miércoles, 27 de agosto de 2008

Amateur

Es común entre los deportistas, grupos de danza, porristas y escuelas de modelaje captar a través del lente de una cámara de video las sesiones de práctica o los eventos donde participan para después analizarlos en la comodidad de sus hogares con el propósito de al observarlos corregir errores y detalles que los podrían llevar al fracaso, descubrir las fallas que inconscientemente cometen entre otros detalles, en este sentido el fin en este caso justifica los medios.

De igual forma en la actualidad diversas personalidades del medio artístico hacen uso de este recurso con fines más de marketing que para mejorar tácticas profesionales y deportivas, de forma abrupta es liberado en la red de páginas mundiales un video con fuertes escenas sexuales, lo cual, es obvio que despierta el interés y sobretodo la morbosidad del público.

Los pioneros en hacer este tipo de videos fueron los -en ese entonces- recién casados Pamela Anderson y Tommy Lee, a partir de ellos se dio el “boom” por este género, entre los más famosos productos videográficos se cuentan los de Paris Hilton, la intérprete boricua Noelia y la actriz mexicana Michelle Vieth, por cierto ésta última se le ocurrió la brillante idea de patentizarlos y obtener así algunas ganancias extras a su favor por la difusión del mismo.

Por supuesto que en estas filmaciones suelen mostrar además de su talento físico, el histriónico, mismo que desde el punto de vista de cualquier crítico de cine bien podría asegurar que de lo excelente de su actuación, tales luminarias serían dignas candidatas al “Oscar”, si es que existiera una categoría para ese tipo de filmes; por supuesto que el objetivo aquí es continuar vigente dentro de la farándula gracias al escándalo que trae consigo el exhibirse públicamente al momento de copular.

Pero, ¿Qué sucede cuando a un muchacho se le ocurre obtener material videográfico con el apoyo de su teléfono celular de la relación coital que tuvo con su actual pareja? Acaso este joven lo quiere para hacer un análisis somero de las distintas posiciones que adoptaron él y su pareja en el acto consumado, es una terapia recomendada por algún sexoterapeuta para recuperar la relación sentimental. Lo más triste es que el producto de tal actividad pronto será un trofeo más que alimente el ego de esta persona al mostrárselos a sus conocidos, olvidando por completo la reputación de la otra parte implicada, que sin saberlo se siente orgullosa de ser la novia de alguien que de tanto amor que le profesa guarda los momentos de intimida en su celular para después volver a vivirlos, y como él le asegura extrañarla aún más.

Es curioso que durante los primeros 12 o hasta 14 años de vida del ser humano, sus progenitores se la pasan ocultando todo el material sicalíptico, con la firme meta de no generar en ellos un perversión sexual, esto resulta patético, es como luchar contra corriente; como ustedes saben la sexualidad es inherente al humano, lo que significa que a pesar de que lo ocultemos, tarde o temprano les llegaran los ímpetus por esta necesidad fisiológica, y va resultar adverso que se enteren de forma vulgar como lo es utilizando un celular erótico.

Qué se ha logrado con tan inmoral actividad, aparte de desprestigiar a las inocentes jovencitas y alguna que otra escuela por la supuesta calidad moral que ahí impera, fomentar ese obsesionado mal gusto de entretenerse contemplando clandestinamente en las pequeñas pantallas de los celulares cortos fílmicos basados en actividades íntimas o sensuales de otras personas, y por ende fomentar la pornografía.

En otras palabras tal comportamiento tiene su connotación voyeurista, que en exceso bien podría clasificarse como un trastorno psicosexual, basta con saber que en la mayoría de los teléfonos celulares de los adolescentes existen almacenados una enorme cantidad de videos, los cuales comparten gustosamente mediante la vía del Bluetooth. ¿Qué sensación se experimenta? Excitación, placer carnal o simple orgullo por presumir ante los demás ya sea sus peripecias genitales, sus nuevas conquistas, el tamaño de sus falos o simplemente abatir el orgullo y altivez así como herir el amor propio o la dignidad de quien exhiben.

No hay que olvidar que cualquier material sustraído u obtenido sin el consentimiento de alguien para su divulgación viola una o tal vez varias leyes que representan una serie de delitos entre los que se penalizan desde multas que ascienden diversos salarios e incluso hasta el encarcelamiento por la pena de difamación de honor y malversación física y moral del implicado.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Inconformes

Los seres humanos somos a veces tan hostiles con lo establecido y los convencionalismos sociales que la verdad resulta curioso como nada nos satisface del todo, en pocas palabras nada es suficiente; el de tez oscura quiere tenerla blanca, el que la tiene blanca considera que de tan pálido que se ve necesita un bronceado, el obeso quiere ser esbelto y el flaco ruega a su dios adquirir unos kilos de más, el pobre desea ser rico, mientras que el rico sufre por poseer más riquezas; mientras que el feo quiere ser guapo, el guapo simpático, el simpático hace el ridículo de tanto que lo es.

