse una profesión en nuestro país, a diferencia de otros donde hasta el gobierno beca a los que deciden hacer de este género un empleo.
Existe una anécdota interesante que viví al lado de este joven, resulta que una tarde antes de ingresar al aula, el personal de servicios, llegó con escoba y recogedor dispuesto a limpiar el lugar, para lo cual invitó a los estudiantes de forma educada a desocupar el inmueble mientras realizaba su labor, los alumnos molestos por el desalojo salieron murmurando improperios en contra del empleado; Tommy se sienta sobre la jardinera, de su morral saca un cuaderno y empieza a escribir.
Pasados cinco minutos, el intendente termina de asear el salón y sale silbando, inmediatamente ingresa el tropel de alumnos, Tommy se pone de pie al mismo tiempo que arranca la hoja del cuaderno haciéndola puño, para después tirarla en la jardinera; con la precaución de que nadie me observara, la junté y desarrugué para enterarme de su contenido, el cual expongo a continuación:
“Muchas veces me he preguntado qué hace un recolector de basura, algunos los clasificamos como un trabajo denigrante, denigrante porque se desarrolla en un medio lleno de desechos, desperdicios, cosas que las demás personas ya no necesitamos; pero, honestamente considero que no hay mucha diferencia entre su ocupación y la nuestra, sí, ¡la de nosotros los jóvenes!
¿Por qué digo esto? A poco no es cierto que algunos de nuestros cuartos de tan desordenados que los tenemos se asemejen al basurero municipal, con la diferencia de que la habitación de unos huele a combinación de perfumes con humedad y probablemente el de otros huela a suero de panela.
La escuela gracias al señor que hace el aseo está en condiciones agradables, si no estuviera esa persona, la verdad sería un sitio impenetrable, pues con esa idea que las generaciones actuales tenemos de que hay que darle trabajo al que lo necesite, entonces se nos hace fácil tirar al suelo del salón, pasillos y plaza cívica, la envoltura de las papas fritas, la viruta del lápiz, borrador de goma y las hojas que gracias a nuestras torpezas tenemos que arrancar de la libreta por la infinidad de veces que nos equivocamos.
A esto hay que sumarle que nuestra modernidad nos ha legado la cultura de lo desechable, y como su nombre lo indica, ahora todo es “úsese y tírese después”, entonces si la etiqueta del producto nos invita a hacerlo, pues obvio que no desaprovechamos la ocasión, y así contribuimos a ensuciar, nada más que con la diferencia de que ahora tenemos el permiso del consumismo y la comercialización.
Entonces para qué fingir que somos ecológicos, si en realidad el medio nos influye a hacer lo contrario, el mundo no se va a limpiar con spots de televisión y radio entre telenovelas o cada canción de la programación; es un hecho que sólo duran unos instantes y se nos olvidan con facilidad gracias a la barra de comerciales de productos chatarra, que de seguro son más.
¿Qué nos hace diferentes del empleado recolector de basura? Que a él le pagan por limpiar y nosotros pagamos por ensuciar, mientras sigamos adquiriendo tantas cosas que nos venden las tiendas que en realidad no necesitamos, nuestros planeta seguirá convirtiéndose en una enorme masa de desperdicio.”
Después de leer esto, me surge la inquietud, ¿acaso es este es el mismo alumno que aprobó con seis la clase de “Habilidades para el Aprendizaje”? ¿Se fue hasta examen de regularización en “Taller de Lectura y Redacción I y II”? o simplemente porque muchas veces los docentes calificamos la apariencia y actitudes de nuestros estudiantes mas, que sus capacidades intelectuales.
De entre esos estudiantes, hay uno que llamó mucho mi atención, por ciertas particularidades de su personalidad, para no ponerlo en evidencia lo llamaré Tommy. Este muchacho no entra ni en la categoría de nerd, mucho menos es un geek, más bien es una especie de sujeto silencioso, de esos que no van a las fiestas de la escuela, promociones y otros eventos. Taciturno en el trato con los demás, con un coeficiente intelectual por encima de la media, pero con pocos dones cuando se trata de platicar por el simple hecho de charlar y de los rituales sociales ordinarios. Eso sí, él sabe lo que realmente es importante en una charla, pues no le apetece perder el tiempo con palabrerías triviales o jueguecitos de status para tontos.