Igual sucede en lo académico, antes del inicio de cada ciclo escolar las instituciones educativas organizan una serie de reuniones donde el personal docente se supone debe de exponer con base a sus experiencias frente a grupo la forma ideal para abordar aspectos disciplinares, contenidos temáticos y conducta estudiantil, así como ultimar detalles para un excelente inicio de cursos. En si la esencia de tales eventos tiene su mérito, el problema radica en que algunos profesores los utilizan como especie de catarsis, otros ven este momento como la gran tribuna para ser escuchados y libremente sin vacilar exponen sus aficiones, aflicciones, prejuicios y temores hacia las autoridades escolares, también es común aprovechar el momento del cierre de acta para exorcizar sus demonios pedagógicos convirtiendo este documento tan importante en el pliego petitorio a sus necesidades, que por así hacerlo conforme pasan los semestres o ciclos escolares se comienza a perder el interés por este tipo de reuniones, argumentando que para que se realizan, si nunca hacen caso de sus sugerencias o recomendaciones.

Al término de un proceso de admisión el cristal de la transparencia se ve empañado por la infinidad de aspirantes que por virtud propia fueron aceptados en las opciones de estudio que no querían, aquí sí hago un paréntesis, a veces me pregunto, ¿La insatisfacción de no haber quedado en donde ellos deseaban estudiar, es particular o simple capricho de sus familiares? Porque si tú estas consiente que durante la trayectoria en la otra institución de donde egresaste hiciste un pésimo papel que te redituó un bajo promedio de aprovechamiento escolar, cómo va a ser posible que en una nueva institución hagas un buen papel, e igual que el caso anterior se pierde la credibilidad, con el nefasto pretexto de que al fin de cuentas “acomodan a los aspirantes donde bien quieren”.

Un caso similar acontece cuando al momento de calificar uno se percata que más del 70% de los alumnos reprobó, ¿Qué se hace ante tal suceso? Pues algunos tratamos de ser condescendientes y revaloramos los resultados ponderándolos a partir del que obtuvo la calificación más alta del grupo, ignorando así el 100% del valor original del examen. Pero cuando se entregan los resultados a cada discípulo, los que a pesar de esta acción ni así aprobaron, dirán “méndigo profesor ojete, como siempre ayuda a los que le agradan”.

Resulta inconcebible como he perdido la amistad de varias personas por el simple hecho de ser solidario con sus problemas económicos prestándoles el dinero que los sacará de ese apuro, más cuando se los cobro ahora sí me tachan de hijo de la tiznada, tacaño y falto de conciencia. Será acaso que también a ellos un abuelo les aconsejó que es imbécil el que presta algo, y que lo es el doble quien lo regresa. Esto de las inconformidades hace que recuerde un trozo de la canción de Serrat que dice “No hay nada más bello que lo que nunca he tenido. Nada más amado que lo que perdí”; recuerden que de una caída lo que más duele no es el golpe, es el orgullo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Lolitas

Una vez el músico y poeta Agustín Lara escribió “Ya ves que venero tu imagen divina, tu párvula boca que siendo tan niña, me enseñó a besar”, fragmento de su canción “Piensa en mí”, melodía que para muchos fue generadora de diversos sentimientos, pasiones oníricas que desencadenaban torrentes de amor por ese ser que se ama y se extraña a la vez, la canción en este segmento da la impresión de tratarse de un tema que en nuestros días resulta polémico como lo es la pedofilia; ya que estamos en este escabroso tema, me enteré que en la antigua Roma se promulgó una Ley Pública que prohibía el coito con menores de ocho años, honestamente hoy esto se lee bastante rudo, ¿Entonces los romanos sostenían relaciones sexuales con personas de nueve años hacia arriba? Por supuesto, como ustedes saben la clandestinidad de una relación radica en poner en práctica todo lo que nos avergüenza y a la vez nos excita, lo que nos pudoriza más se nos antoja y causa satisfacción al ego; pero consumar un acto de tal índole legalmente se clasifica como paidofilia.

Cierta ocasión cuando cursaba la licenciatura un docente en plena sesión nos dijo que el profesor dentro del salón de clases es un ente asexual, es decir, un castrado, el cual no tiene derecho a pensar con sus hormonas, sino con las neuronas. La interacción instructor-instruido debe de carecer de toda influencia sexual. Palabras indelebles en la mente de algunos estudiantes que conformábamos esa generación, a pesar de que tiempo después nuestro catedrático dejó de compartirnos sus conocimientos, pues fue puesto a disposición del ministerio público acusado de sostener una sórdida relación sentimental con una de sus discípulas en la secundaria donde también laboraba.

De su copiosa voz solía referirse al proceso enseñanza-aprendizaje como una especie de aburrido matrimonio por conveniencia, sin sexo pero con ciertas ventajas mutuas. !Claro que tenía razón¡ Existen profesores que con el simple hecho de tener alumnas guapas y a pesar de que algunas carecen de atributos intelectuales tienen un punto extra o una calificación nada deleznable sin merecérselas en sus asignaturas sólo por el hecho de ser “bonitas”.

Tal casta de alumnas está consiente que sus virtudes físicas les permiten avanzar académicamente, para ello portan el uniforme escolar con ciertos arreglos favorecedores, un prolongado escote en cuyo relicario guarda celosamente una discreta medalla de oro, que sin lugar a dudas hace poner la mirada de quien la observa en ella; una minúscula falda que permite admirar lo macizo y torneado de sus piernas y cuando se sienta al cruzar sus muslos refrescan la escena del interrogatorio de Sharon Stone en la cinta “Basic Instinct”.

En la mente de algunos, tales muchachitas son una especie de Barbie de acción que derriten el hemisferio derecho del cerebro con perversiones libidinosas, es una pena que para ciertos colegas, estas damitas con su lápiz labial y espejo de bolso sean la perdición, pues con tal imagen dan la impresión de ser adictas a la efervescencia erótica, pues saben que con muy poca ropa despiertan la imaginación.

Comparadas con el adefesio que tienen de pareja algunos docentes, a los que sólo temas financieros y de conducta doméstica abordan cuando están en la intimidad, estos duraznos tiernos y jugosos son el edén del autoexilio; es como poner en una balanza el imperio del placer y el deseo sobre las obligaciones laborales y domésticas, ¿Hacia dónde creen que se inclinará?

Fueron educadas con la idea de que para contraer matrimonio necesitan tener cierta edad, así mientras llega ese tiempo hay que darle gusto al cuerpo que gracias a los medios masivos de información conservan bien acomodaditos. La virginidad es un fantasma que atemorizó a sus abuelitas, a ellas les preocupa más lucir sexy y coquetas, porque así se lo dictamina la dieta de la mercadotecnia. A veces esa imagen seductora es obra de la ingenuidad o producto de la casualidad o sencilla intención sugerente.

Pertenecen a la generación de la mentira, su domesticación consistió en recibir un suero de embustes y mitos. Es un hecho que en la actualidad entre la adolescencia el género masculino se viste con mayor decencia que su contraparte, a la que se podría calificar como una dulce perdición; imagínese un tipo mayor sosteniendo una relación íntima con una menor de edad, eso sí es un suicidio social.

La costumbre de intercambiar cariño por sexo sufre una mutación, con ellas el sentimiento es lo que menos importa, pues la diversión y el obtener un beneficio académico están antes que otro motivo. En su malévolo juego se divierten humedeciendo el interior de la bragueta del profesor con el simple hecho de verlas; como lo dice la autora Ana Clavel, “La violación comienza con la mirada”, y para esto estas damitas saben que la atracción ingresa por este sentido y que mejor atractivo que hacer del aula un escaparate de diminutas prendas.

En conclusión, sabemos que existen chicas con estas características dentro del aula, y como profesores no podemos negarles el acceso a la escuela vestidas de esa forma, pues de hacerlo ahora sí estaríamos violando sus garantías individuales; por lo tanto no hay que olvidar que sus intenciones hacia nosotros los docentes, no son sentimentales, más bien son por mejorar su promedio escolar, es lo que podría interpretarse como alguna absurda ramificación de la prostitución. Honestamente no es que seamos guapos, más bien somos un eslabón de la cadena académica y curricular por la cual tienden a ascender.

miércoles, 6 de agosto de 2008

El país inflado

Años atrás la preocupación de las organizaciones gubernamentales y de sanidad era la desnutrición, hoy esta situación se ha revertido. En mi infancia ser rollizo de cachetitos rosados era el look más cotizado, sinónimo de rebosante buena salud; a diferencia de aquellos lánguidos niños que se enfermaban de casi todo y en cualquier temporada del año. Según pronósticos en el siglo XXI una de las principales razones que incrementarán los índices de mortandad será la obesidad.