Para este chamaco todas las asignaturas tienen temas importantes, el problema son los profesores que no saben despertar el interés por ellos; por ejemplo, en la doctrina católica aprendió que el primer ecologista fue Noé, Jesús de Nazaret además de ser comunista, puede considerarse el precursor del feminismo. En su transitar por el bachillerato fue presidente de la sociedad de alumnos, nombramiento que se vio obligado a declinar debido a que su honestidad no le permitió continuar, pues, bajó el promedio de calificaciones y no era justo que su escuela tuviera un indigno representante, además nunca abusó de su fuero presidencial, pues a pesar de que las chicas lo asediaban, jamás sucumbió ante tal tentación.
Para colmo de sus progenitores eligió la ocupación de músico de rock, como es sabido, ésta no puede considerarse una profesión en nuestro país, a diferencia de otros donde hasta el gobierno beca a los que deciden hacer de este género un empleo.
Existe una anécdota interesante que viví al lado de este joven, resulta que una tarde antes de ingresar al aula, el personal de servicios, llegó con escoba y recogedor dispuesto a limpiar el lugar, para lo cual invitó a los estudiantes de forma educada a desocupar el inmueble mientras realizaba su labor, los alumnos molestos por el desalojo salieron murmurando improperios en contra del empleado; Tommy se sienta sobre la jardinera, de su morral saca un cuaderno y empieza a escribir.
Pasados cinco minutos, el intendente termina de asear el salón y sale silbando, inmediatamente ingresa el tropel de alumnos, Tommy se pone de pie al mismo tiempo que arranca la hoja del cuaderno haciéndola puño, para después tirarla en la jardinera; con la precaución de que nadie me observara, la junté y desarrugué para enterarme de su contenido, el cual expongo a continuación:
“Muchas veces me he preguntado qué hace un recolector de basura, algunos los clasificamos como un trabajo denigrante, denigrante porque se desarrolla en un medio lleno de desechos, desperdicios, cosas que las demás personas ya no necesitamos; pero, honestamente considero que no hay mucha diferencia entre su ocupación y la nuestra, sí, ¡la de nosotros los jóvenes!
¿Por qué digo esto? A poco no es cierto que algunos de nuestros cuartos de tan desordenados que los tenemos se asemejen al basurero municipal, con la diferencia de que la habitación de unos huele a combinación de perfumes con humedad y probablemente el de otros huela a suero de panela.
La escuela gracias al señor que hace el aseo está en condiciones agradables, si no estuviera esa persona, la verdad sería un sitio impenetrable, pues con esa idea que las generaciones actuales tenemos de que hay que darle trabajo al que lo necesite, entonces se nos hace fácil tirar al suelo del salón, pasillos y plaza cívica, la envoltura de las papas fritas, la viruta del lápiz, borrador de goma y las hojas que gracias a nuestras torpezas tenemos que arrancar de la libreta por la infinidad de veces que nos equivocamos.
A esto hay que sumarle que nuestra modernidad nos ha legado la cultura de lo desechable, y como su nombre lo indica, ahora todo es “úsese y tírese después”, entonces si la etiqueta del producto nos invita a hacerlo, pues obvio que no desaprovechamos la ocasión, y así contribuimos a ensuciar, nada más que con la diferencia de que ahora tenemos el permiso del consumismo y la comercialización.
Entonces para qué fingir que somos ecológicos, si en realidad el medio nos influye a hacer lo contrario, el mundo no se va a limpiar con spots de televisión y radio entre telenovelas o cada canción de la programación; es un hecho que sólo duran unos instantes y se nos olvidan con facilidad gracias a la barra de comerciales de productos chatarra, que de seguro son más.
¿Qué nos hace diferentes del empleado recolector de basura? Que a él le pagan por limpiar y nosotros pagamos por ensuciar, mientras sigamos adquiriendo tantas cosas que nos venden las tiendas que en realidad no necesitamos, nuestros planeta seguirá convirtiéndose en una enorme masa de desperdicio.”
Después de leer esto, me surge la inquietud, ¿acaso es este es el mismo alumno que aprobó con seis la clase de “Habilidades para el Aprendizaje”? ¿Se fue hasta examen de regularización en “Taller de Lectura y Redacción I y II”? o simplemente porque muchas veces los docentes calificamos la apariencia y actitudes de nuestros estudiantes mas, que sus capacidades intelectuales.
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