Ahora resulta que la corpulencia es el opio de los pueblos, robos, extorsiones, pobreza, marginación, cambio climático, narcotráfico y prostitución es achacado a la gordura; lo más triste es que para el mexicano todo le hace aumentar su masa muscular desde la tristeza y el estrés hasta el abstencionismo sexual.

En el 2005 a nivel mundial México ocupaba el sexto lugar gracias a esta condición patológica del ser humano, en el año que transcurre cifras alarmantes nos colocan a unos pasos de ocupar el primer sitio. Motivo que dio rienda suelta al bombardeo mediático para “concientizarnos”; el cual va más allá de generar la simple preocupación por poseer una imagen estética, enfocando su influencia en el deterioro a la salud que trae consigo el ser de “talla extra”, diabetes, hipertensión, niveles altos de colesterol y triglicéridos entre otros son la sombra que la acompañan.

¿Por qué hasta ahora? Acaso no son estos mismos medios los que para subsistir nos han hecho consumir enormes cantidades de bebidas endulzantes, cervezas, pizzas, hamburguesas, entre otros que únicamente han permitido desparramar el tejido adiposo; a poco no es cierto que Chabelo en su programa dominical ha sido uno de los principales contribuidores en la venta de comida chatarra que sólo ha servido para engrosar las mejillas de nuestros infantes y claro llenarles los dientes de caries.

Como una forma de contribuir en el fomento de tan ínclita campaña con el patrocinio del IMSS y la Alianza por un México Sano, Televisa adapta el formato del Reality Show “Biggest Loser” de la cadena extranjera NBC, bajo el nombre de “¿Cuánto quieres perder?”, en donde a través de una serie de casting se reclutó a los 14 participantes de talla y peso extra para someterlos a regímenes alimenticios y rutinas de ejercicios compitiendo para ver quién pierde más kilos, y obvio el ganador será aquel logre llegar a su peso normal, por supuesto que para lograr el triunfo de su favorito, usted tiene que gastar en llamadas y mensajes de texto a las compañías de telefonía que comparten sus regalías con la empresa televisora.

El riesgo de este programa es ofrecer dietas de acuerdo a las características de cada participante, a pesar de que se advierta que antes de ponerlas en práctica es necesario el apoyo de un experto para su cuidado, más de un televidente pretenderá hacerla sin vigilancia médica; bueno, muchas personas las hacen por recomendación de la comadre que quedo igual a Bo Derek. Como ustedes saben, imitar todas las dietas, es poner en riesgo el organismo, no olvidemos que si de salud se trata, lo recomendable es ponerse en manos de especialistas que receten un régimen alimenticio de acuerdo al metabolismo personal.
Por otra parte hay que considerar que no todos los individuos pueden seguir al 100% un régimen alimenticio saludable en nuestro país, poner a dieta a la clase social que vive en la pobreza es irónico, una persona de escasos recursos bien puede iniciarla, luego la abandonará debido a los estragos de la crisis económica familiar, consumiendo lo que su bolsillo le permita, y lo más fácil de comprar son aquellos alimentos que no nutren.
Con esta campaña los medios publicitarios han acuñado frases como “¡Ya logramos un millón de kilos!”, “Elige estar bien contigo”, “Vamos por más kilos”, tales slogan tratan de erradicar la enorme cantidad de productos que nos fueron inculcando en nuestras mentes a través de los años, en donde nos vendían la idea de reducir de talla sin el empleo de dietas y ejercicios rigurosos; en pocas palabras adiós a las fajas de yeso, a los jabones reductores y pastillas que tantos dividendos dejaron a los empresarios del telemercadeo.
A partir de este boom por el control de peso y masa corporal muchas instituciones se han sumado al programa “¡Actívate!”, el cual según las características de cada entidad ha puesto en marcha programas de actividad física, que la verdad, van desde lo óptimo como es el practicar alguna actividad física treinta minutos después de la jornada laboral durante cinco días en la semana, hasta el ridículo de obligar al personal a acudir al empleo de tenis y pants un día de la semana para hacer ejercicio juntos.
Tampoco se vale que sea un recurso para desprestigiar y humillar o amedrentar el ánimo de los rollicitos, se acuerdan de aquella campaña que en la década de los ochentas se puso en marcha para evitar el desmedido desperdicio de agua, en el que mediante diversos spots televisivos e imágenes en panorámicos aparecía un gordito que girando su mano decía “¡Ya Ciérrale, ciérrale, sí!”; pues tal publicidad sirvió para que cuando un individuo veía a otro con sobrepeso, le hiciera la misma seña con su mano y pronunciara las frases, una absurda humillación que lamentablemente terminó desvirtuando el objetivo de la campaña y transformándolo en mofa racista; así sucede con la repetitiva expresión “¡Actívate!”, ahora resulta que ven al obeso y haciendo con sus manos la mimesis de una letra “A” le gritan actívate, y que hace esta persona, pues les recuerda la memoria de sus adorables madrecitas y psicológicamente manda al diablo el objetivo de la campaña.

Gracias a un mal cardiaco congénito estoy bajo prescripción médica sometido a dietas y cuidados alimenticios, la verdad me causa pena ponerme un pantalón, camisa o ropa interior que ya ni de mi talla es, es más en estos momentos no tengo talla comercial, lo que significa, o me compro una más pequeña que me va hacer ser lucir como picador en tarde de corrida o conservo la que era mía que de tan amplia parezco una percha.

Pero en fin no hay que dejarnos llevar por la mala leche de la gente y ponernos a hacer un ejercicio que beneficie nuestro organismo, consumiendo alimentos que contribuyan a perfeccionarlo, en otras palabras hagamos de cuenta que los pinceles de Fernando Botero se pusieron a dieta hasta convertirse en un dibujo de José Guadalupe Posada.

jueves, 31 de julio de 2008

Disonancia

Por estas fechas es común la pregunta que padres y madres me hacen sobre cuál es la mejor opción formativa de bachillerato para sus hijos, ante tal interrogante trato de ser honesto y lo primero que respondo es que no soy el progenitor de sus escuincles para decidir sobre su futuro académico; y luego les aclaro que son ellos los que en mutuo consenso con sus hijos deben de tomar esa decisión; posteriormente les aclaro que debido a esa forma de pensar es como han categorizado a los planteles del nivel medio superior, a poco no es cierto que gracias a su absurda manera de etiquetar a las escuelas por el turno, la adscripción institucional y el espacio geográfico donde se ubican, es como existen en la actualidad taxonomías sociológicas de cada nivel escolar.

Gracias a ese pésimo estilo de medir todo a nuestras conveniencias es como hemos hecho de los bachilleratos planteles de primera, segunda y tercera; y obvio todos quieren que sus vástagos ingresen a los de “primera calidad”. Pero quiénes son los responsables de generar ese supuesto prestigio o calidad en las escuelas, ¿El cuadro directivo responsable de los aspectos académicos y administrativos? ¿Los docentes quienes guían la formación de los alumnos? ¿Los estudiantes con su capacidad intelectual?

Existen escuelas en donde el control ejercido por el equipo directivo ha hecho que se fomente un ambiente disciplinado, lo que genera orden y dedicación en la comunidad escolar, son de esos bachilleratos en los que al irte aproximando dan la impresión como si no hubiera clases, al no observar el clásico sin número de jóvenes afuera de las aulas y profesores charlando por los pasillos después de su hora de ingreso a las clases; los estudiantes portan sus uniformes con distinción y orgullo, los docentes cumplen de forma estricta con su horario laboral; parece utopía, pero si existen escuelas así, razón por la cual muchos les otorgan una jerarquía preponderante.

El aspecto del ejercicio docente es un elemento que también influye, qué sucede con aquellos profesores que sólo se limitan a recibir a los estudiantes, impartir sus clases y se retiran, sin contribuir a apoyar en el cumplimiento de las políticas y reglas que los directivos han estipulado, por el simple hecho de no parecer los malos de la escuela ante sus discípulos; acciones de este tipo van en detrimento de la mejora escolar del bachillerato y por ende hace que sean clasificado en niveles inferiores.

También en algunas escuelas existe la difusa idea de que en ellas se reciben a los aspirantes que por sus bajos rendimientos escolares no pudieron ingresar al de su preferencia, lo que supone trae consigo insatisfacción y desmotivación hacia el estudio; esto da como resultado que el profesorado se queje de ellos, les achaquen todas sus frustraciones e impotencias didácticas, aleguen a su favor que el fenómeno de la reprobación a gran escala es a causa de ellos; sin lugar a dudas es esta una actitud hegemónica y despótica.

No hay que olvidar que percibimos un salario por ejecutar nuestro trabajo, y por lo tanto es parte inherente a la labor docente el lograr que un individuo aprenda o al menos asimile de forma parcial las asignaturas. La formación académica no es la simple ausencia de ignorancia ni el resultado de equilibrar el dominio de ciertos contenidos en la conducta o hábitos humanos, si no con toda exactitud y propiedad se llama educación, y al educar inculcamos otros valores –ideología, simpatía política, religión, etc.- que el educando se apropia de ellos y los pone en práctica en la vida cotidiana. La educación jamás termina, no es un producto con etiqueta de caducidad, si no una perpetua actividad. Razones que el docente de vocación sabe y pone ante sus estudiantes lo mejor de su actividad con el propósito de obtener un efecto favorecedor.

De igual modo no se niega que existen sus excepciones estudiantiles, pues alguno que otro puede padecer de dislexia, a esos en verdad resulta difícil que ciertos contenidos temáticos les sean asimilados, y como una vez escribió Alfonso Reyes, “lo que la naturaleza te dio, ni la mejor institución educativa te lo va a perfeccionar”.

Tampoco podemos hacer de nuestras aulas una especie de aparjeit, al contrario, debemos apoyarles y si es posible canalizarlos con gente especializada para que en conjunto vayamos nivelándolos con los demás; pero hay algo importante que no se debe de escatimar, el como concientizar a los padres de familia sobre este problema que en la mayoría de los casos ignoran o se hacen de la vista gorda a causa del orgullo. Muchas veces no quieren aceptar que su primogénito tiene dificultades congénitas de aprendizaje, alegando a su favor que desde muy temprana edad aprendieron a rezar o a cantar las intrincadas rondas infantiles por su propia cuenta, ¿Acaso un loro no hace lo mismo?

Por supuesto que no se necesita acudir a una escuela para aprender eso, porque en el aspecto académico se requiere el dominio de lo básico conjugando el análisis y la reflexión de la información asimilada con su aplicación en la realidad inmediata, en lugar de que reciten y memoricen conceptos y teorías.

La escuela la constituimos todos, cada uno somos el engrane que agiliza el dinamismo del proceso educativo; por lo tanto, si a ese estudiante que considerabas pésimo en comparación del prodigio del grupo asimiló una pequeña parte del tema que impartiste, siéntete satisfecho, pues hiciste tu trabajo de una excelente forma; hay que erradicar la idea de los ranking en las escuelas, porque eso sólo devalúa su imagen pública, entonces decir que en un bachillerato se ofrece mejor formación que en otro, considero que es más un hecho de la infame inseguridad de nuestra sociedad; y resulta peyorativo aun aceptar que se labora o estudia en uno de deplorable reputación social, aquí quien se ubica en ese rango es la autoestima de la persona que piensa de esa forma.

miércoles, 23 de julio de 2008

De Graduación

Hoy es un día especial, por única vez en la vida escolar una generación académica verá concluidos sus estudios de bachillerato; para algunos tal vez fue un reto por el esfuerzo, entusiasmo, perseverancia y dedicación que imprimieron a lo largo de su estancia en las clases, motivados por el hecho de trascender, para otros fue una ardua condena impuesta por sus familiares, pues resultaba más divertido estar con sus congéneres que permanecer horas sentados en sillas con asientos de madera que les dejaban el incomodo dolor de cóccix, sumado a ello soportar el pésimo sarcasmo de algunos docentes que además de aburrir con su blablismo se sentían los simpáticos y agradables.

Por fin se cierra la página del libro “Educación media superior para DUMMIES”, quienes continuaran usando el mote de estudiante ha llegado el momento de iniciar uno nuevo basado en la experiencia que irán adquiriendo en la educación superior; mientras que para otros tal vez llegó el tiempo de guardarlo en la biblioteca de su cerebro e iniciar la incorporación en el mercado laboral, pues la necesidad económica familiar así lo factura. Para éstos ya no es necesario recurrir al fácil camino de copiar a alguien las respuestas del intrincado examen, ni esperar a que el docente como cruel emperador dicte los apuntes a sus lacayos, anotaciones que con el desarrollo de las jornadas escolares engrosaron los cuadernos, los que a su vez en unos cuantos meses más ocuparan espacio en el basurero municipal o en un lugar más digno como puede ser un centro de reciclaje.

El espacio físico en donde tendrá efectos la ceremonia luce impecable, el equipo directivo y administrativo del plantel ha hecho el máximo de sus esfuerzo para evitar detalles engorrosos, se corrigió a tiempo las omisiones en nombres y apellidos de egresados cometidos por cierta distraída secretaria, el paño limpio y sobrio cubre completamente la mesa del presídium, el letrero fue colocado perfectamente, en fin todo sea por ofrecer un aspecto de confort, pulcritud y orden.

Estos detalles para los egresados es algo normal, que probablemente pase desapercibido; al igual como sucede con el nombre de la generación, pues a veces ni siquiera saben por que se llamó como tal profesor, otras ocasiones esta acción se vuelve una encarnizada contienda tipo elección política con tal de elegir al digno representante de su linaje; pero la verdad resulta más atractivo planear el festejo, seleccionar la ropa que en él lucirán y por si fuera poco concebir el tipo de artimaña que utilizaran para desquitarse del catedrático que siempre les incomodó.

Los egresados lucen presentables, peinados muy modernos para que no se les vean los cuernos, el olor a hormona ha sido disimulado con un sin fin de sofisticados aromas artificiales de las más prestigiadas firmas de fragancias; por única vez las diferencias de tribus urbanas ha desaparecido, es decir, el disfraz de los punketos, góticos o darketos, rastafari y emos fueron guardados en el closet de la rebeldía reprimida para dar lugar a su frágil imagen, denotando con ello que sólo se trataba de simple poseur que en los pasillos empleaban como caparazón social o simple mecanismo de defensa contra las argucias de sus mayores.

La persona que pronunciará el discurso de despedida en su interior se debate entre el control de las síntomas de sufrir un ataque de pánico escénico o sacar la casta que le hizo sobresalir de sus demás compañeros; además su responsabilidad ética le hace dudar de lo que va ha decir, pues muchas de las frases que integran este discurso fueron obtenidas de distintas fuentes, poco o casi nada son de su inspiración intelectual, lo que le causa cierta vergüenza al no ser original y sobretodo honesto consigo mismo y con la generación que forma parte.

De forma curiosa los padres y madres que nunca tuvieron tiempo de acudir a las reuniones escolares para la recepción de calificaciones, este día están presentes orgullosos de ver culminado los estudios de sus vástagos; por supuesto que hoy no existe motivo o pretexto alguno para estar ausente, pues no hay estudiante con bajo aprovechamiento de que avergonzarse, menos aun no existe el temor de que alguien recrimine la conducta impropia dentro del aula de sus angelitos.

Esta vez las lentes de celulares van a captar los videos que serán presunción de los adultos, y por obvias razones algunos no ocuparan espacio en YouTube, pues formaran parte de la vanidad privada y motivo de vergüenza para ser exhibido ante sus amigos, por el pánico al escarnio y bulla de cómo lucían en esa fecha; las múltiples cámaras digitales capturarán las imágenes que a partir de la madrugada del día siguiente engalanarán el metroFLOG, por supuesto que sólo fotografías selectas.

Por fin ha llegado el momento cumbre, las luces del recinto se apagan y únicamente se quedan encendidas las de la mesa del comité directivo, la cual es ocupada por las personalidades que presidirán el glamoroso evento, el maestro de ceremonia ocupa el podio, el responsable del discurso le empiezan a humedecer las manos y a pesar de la baja temperatura del clima artificial, su cuerpo comienza a transpirar cual paleta de hielo al sol; los demás jóvenes se sienten como si se tratará de la noche de entrega del Oscar, Grammy o los premios TV y Novelas, son por única vez las estrellas que engalanan el evento, hasta este momento pueden considerarse el ombligo del mundo, mañana serán de nuevo tan ordinarios como siempre, comenzarán las preocupaciones, las flojeras y las angustias, pero hoy tienen que disfrutarlo.

miércoles, 2 de julio de 2008

Entre lo divino y lo cotidiano

Como todo ser ordinario sustento mi fe en un Dios, porque los seres humanos debemos de tener siempre algo en que creer, sino qué sentido tendría la vida; la deidad fomentada en mi idiosincrasia es de tipo cristiana, desde que era un infante mis padres como acérrimos católicos inculcaron hábitos propios a esta religión, como el persignarse al acostarse y al despertar, así como el agradecer al santo de devoción los favores recibidos encendiéndole su respectiva veladora o poniéndolo de cabeza según la intención de la plegaria.

En la adolescencia fue cuando se me ocurrió leer el best seller de mi religión la “Biblia”; en verdad fue interesante no sólo por su contenido filosófico, sino que además pude constatar algunas falacias que surgen a partir del abuso de quienes se jactan de leerla y citan frases o personajes que en realidad ni existen; por ejemplo en los 73 libros o escritos que la integran nunca leí la frase que se le atribuye al gran creador, “ayúdate, que yo te ayudaré”; en pleno acto de contrición confieso que ese fue el motivo de mi lectura, pues había realizado una apuesta de que tal frase no se encontraba allí escrita.

Como ustedes saben las “Sagradas Escrituras” se dividen en dos partes, la primera de ellas es el Antiguo Testamento compuesto de 46 obras literarias, que desde mi humilde punto de vista versan sobre la sabiduría que todo cristiano debe poner en práctica, si se considera como tal; la mitad restante se conoce como el Nuevo Testamento integrado por 27 libros, mismos que son la fuente histórica de Jesús al que apodaron el Cristo (Ungido), en estos últimos textos se condensan los cuatro Evangelios (Buena Nueva), en donde sus autores exponen vida, obras y hazañas del fundador de la filosofía cristiana, me refiero a los escritos de Mateo(Leví), Lucas, Marcos y Juan, por cierto a Lucas se le considera como autor del libro de los Hechos de los Apóstoles que también ahí se incluye; además están las epístolas de Pablo (Saulo) de Tarso, quien fue uno de los primeros en formar parte del Nuevo Testamento con su carta a los Tesalonicenses.

Si leen estos escritos exento de fanatismo religioso se sorprenderán de los diversos embustes que se generan a partir de la ignorancia colectiva; en los cuatro Evangelios nunca es redactado ni en número mucho menos sus títulos reales y peor aun los nombres de los magos que desde el oriente acudieron a rendirle tributo al recién nacido hijo de Dios; entonces, ¿Quién diablos fue el que dijo que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar? O de igual manera, ¿Qué sus medios de transporte eran camello, corcel y paquidermo? ¡Ah que maravilla de marketing!

Los magos eran sacerdotes muy respetados pertenecientes a la religión de Zoroastro (astrólogos y adivinos), en la Biblia representan las otras religiones que no son profesadas por los personajes en ella descritos; por otro lado el número de magos tal vez se deduce por el contenido de sus cofres ofrendados: oro, incienso y mirra. Según expertos estos elementos significan el reconocimiento que los magos hacían en Jesús de sus atributos como rey, dios y hombre.

Fue en la edad adulta de Jesús cuando es sometido a prueba por los escribas al presentarle una hembra sorprendida en adulterio, y de acuerdo a la Ley de Moisés debía morir a pedradas, existe confusión sobre quien era en realidad esta mujer, lo que si puedo asegura es que no se trataba de María de Magdala o la Magdalena como vulgarmente es conocida, sino un personaje circunstancial que no se menciona su nombre, así que hagan caso omiso de la tergiversada interpretación que Mel Gibson hizo de ella al presentarla visualmente como si fuera la misma persona en la pésima versión fílmica que realizo de la “Pasión de Cristo”. A propósito de esta película, recuerdan cuando grupos de homosexuales estadounidense se manifestaron en contra de la exhibición de la cinta “Bajos Instintos” (Basic Instinct) de Paul Verhoeven, protagonizada por Sharon Stone y Michael Douglas por fomentar la homofobia, ¡Qué me dicen del Satanás con aspecto andrógino que en la cinta de director australiano se presenta!

Tocando el tema de la pasión, en ella se citan a dos personajes que tienen un rol preponderante y la vez moral en esta parte del evangelio, me refiero a los dos ladrones o facinerosos que fueron crucificados junto al Mesías; aquí sucede de igual forma como en el caso de los magos del oriente, la gente les nombra Dimas y Gestas, pues la verdad es que en ningún párrafo se menciona sus nombres; no quiero ni siquiera imaginar que los culpables sean los vecinos de la colonia de Iztapalapa del Distrito Federal con su peculiar cristo al más puro estilo Buki que cada semana santa representan.

Algunos de estos acontecimientos ficticios son tal vez producto de la abundante iconografía cristiana, por citar alguna las que se encuentran en la basílica romana de Santa María la Mayor y en los míticos evangelios apócrifos; lo curioso de ello es que algunos sacerdotes y seglares los den por hecho y en sus homilías lleguen a citarlos como si fuera fidedigno.

Espero no haber generado confusión, pero si no creen lo aquí expuesto, vayan a la fuente directa y comprueben si lo escrito es una blasfemia de este aprendiz de redactor o en realidad es una argucia heredada de nuestros antepasados españoles que en su difícil jornada de evangelización emplearon y en la actualidad son el patrimonio de la religión que profesamos; no hay que olvidar que el tradicional “nacimiento navideño” en España se le conoce como “el Belén”; y bueno, aunque pese, “las Pastorelas” fueron parte metodológica del trabajo evangélico para que los aborígenes olvidarán el politeísmo al que estaban acostumbrados a rendir culto.